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Liberaron a los soldados Ángel González Garcés y Édgar Mina Carabalí, quienes fueron secuestrados el lunes festivo, 3 de noviembre, en una zona rural del municipio de La Macarena, en el departamento del Meta, en un hecho que las autoridades atribuyeron a una disidencia de las FARC, confirmaron este martes fuentes oficiales.
Los uniformados fueron retenidos cuando las tropas de despliegue rápido acompañaban al CTI de la Fiscalía a realizar unas capturas.
Durante el operativo, en zona rural de la vereda Getsemanía, ingresaron a una vivienda donde encontraron droga, armamento, munición y dinero en efectivo. Por los hechos detuvieron a una mujer, a la que extrajeron en un helicóptero.
Tras esto, los militares fueron asonados por unas 400 personas. De acuerdo con información dada por el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, los militares fueron secuestrados "bajo el amparo de unas personas en connivencia con las disidencias del cartel de alias Calarcá", jefe del Estado Mayor de Bloques y Frente (EMBF), lo que confirma "la perversa alianza para fomentar el crimen y el delito, que luego hace metástasis en masacres, terrorismo y desplazamiento forzado a las mismas comunidades".
Según información del Ejército Nacional, en medio de la asonada se llevaron a cuatro uniformados. Un oficial y un soldado quedaron libres horas después, pero los soldados González y Mina siguieron en poder de los señalados delincuentes.
El ministro de Defensa señaló que los uniformados "cumplían con su deber constitucional de apoyar a las autoridades judiciales del país" cuando fueron interceptados, "forzados a vestir prendas civiles y conducidos contra su voluntad hacia un lugar desconocido".
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Este martes se produjo su liberación. Los presuntos disidentes los entregaron al sacerdote de la zona de Alto de Morrocoy, quien llegó hasta una escuela ubicada en el Alto del Quebradón para recibir a los uniformados, quienes tampoco portaban su dotación.
Los uniformados no fueron rescatados de inmediato por el Ejército, pues se encontraban a más de 20 kilómetros de la tropa, según la información del Ejército.
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En el departamento del Meta operan disidencias de las antiguas FARC y otras bandas ilegales que se disputan el control de los territorios para desarrollar sus economías ilícitas, entre ellas la minería y el narcotráfico.
La fuerza pública ha sido víctima de cerca de 40 asonadas en Colombia en lo que va de 2025, según cifras oficiales.
POR SANDRA SORIANO SORIANO
COORDINADORA DIGITAL NOTICIAS CARACOL
smsorian@caracoltv.com.co
*CON INFORMACIÓN DE AGENCIA EFE Y NOTICIAS CARACOL