Aunque no se conocen, Juan Fernando Chaverra y Braulio Rojas comparten una misma realidad: las dificultades económicas que se viven en Medellín , una ciudad donde según el DANE la pobreza monetaria creció 9,4 por ciento.
Como ellos, miles de paisas sienten con fuerza la escasez de dinero en sus bolsillos.
Por eso, Braulio, a pesar de las medidas como el toque de queda, debe salir sí o sí a la calle para tratar de sobrevivir con sus ventas de aguacate y banano.
“El arriendo son 15 mil al día lo que pagó yo y fíjese: tengo que salir todos los días a trabajar para poder (conseguirlo), y el alimento también, más el pago del alquiler de la carreta para salir a trabajar”, contó este vendedor de aguacates.
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Juan Fernando, a sus 21 años, todos los días trata de encontrar en su trabajo como ayudante de camiones unos cuantos pesos que le permitan sobrevivir y cuidar de su familia.
“Salgo a trabajar todos los días desde las 3 de la mañana, hora que me levanto, estoy llegando a mi casa tipo 7 u 8 de la noche”, dijo.
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“Hay veces que sí me quedo apretadito, pero ganamos lo justico si quiera para sobrevivir”, agregó.