La Comisión de la Verdad escuchó este jueves a las víctimas de artefactos explosivos sembrados por las FARC. Soldados y sus familiares dieron testimonios de dolor y superación.
Jaime Rojas, soldado profesional, fue víctima de las minas antipersona instaladas por las FARC. Cuando hacia parte del Ejército, en una de las tantas misiones, cayó en un campo minado.
"Hoy en día, diez años después de haber sufrido esta lesión, ya conformo una familia, tengo un hijo al que tengo que darle una explicación que, a ratos, es dura”, relató Rojas con la voz entrecortada y agregó “como a todo niño le entra la curiosidad de llegar y ver a alguien que le falta una extremidad y ese es el caso de ver a su papá”.
Otro de los testimonios fue el de Diego Ignacio Gómez, quien siempre tuvo en su corazón un sueño: ser militar. Por eso, se vinculó a esta institución y en el 2011 fue asignado al grupo de erradicadores, era guía canino y tenía que revisar la zona a donde su grupo iba a ingresar.
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Ahora, cuenta, superar el hecho en el que perdió su pierna izquierda no fue fácil, pero el deporte los salvó.
"Lloraba todos los días y me preguntaba constantemente por qué a mí. Peleaba con Dios, por qué permitió que me sucediera esto. Es ahí a donde llega el voleibol sentado, al que le debo mi recuperación física, emocional y social", comentó el soldado Gómez.
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A la Comisión de la Verdad no llegaron solo estos hombres, víctimas de lo que se considera la barbarie de la guerra, sino también sus familias, personas que hoy cuestionan los valores de quienes instalaron los artefactos que no solo afectaron a militares, sino a también a civiles.
"Saber qué piensan y qué sienten las personas que siembran las minas. No ven más allá, quien la va a pisar puede que sea un padre cabeza de familia, un hijo que sostiene a sus papás", dijo Elizabeth Gómez, hermana de víctima de campo minado.
El soldado Jaime Jesús Muñoz es otro de los cientos que ha vivido esta crueldad. Fue enviado con su tropa a una zona en el Cauca y la tragedia le llegó en un patrullaje nocturno.
"Yo vi unas personas, les alcancé a ver las armas, y, de un momento a otro, nos empezaron a atacar en el camino que íbamos y del otro lado del río nos empezaron a atacar. No bastaba con que estuviéramos heridos vueltos nada", recordó Muñoz.
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Este es el primer espacio que se da en la Comisión de la Verdad para escuchar a las víctimas y familiares de quienes cayeron en campos minados instalados por las FARC.