Fueron cuatro cámaras de seguridad del conjunto residencial las que evidenciaron que Jhonatan Torres fue la última persona que vio con vida a su cuñada Adriana Pinzón, la psicóloga desaparecida en Chía desde el 7 de junio.
Los investigadores analizaron más de 20 cámaras, pero fueron las ubicadas en el pasillo, el exterior, la entrada y el parqueadero las que permitieron inferir el grado de responsabilidad en la desaparición y presunta muerte de la mujer.
Las imágenes registraron que a las 8:45 de la noche del lunes 6 de junio Adriana Pinzón llegó en su carro Mazda Dos, de color negro, al conjunto residencial ubicado en Chía, Cundinamarca.
El 7 de junio, las cámaras de seguridad del bloque donde está el apartamento de la psicóloga captan a un hombre saliendo con un morral negro y otros elementos como herramientas que posteriormente sube al carro de Adriana. El sujeto, según la Fiscalía, es Jhonatan Torres, cuñado de la mujer de 42 años.
Hacia las 6:05 p.m. Torres abandona el conjunto en el carro de su cuñada. Una hora y diez minutos después regresa al conjunto residencial, parquea el carro y entra nuevamente al apartamento de Adriana, a las 7:13 de la noche.
Tres minutos después sale con una gran bolsa negra, camina con dificultad mientras sujeta con ambos brazos un bulto que lleva y que por momentos parece caérsele al piso, el cual finalmente deja en el carro.
Según las autoridades, en la bolsa estaría el cuerpo sin vida de Adriana Pinzón. En el informe entregado por los investigadores señalan que la psicóloga mide 1,55 de estatura y tiene un peso promedio de 50 kilos, por lo que infieren que en esa bolsa iba el cadáver de la mujer acomodado en posición fetal.
Finalmente, a las 7:20 de la noche, Jonathan Torres abandona el conjunto residencial y las cámaras de seguridad captan al sujeto manejando y con la ventana abajo.
Otras pruebas
Más de 70 fotografías se tomaron en el apartamento de Adriana Pinzón. Allí los investigadores pudieron evidenciar cómo las paredes tenían manchones y, al pasar las luces forenses y tomar las respectivas pruebas, se constató que era sangre humana y que se trató de limpiar de la escena.
Pero no fue lo único que encontraron. En el apartamento se evidenció un ataque violento, que dejó rastros de sangre en la cocina, cuarto y estudio. Según los técnicos judiciales, al limpiar el apartamento se pretendía borrar toda huella del crimen.
Además de todo el material recolectado por las autoridades, un hombre cercano a Jonathan les contó a los investigadores que Torres le había entregado un morral negro y en su interior había unos cuchillos con sangre e incluso documentos de identidad de la mujer de 42 años.
Apareció el carro de Adriana Pinzón
En las últimas horas apareció el carro propiedad de Adriana Pinzón, agentes del CTI lo ubicaron en un concesionario de Chía. Jhonatan Torres lo había vendido y, a cambió, recibió un dinero en efectivo y otro vehículo, según la investigación.
Cuando los investigadores lograron recuperarlo se le practicaron técnicas forenses y el resultado de las luces ultravioleta arrojó que el vehículo tenía sangre humana.
Por estas evidencias y testimonios, Jhonatan Torres fue enviado a la cárcel por los delitos de homicidio agravado y desaparición forzada.
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