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El comerciante y su familia viven en Bogotá, pero tienen una casa de descanso en Tocaima, un municipio ubicado a unos 115 kilómetros de la capital colombiana.
A causa de la pandemia de coronavirus, el hombre adoptó todas las medidas de seguridad para cuidarse y cuidar a su familia y decidió resguardarse.
Por esa razón, no había vuelto a su casa de descanso, por lo que les pidió a sus vecinos ‘echarle un ojito’ a su vivienda para evitar que los dueños de lo ajeno hicieran de las suyas.
Sin embargo, estos no pudieron evitarlo. El fin de semana, el hombre recibió una llamada en la que le informaban que los ladrones se habían metido a robar a su casa.
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A pesar de que había cuarentena obligatoria, tuvo que viajar a Tocaima y allí se encontró con un triste panorama: el inmueble había sido saqueado, lo halló como cuando arrancó 20 años atrás, en obra negra y hasta sin baños.
Más triste para él y su familia fue haber sabido que los delincuentes pudieron haberse llevado hasta los muros de la vivienda, de donde saquearon la estufa, elementos personales y hasta los inodoros.
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“La policía pasa ronda, pregunté si hay indicio de quién pudo haber sido, pero nadie habla”, dice el afectado.
El temor es que más casas de descanso de personas que viven en Bogotá sean robadas mientras ellas pasan la cuarentena.
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