Vuelve y juega el tema de los piques ilegales en Bogotá. Esta vez se dieron cita en la calle 170 con avenida Boyacá.
A la altura de la carrera novena se encontraron con un puesto de control de la Policía. Uno de los jóvenes aceleró su vehículo con la intención de escapar y en esa peligrosa maniobra arrolló a dos policías que iban en moto.
La más afectada fue una patrullera de la seccional de Tránsito que tuvo que ser remitida a un centro asistencial.
Otros uniformados de la localidad de Usaquén que acompañaban al operativo lograron capturar al conductor del vehículo y a otra persona, que deberán responder por los daños ocasionados a los policías.