

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
El capítulo 77 del Desafío Siglo XXI estuvo cargado de emociones para todos los competidores. Gamma quedó bastante lastimado y adolorido tras recibir un nuevo castigo que los obligo a tener un chaleco pesado por 12 horas, mientras hacían diferentes ejercicios. Mientras tanto, dos hombres y dos mujeres sentenciadas discutían sobre sus posibilidades de abandonar la competencia esta noche.
Como en cada Desafío a Muerte, Andrea Serna le preguntó a todos los desafiantes si tenían alguna pista sobre quién había sido el elegido durante este ciclo, pero en esta ocasión nadie se atrevió a dar una declaración. Entonces la presentadora pidió al elegido que dejara el anonimato y revelara cuál había sido su tarea.
Eleazar sorprendió a todos al dar un paso al frente y revelar que, por segunda ocasión, fue el elegido. El participante reveló que fue muy difícil cumplir con la labor que le otorgaron. "No fue fácil, tenía que hacer que Omega perdiera en sentencia y hambre", reveló el integrante de la casa Omega.
Explicó que la tarea se le complicó mucho más al ver que la prueba era en el Box Amarillo y que el equipo debía realizar la prueba con todos sus integrantes juntos, lo que dificultaba para él la posibilidad de retrasar a su equipo. El desafiante señaló que hizo lo posible por perder la ventaja, pero todo el tiempo estuvo muy reñida la competencia, pero que finalmente fue gracias a la mala puntería de Tina que pudo cumplir con su objetivo.
En el Box Negro se llevaron a cabo dos Desafíos a Muerte que eran todo o nada. Gio y Potro, de la casa Gamma, debían enfrentarse por el cupo entre los 12 mejores, mientras que Katiuska y Manuela, de la casa Omega, igual. No había ninguna otra opción, quien ganaba seguía en el juego y el segundo sería eliminado.
Antes de las pruebas, tanto Gio y Potro, como Katiuska y Manuela, hablaron en las casas sobre el momento en el que se encontraban, con un pie fuera del juego. Potro le manifestó su cariño a Gio, y señaló que haría lo posible por seguir en la competencia porque no quería regresar a su casa sin dinero, y Gio también le dio palabras de aliento en caso de salir. Manuela, por su parte, le manifestó a Katiuska que ganarle en el duelo a muerte la haría sentir orgullosa, pero también perder contra ella, pues la consideraba una de las mejores.
Publicidad
En el Box Negro, los participantes sentenciados debían desenredar una cuerda y bajar por ella al suelo, donde pasarían por un arrastre bajo hasta llegar al final de la pista, donde debían derribar un pequeño cajón. Del cajón sacaban una cadena con un gancho, con la cual debían subir nuevamente a la plataforma, de la que estaba suspendida un cajón más grande. Con ayuda de la cadena y el gancho debían abrir el cajón y sacar las seis pesas que estaban dentro de él.
Al lograr esto, debían llevar las seis pesas al inicio de la pista, donde debían ubicarlas de a dos en una base inestable y con ayuda nuevamente de la cadena con ganchos. Un mal movimiento o ubicación de las besas derribaría la base y el objetivo era lograr colocar las seis y que la plataforma quedara equilibrada.
En el caso de los hombres, Potro tomó ventaja sobre Gio y, aunque se le cayeron las pesas, logró culminar de primero la prueba asegurando su continuidad en el juego. Mientras tanto, en el duelo de las mujeres, Katiuska sobrepasó por mucho a Manuela a lo largo de la pista, pues llegó a terminar la pista cuando Manuela todavía estaba intentando sacar las pesas del cajón.
Publicidad
MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL