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La economía colombiana atraviesa un momento de intensa preocupación debido al resurgimiento y la persistencia de la inflación, un fenómeno que afecta directamente el bolsillo de cada ciudadano al incrementar el costo de vida. Expertos han "encendido las alarmas" ante lo que se describe como un "claro rebote de la inflación en Colombia", marcando ya cuatro meses consecutivos de subidas en el costo de vida.
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Comprender la inflación es fundamental. En términos sencillos, se refiere al aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en una economía. Cuando la inflación sube, el dinero que tenemos pierde poder adquisitivo; es decir, cada peso alcanza para comprar menos. Recientemente, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reveló las cifras de inflación correspondientes al mes de octubre, las cuales dejaron "más preocupaciones que alegrías", confirmando esta tendencia alcista.
Los datos de octubre mostraron que la inflación mensual fue de 0,18%. Más allá de la cifra mensual, lo que verdaderamente alarma a los analistas es la tendencia anualizada y acumulada.
La inflación anualizada (el incremento del costo de vida en los últimos doce meses hasta octubre) se ubicó en el 5,51%. Este nivel ha superado tanto la inflación anualizada del mismo periodo del año pasado como las expectativas de muchos analistas, quienes esperaban una subida, pero más moderada. El Dr. César Pavón, director de investigaciones económicas de Corficolombiana, señaló en Noticias Caracol que este dato es el más alto desde octubre o septiembre del año pasado, lo que significa que "no hemos visto un dato tan alto en su anual desde hace cerca de un año".
Según el análisis de expertos, la inflación en Colombia, en vez de ceder, está "pisando su acelerador" y mantiene "presiones al alza". Esta situación es especialmente compleja si se compara con la meta ideal que buscan las autoridades monetarias. La meta de inflación deseada debería estar entre el 2% y el 4%, idealmente en el 3%. El hecho de que los precios sigan incrementando en un 5% o 6% es "una mala noticia para todos los colombianos".
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Además, la situación inflacionaria colombiana se destaca negativamente en el contexto regional. El DANE ha reportado que el país tiene una inflación más alta que muchos otros países de la región donde también está subiendo la inflación. En resumen, el panorama actual es un "cóctel es bastante preocupante".
La preocupación se agudiza al revisar qué divisiones de gasto están impulsando este rebote, ya que son precisamente aquellos sectores donde "los hogares más vulnerables menos pueden cambiar sus gastos". De acuerdo con las cifras, los sectores que más están subiendo, afectando profundamente el bolsillo de la gente, incluyen:
El Dr. Pavón hizo énfasis en que las alzas en estos sectores claves responden a diversos factores de presión interna, muchos de ellos relacionados con las expectativas de costos futuros:
Todos estos incrementos "nos va a seguir afectando el bolsillo de todos los colombianos", recalca el experto.
Uno de los elementos que más genera preocupación a futuro entre los expertos es el impacto que tendrá la discusión y el eventual incremento del salario mínimo para el próximo año. El Gobierno ha anunciado su posible pretensión de llevar el incremento del salario mínimo a aproximadamente el 11%, quizás más. Los analistas advierten que esta cifra podría ser problemática en el contexto de una inflación que, a cierre de año, se esperaría en un rango inferior (alrededor del 5,4%).
El desafío radica en un concepto económico conocido como indexación (o "efecto inercial"). Pavón explica que las cifras son claras: "las consideraciones más claras que determinan el incremento del próximo año en estos factores [educación, arriendos, restaurantes] es bien sea el incremento del salario mínimo o el cierre de la inflación".
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Si el incremento del salario mínimo termina siendo de "dos dígitos" (cerca del 10% o más), y es significativamente superior al cierre de la inflación (que se espera alrededor del 5% o 6%), "naturalmente lo que hacen todos los hogares todas las empresas todas las firmas es incrementar los costos de cierta manera proporcionalmente ese incremento".
Esto significa que un aumento salarial alto podría retroalimentar la inflación. Las empresas y los servicios que dependen de los costos laborales trasladarán ese aumento al precio final, manteniendo la espiral inflacionaria. El experto es contundente al afirmar que el resultado de un salario mínimo de dos dígitos podría ser que "se van a mantener esos temas de indexación".
Esta situación es considerada una "muy mala noticia", y el pronóstico de los analistas es que, incluso el próximo año, la inflación seguirá "más cerca del 5 que el 4%". El incremento salarial tendrá una "gran incidencia" en el bolsillo de los colombianos, afectando gastos cotidianos como "cuando queramos ir a un restaurante, cuando queramos pagar el arriendo, cuando queramos eh incluso en alimentos que también tiene un costo de de costos laborales".
Por ello, los expertos hacen un llamado a que la discusión del salario mínimo se alinee "más a lo que va a ser la inflación del cierre de año que a esos niveles que ha anunciado el gobierno de dos dígitos", pues los expertos consideran que estos niveles tendrían una "repercusión muy negativa en los precios".
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Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Noticias Caracol.
ÁNGELA URREA PARRA
NOTICIAS CARACOL