Funcionaba lejos de la selva, en las goteras de Bogotá, y cobrara un arriendo de hasta 90 millones de pesos diarios.
Cuatro personas, que se enfrentaron a tiros con las autoridades, fueron capturadas durante el operativo contra el laboratorio móvil en Sibaté. Este estaba hecho en madera y plástico, y podía producir hasta tres toneladas de clorhidrato de cocaína por mes.
La diligencia judicial, en la que participaron la Fiscalía y el Ejército, permitió incautar 94 kilos de base de coca.
Así mismo, se decomisaron dos armas de fuego -con sus cartuchos y proveedores-, dos radios de comunicación, 500 galones de combustible, marcianos, prensa hidráulica, hornos, plantas eléctricas y otros elementos utilizados para elaboración de narcótico.
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El alijo incautado, según informó la Fiscalía, iba a ser camuflado en tractocamiones, trasladado a un puerto en el Pacífico y embarcado entre frutas rumbo a Centroamérica, con destino final a Estados Unidos.
El lugar era arrendado a pequeñas organizaciones criminales por cortos periodos, aseguraron los investigadores.
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Los capturados deberán responder por los delitos de concierto para delinquir, tráfico de sustancias para el procesamiento de narcóticos y fabricación, tráfico y porte de estupefacientes.
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