Sacrificó su carrera, para ayudar al compañero herido y demostrar lo que es el verdadero espíritu deportivo. Lo increíble es que ambos fueron descalificados.
Blake Lewis, un estudiante de octavo grado en la escuela secundaria Riverton, en Utah (EE. UU.), sintió cómo uno de los huesos de su pierna crujió en plena competencia y a menos de doscientos metros de la meta.
Sean Rausch vio cómo su rival cojeaba y detuvo su marcha para ayudarlo. Se lo echó a la espalda, literalmente, y caminó los metros faltantes para alcanzar la línea de sentencia.
Los asistentes a la carrera aplaudieron este gesto de verdadero espíritu deportivo. Los jueces, sin embargo, no lo vieron así: descalificaron a los dos atletas por infringir el reglamento.
Sean es hoy un héroe en las redes sociales, donde el video de su acción ha sido reproducido miles de veces esta semana.
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