Faber Burgos lo volvió a hacer. El ingeniero colombiano envió un segundo globo meteorológico al espacio captando con dos cámaras en una caja de icopor imágenes espectaculares de los tesoros naturales que hay en el país.
Nuevamente con estos elementos, un par de baterías, sensores de temperatura, 42.000 seguidores a bordo de una USB, un pequeño avión de papel y la foto de Apolo, un perro representante de los animales de este planeta, Burgos logró un registro audiovisual sin igual.
“Lo que verás los siguientes minutos será una de las cosas más hermosas que hayas podido observar”, comenta el joven ingeniero en su video de 22 minutos de duración.
Previo a abandonar la tropósfera (capa de la atmósfera terrestre), el globo captó la imponencia del Ritacuba, una de las cimas más altas en Colombia, en la Sierra Nevada del Cocuy. Antes de conseguir una vista increíble de la Tierra, se enfrentó a las precipitaciones, “una cualidad casi única de este planeta”. Finalmente, logró llegar a la estratósfera.
“A esta altura no se oyen nuestras diferencias, no hay egos, no se oyen nuestros conflictos, ni hay indiferencia, no se oyen balas ni menos nuestros problemas, solamente hay silencio”, reflexionó.
Luego de la emocionante travesía, Faber y su equipo se movilizaron para recoger el globo que cayó a tres horas y media de distancia del punto de partida. Llegó cerca de una vereda en el municipio de Capitanejo, Santander.
“Este probablemente sea el globo más grande que se haya lanzado hasta ahora en el país. Este gigante de 2.000 gramos, según cálculos, ascendió hasta los 35.000 kilómetros de altura. Este es un logro de todos ustedes, amigos”, exclamó.
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