Una de las preocupaciones más comunes entre los empleados es si las incapacidades médicas frecuentes pueden ser un motivo de despido. La legislación laboral colombiana protege a los empleados de ser retirados de las empresas injustamente por esta razón, pero también establece ciertos límites y condiciones bajo los cuales un empleador puede proceder legalmente con la terminación del contrato.
¿Qué pasa cuando un empleado se incapacita mucho?
El Artículo 26 del Código Sustantivo del Trabajo establece que un trabajador no puede ser despedido por encontrarse en situación de incapacidad temporal o permanente, a menos que exista una causa justa para ello.
Esto significa que las incapacidades por sí solas no constituyen una razón válida para terminar la relación laboral.
Sin embargo, si un trabajador comete una falta que se considera justa causa para el despido, como podría ser el incumplimiento de sus deberes laborales o la realización de actos de indisciplina o deshonestidad, el empleador está en su derecho de terminar el contrato, incluso si el trabajador se encuentra incapacitado.
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En estos casos, la incapacidad no brinda una protección especial contra el despido.
Despidos por incapacidad prolongada
Ahora bien, existe una causal específica relacionada con incapacidades prolongadas. Si un trabajador permanece incapacitado por más de 180 días, la ley considera que esta circunstancia es una causa legal para el despido, siempre y cuando se siga un procedimiento especial y se respeten las garantías del trabajador.
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"Las incapacidades que duren más de 180 días, causadas por una enfermedad o accidente común, y que no permitan la prestación de los servicios por parte del empleado, genera una justa causa de terminación del contrato de trabajo", informó el Ministerio de Justicia.
Este tipo de despido no se considera ni justo ni injusto, sino legal, basado en la incapacidad del trabajador para prestar el servicio por el cual fue contratado.
Cabe resaltar que algunos trabajadores gozan de lo que se conoce como estabilidad laboral reforzada. Esto aplica a aquellos cuya incapacidad derive en una discapacidad que limite el normal desarrollo de sus obligaciones laborales. En estos casos, se requiere autorización del Ministerio de Trabajo para proceder con el despido.
Para los empleadores, es crucial seguir los procedimientos legales, respetando los derechos de los trabajadores. Antes de tomar cualquier decisión de despido, se recomienda buscar asesoría legal para evitar posibles litigios o sanciones.
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Por su parte, es deber de los empleados entregar las incapacidades en tiempo y forma, y mantener una comunicación abierta con el empleador. En caso de despidos que se consideren injustificados, los trabajadores tienen derecho a buscar reparación legal, lo que podría incluir indemnizaciones.
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