Oscar José Ospino, de las AUC, y Abelardo Caicedo, de las FARC, no se conocían a pesar de que se combatieron durante varios años.
Oscar nació en San Ángel, Magdalena, ingresó a los paramilitares cuando tenía 19 años y allí adoptó el nombre de Tolemaida. Fue el segundo al mando del bloque Norte que comandó ‘Jorge 40’. Pagó nueve años de cárcel y, en Justicia y Paz, ha reconocido más de 3.000 hechos delictivos que repasan todo el código penal.
Abelardo, oriundo de Mercaderes, Cauca, ingresó a las FARC a los 17 años. Se hizo llamar ‘Solís Almeida’ y fue creador y jefe del bloque Caribe de la extinta guerrilla. Rinde versiones ante la JEP por varios delitos. Si contribuye a la verdad y a la reparación de las víctimas, no pagará cárcel.
Abelardo invitó a Óscar a conocer el Espacio Territorial de Capacitación donde lidera la reincorporación de 300 personas entre exguerrilleros y civiles, en Manaure, Cesar.
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En ese departamento, esta confrontación en la que también participaron varios frentes del ELN y la fuerza pública dejó 300.000 personas desplazadas, 40.000 muertos, más de 2.700 secuestros y cerca de 2.000 desaparecidos.
La amistad de estos dos excombatientes se fue tejiendo en la distancia, intercambiando anécdotas y dolores de la guerra. Hoy miran al futuro y trabajan en un proyecto productivo en el que estén exguerrilleros, exparamilitares y víctimas.
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Ambos muestran el camino y han demostrado que es posible ser amigos pese a la diferencia.
La historia de Oscar José Ospino y Abelardo Caicedo fue apoyada por la Embajada de Alemania.