Sebastián Moreno estaba con un amigo que también falleció. Contra este último, que hacía poco había salido de la cárcel, al parecer iba dirigido el ataque.
En las puertas de al menos tres casas del barrio Caciques de Calarcá quedaron las evidencias de las balas que acabaron con las vidas del futbolista de 25 años, destacado por jugar en la liga nacional de microfútbol, y de James Esneider Covaleda.
Las autoridades realizan tareas de investigación para dar con el paradero de los dos sicarios responsables del crimen, quienes se desplazaban en una motocicleta de alto cilindraje.
Vecinos del sector exigen mayor presencia de la Policía, pues aseguran que hay mucha inseguridad.
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