En Colombia, toda la atención se centra en la intensa búsqueda de los cuatro niños perdidos en la selva entre Guaviare y Caquetá, tras el accidente de la avioneta en la que se transportaban el pasado primero de mayo junto a tres adultos, cuyos cuerpos ya fueron hallados.
La esperanza de las autoridades y organismos de búsqueda es encontrarlos con vida, esto debido a nuevas pistas encontradas por los comandos especiales.
Después de recorrer varios kilómetros desde el punto donde fue hallada la aeronave caída en medio de los árboles, Ulises, perro de las Fuerzas Militares, marcó un punto sobre unas hojas de la selva húmeda, que ya llevan recorriendo 17 días.
Sobre ellas, fueron ubicadas estas tijeras y otros elementos que pertenecerían a los niños perdidos en medio de la selva.
En una fotografía, se observan hojas de palma que fueron puestas, dicen los comandos, de forma tal que fabricaron una especie de refugio para protegerse de la lluvia.
Al lado de las tijeras fueron encontradas moñas para niña y el paquete donde estas estaban. También el rastro de lo que podría ser las sobras de comida.
“Los indicios que tuvimos desde el día de ayer, que pudimos acceder a la aeronave, nos indica que los niños que se encontraban a bordo de la misma puedan estar con vida dentro de los diferentes registros que han realizado el personal de fuerzas especiales”, señaló Juan José López, director de operaciones de la Aerocivil.
Más de 100 comandos especiales de las Fuerzas Militares están desplegados en esta espesa selva. En su recorrido, los soldados han ubicado estas pistas: desde el punto del impacto del avión, donde fue encontrada la aeronave, se avanzaron tres kilómetros hacia el occidente, donde ubicaron un cambuche, que habría sido el primer resguardo de los menores y un kilómetro más adelante encontraron el biberón que sería de la bebé de 11 meses.
“Ellos son oriundos de Araracuara. La información que tenemos es que ellos han sido criados en un ambiente natural, donde han tenido el acceso a esta serie de condiciones y presumimos que ellos hayan encontrado la manera de sobrevivir”, dijo López.
Sin embargo, las labores de búsqueda no son fáciles. El clima, según las autoridades, han borrado algunas pistas, como huellas que hayan podido dejar los menores, pero los soldados llevan un mensaje de la abuela que son puestos en estos megáfonos, para poder orientarlos y lograr un encuentro.
“Dentro de la complejidad de la selva es difícil alcanzarlo, prácticamente está lloviendo todos los días y a pesar de que tenemos la capacidad de detectar estos rastros se dificulta un poco por las lluvias”, agregó el funcionario.
Las Fuerzas Militares trabajan de forma incansable en la búsqueda de los niños perdidos que ya completan 17 días perdidos en medio de la selva.
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