El inicio de la investigación por tráfico de armas fue un atentado ocurrido el 27 de enero del 2018, en la estación de Policía San José, en Barranquilla , que cobró la vida de 6 uniformados y dejó heridos a otros 42.
Esas pesquisas terminaron con el coronel Óscar Alexander Amado, el sargento Pablo Eliécer Caro del Ejército y tres civiles sentados ante un juez escuchando acusaciones por su presunta participación en una red de tráfico de armas.
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La interceptación de una llamada habría sido la pieza clave para identificar la organización.
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“En varias partes del territorio nacional entre Barranquilla, Cali, Bogotá, Tolima…había un grupo de personas dedicadas a estas actividades de tráfico, comercialización de armas, explosivos, municiones y uniformes de uso privativo de las fuerzas militares que a través de las líneas certificaron e individualizaron”, indicó la fiscal del caso, Angélica Afanador.
El 4 de noviembre en Melgar, Tolima, se le incautó a este grupo 14.800 cartuchos de varios calibres. La segunda incautación más grande de los últimos diez años.
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Según la investigación, la munición salía del cantón militar de Tolemaida, se escondía en una habitación arrendada por el coronel y el sargento involucrados en el caso. Luego se enviaba por servicios de mensajería.
Para la Fiscalía, los implicados pusieron en riesgo la seguridad nacional. Ninguno aceptó los cargos.
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