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La observación de cuerpos celestes que se aproximan a la Tierra es una actividad que combina el interés científico con la divulgación pública. La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) confirmó que el asteroide denominado 2025 QD8, con un tamaño estimado similar al de una casa, pasará cerca del planeta este martes, 2 de septiembre de 2025.
Este evento ha sido seguido con atención por astrónomos y centros de investigación, debido a sus características orbitales y a la distancia relativamente corta a la que se producirá el sobrevuelo.
Fue identificado por el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS), una división del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA. Según los datos recopilados por esta entidad, el cuerpo rocoso tiene un diámetro estimado de entre 17 y 38 metros, lo que lo ubica dentro de la categoría de asteroides pequeños, aunque con dimensiones suficientes para ser monitoreado con especial atención. La NASA describió este asteroide con el tamaño de una casa.
Su velocidad de desplazamiento es de aproximadamente 45.000 kilómetros por hora, lo que lo convierte en un objeto de alta energía cinética. Esta velocidad, combinada con su masa, hace que su trayectoria sea objeto de cálculos precisos para descartar cualquier posibilidad de impacto con la Tierra o con otros cuerpos celestes cercanos.
El asteroide pasará a una distancia de 218.009 kilómetros de la Tierra, lo que equivale a aproximadamente el 57 % de la distancia entre la Tierra y la Luna. Esta proximidad, aunque significativa en términos astronómicos, no representa ningún riesgo para el planeta, según los modelos orbitales proyectados por la NASA.
La agencia espacial ha reiterado que el sobrevuelo se producirá dentro de los márgenes de seguridad establecidos por los protocolos internacionales de monitoreo de objetos cercanos a la Tierra. No se espera que el asteroide ingrese a la atmósfera terrestre ni que cause alteraciones en los sistemas naturales o tecnológicos del planeta.
Debido a su tamaño y a la distancia de aproximación, el asteroide no será visible a simple vista. Sin embargo, el evento podrá ser seguido en tiempo real gracias a una transmisión organizada por el Proyecto del Telescopio Virtual, una iniciativa internacional que utiliza telescopios robóticos para observar fenómenos astronómicos.
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La transmisión está programada para las 19:00 horas (ET), es decir, 17:00 horas en Colombia, y se realizará desde el observatorio ubicado en Manciano, Italia. El telescopio principal, apodado “Elena”, cuenta con una apertura de 43 centímetros y ha sido utilizado en eventos similares para captar imágenes de asteroides, cometas y otros cuerpos celestes.
La observación se realizará mediante una exposición de 300 segundos, lo que permitirá distinguir al asteroide como un pequeño punto luminoso en movimiento entre las estrellas. Esta actividad está abierta al público y puede ser seguida a través del canal oficial de YouTube del Proyecto del Telescopio Virtual.
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Aunque el asteroide 2025 QD8 no representa una amenaza, su paso cercano ofrece una oportunidad valiosa para la comunidad científica. La observación directa de su trayectoria permite validar modelos de predicción orbital, estudiar su composición mediante espectroscopía y analizar su comportamiento físico en condiciones de vacío espacial.
Además, este tipo de eventos contribuye al desarrollo de tecnologías de defensa planetaria. La NASA, junto con la Agencia Espacial Europea (ESA), ha impulsado misiones como DART y Hera, orientadas a probar métodos de desviación de asteroides mediante impacto controlado. La información obtenida de asteroides como 2025 QD8 alimenta las bases de datos necesarias para diseñar estrategias de protección en caso de que se detecte un objeto con trayectoria de colisión.
El monitoreo de asteroides cercanos a la Tierra es una tarea permanente del CNEOS. Esta unidad mantiene una base de datos actualizada con miles de objetos cuya órbita cruza o se aproxima al planeta. Cada uno de estos cuerpos es clasificado según su tamaño, velocidad, trayectoria y probabilidad de impacto.
En los últimos años, se ha incrementado la capacidad de detección gracias al uso de telescopios terrestres y espaciales, como el James Webb Space Telescope y el NEOWISE. Estos instrumentos permiten identificar asteroides con mayor anticipación y calcular sus trayectorias con precisión milimétrica.
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El asteroide 2025 QD8 fue detectado con suficiente antelación para realizar observaciones previas a su acercamiento. De hecho, el pasado 30 de agosto, el Proyecto del Telescopio Virtual logró capturar una imagen del asteroide a una distancia de 3,9 millones de kilómetros, lo que permitió confirmar su aproximación y ajustar los parámetros de observación.
Aunque el asteroide 2025 QD8 no representa peligro, es válido preguntarse qué ocurriría si un objeto de tamaño similar ingresara a la atmósfera terrestre. Según estudios del JPL, los asteroides de hasta 30 metros de diámetro impactan la Tierra aproximadamente una vez por década. En la mayoría de los casos, se desintegran en la atmósfera, generando bolas de fuego y ondas sónicas que pueden romper ventanas o causar daños menores.
Un ejemplo de este tipo de eventos fue el impacto del asteroide sobre Cheliábinsk, Rusia, en 2013. El cuerpo tenía un diámetro de aproximadamente 20 metros y causó una explosión atmosférica que dejó más de 1.000 personas heridas por fragmentos de vidrio y ondas de choque.
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Por esta razón, la NASA y otras agencias espaciales mantienen protocolos de vigilancia activa y desarrollan tecnologías para desviar o destruir asteroides que representen una amenaza real. La probabilidad de impacto de un asteroide capaz de causar daños generalizados en los próximos 100 años es considerada muy baja, pero no inexistente.
ÁNGELA URREA PARRA
NOTICIAS CARACOL