FARC considera "gesto humanitario de sensatez" el indulto a 30 guerrilleros

"Sin duda es un gesto humanitario, de sensatez, que puede ser el comienzo del reconocimiento de las justas reivindicaciones enarboladas por los prisioneros políticos a lo largo de muchos años y una medida de desescalamiento del conflicto", afirmó este lunes en La Habana el guerrillero 'Pablo Catatumbo', alias de Jorge Torres Victoria.

El Gobierno colombiano concedió este domingo el indulto a 30 integrantes de las FARC que no han cometido "delitos graves" y están presos en cárceles del país, los cuales serán liberados antes de fin de año.

"Estamos seguros de que estos hombres y mujeres que van a recuperar la libertad saldrán imbuidos de un espíritu de paz y esperanza y empeñarán sus esfuerzos en seguir luchando por una Colombia democrática y con justicia social, que es la que anhelamos todos", subrayó 'Catatumbo'.

Para la insurgencia es también un "gesto positivo" la decisión de trasladar a prisioneros de las FARC a "patios especiales" adecuados dentro de las cárceles, en los que se realizarán "brigadas de salud y programas de atención".

Según las FARC, en Colombia hay miles de "presos políticos", entre los que hay "numerosos casos con gravísimos problemas de salud, con requerimientos médicos de urgencia, así como enfermos terminales"; situación que llevó a 1.500 "prisioneros de guerra" a iniciar una huelga de hambre el pasado 9 de noviembre.

También denuncian un "alto nivel de hacinamiento, colapso del tercerizado sistema de salud, pésima alimentación y evidencia de existencia de tratos crueles e inhumanos" en las cárceles del país, una situación que "la Corte Constitucional ha tenido que reconocer".

"En contraste con esta realidad, para los delincuentes de cuello blanco, parapolíticos, narcotraficantes y defraudadores del Estado, se destinan palacetes que simulan cárceles con niveles de confort de un hotel de 5 estrellas", afirman las FARC.

Este indulto a guerrilleros se considera una nueva medida para restablecer la confianza y destrabar las negociaciones, en un momento en que las partes tratan de salvar sus diferencias a la hora de interpretar la letra pequeña del acuerdo de justicia que anunciaron el pasado 23 de septiembre.