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Todo indica que la joven brasilera de 21 años Geicimara de Almeida Gomes , encontrada muerta luego de caer desde el piso 16 del edificio Urbanización Parque Central Río, en Medellín , fue víctima de feminicidio y, al parecer, su compañero sentimental sería el culpable de este crimen. Lo que al principio de las investigaciones parecía ser un suicidio, terminaría siendo un terrible caso de asesinato.
El día de los hechos, el pasado 9 de marzo, la pareja sentimental de la joven víctima desapareció misteriosamente luego de que la mujer cayera desde el edificio y perdiera la vida. Desde entonces, las investigaciones de las autoridades apuntarían al hombre que acompañaba a Geicimara de Almeida Gomes.
Un informe del Sistema para la Información y la Convivencia de Medellín indicó que la muerte de la mujer de 21 años se debió a un asesinato, el cual sería catalogado como feminicidio. Y es que la primera información que tenían las autoridades fue sobre una fuerte discusión de Almeida Gomes, en donde la mujer habría tomado la decisión de quitarse la vida.
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Luego de examinar los acontecimientos en torno al fallecimiento de la joven, las autoridades determinaron que, tras su caída, su pareja desapareció de la escena. Las primeras indagaciones reforzaban la teoría de que el hombre habría abandonado el apartamento poco después del trágico hecho, llevándose el teléfono de Almeida, un detalle que despertó sospechas entre los investigadores.
Tras confirmar que la pareja sentimental de Geisimara había abandonado el lugar llevando su celular, las autoridades descubrieron en el apartamento donde se hospedaba los documentos de dos ciudadanos brasileños, uno de ellos perteneciente a su novio.
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Con estas pruebas en mano y la sospecha inicial de que él pudiera estar involucrado en el crimen, los investigadores se enfocaron en localizar a ambos sospechosos y esclarecer las circunstancias que rodearon la muerte de la joven extranjera.
En los primeros días, los investigadores del caso exploraron los posibles escenarios de un suicidio o un feminicidio y el hallazgo de los teléfonos de la víctima y su pareja sentimental despertó sospechas entre los investigadores.
Las autoridades concentraron sus esfuerzos en la hipótesis de que él había tomado los dispositivos para ocultar pruebas. A partir de estos elementos, iniciaron el rastreo de las identidades y movimientos de los involucrados, lo que llevó a la identificación del compañero sentimental de la joven.
Los agentes de la Sijín de la Policía Metropolitana de Medellín analizaron las grabaciones de las cámaras de seguridad del edificio, donde se observó al señalado agresor abandonando el lugar poco después del estruendo provocado por la caída.
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Además, las autoridades realizaron entrevistas a los empleados de seguridad del conjunto. La información recopilada por las autoridades permitió confirmar que la joven de 21 años había sido víctima de asesinato, descartando así la hipótesis inicial de un suicidio.
Tras dos meses de investigaciones, las autoridades lograron confirmar que la brasilera había sido asesinada. Aunque en un principio se consideró la posibilidad de un suicidio, el caso fue finalmente clasificado como un presunto feminicidio.
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Según los informes oficiales, el principal sospechoso es el hombre con quien la joven discutió antes de su muerte. Su desaparición, junto con la posible sustracción de los teléfonos de las víctimas, se convirtió en un elemento clave para vincularlo al crimen.
En lo que va de 2025, la violencia contra las mujeres sigue siendo una preocupación alarmante. En Colombia, se han registrado 126 feminicidios, con Antioquia, Bogotá y Santander como las regiones más afectadas. A nivel nacional, la cifra de homicidios dolosos de mujeres asciende a 559 casos entre enero y marzo, con Guanajuato liderando la lista en México con 124 asesinatos, representando el 22,2% del total nacional.
En Colombia, la impunidad sigue siendo un problema grave, con el 78% de los feminicidios sin resolución judicial, lo que evidencia la falta de medidas efectivas para proteger a las víctimas. La mayoría de los agresores son parejas o exparejas de las víctimas, y muchos casos ocurren pese a denuncias previas o medidas de protección activas.
Las organizaciones defensoras de derechos han insistido en la necesidad de fortalecer las estrategias de prevención y garantizar justicia para las víctimas. La fiscal general ha anunciado que todas las muertes violentas de mujeres serán investigadas como posibles feminicidios desde el inicio, sin necesidad de indicios preliminares.
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(Lea también: Confusión mortal: el doloroso testimonio de la mamá del pastor Lora sobre la tragedia en Aguachica)
CAMILO ROJAS,
PERIODISTA NOTICIAS CARACOL
X: RojasCamo
Correo: wcrojasb@caracoltv.com.co
Instagram: Milografias