Omar Díaz viajó a Estados Unidos por amor, pero su sueño terminó convertido en pesadilla. Advierte que agentes en aeropuerto de Miami lo intimidaron.
Denuncia que debido a esa presión confesó haber trabajado en ese país para poder comer.
Su testimonio no convenció a los agentes y, como no había vuelo de regreso, terminó dos días en una prisión transitoria.
“No sabía que serían tan duras las cosas”, dice Díaz, quien lamenta que las medidas migratorias se hayan endurecido.
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