
Los sismos son fenómenos naturales que ocurren debido al movimiento de las placas tectónicas que forman la corteza terrestre. Estas placas están en constante movimiento, y cuando chocan o se deslizan una sobre otra, se acumula tensión en los límites entre ellas. Cuando esta tensión supera la resistencia de las rocas, libera la energía acumulada en el interior de la Tierra. Durante las últimas horas el mundo ha estado en alerta tras el sismo de 8,8 registrado en Rusia, que es el más fuerte que se ha evidenciado desde 2011. Sin embargo, a lo largo de la historia han ocurrido varios de estos eventos que han tenido consecuencias devastadoras.
Para poder medir el impacto que generan estos movimientos tectónicos primero se utilizó la llamada escala Richter, que fue pensada para medir sismos relativamente débiles, entre magnitudes de 2,0 y 6,9. Esta escala fue establecida por los sismólogos Charles Francis Richter y Beno Gutenberg en el año 1935, hasta que en 1979, Thomas C. Hanks y Hiroo Kanamori crearon la escala sismológica de magnitud de momento, que está basada en la medición de la energía total que se libera en un sismo. Esta continúa con los parámetros de la escala sismológica de Richter, pero al contrario que su predecesora, sirve para ponderar la energía liberada en terremotos de magnitudes superiores a 6,9, de acuerdo con información de National Geographic.
Estos valores deben tomarse con extrema precaución, ya que los posibles efectos de un terremoto no dependen exclusivamente de su magnitud, sino también de otros parámetros como la distancia del epicentro, la profundidad a la que se produce y las condiciones geológicas del lugar.
Los terremotos más fuertes de la historia
A lo largo de la historia han ocurrido diversos terremotos que han dejado desastres devastadores, donde destacan hechos como el de Fukushima, Japón, el 11 marzo 2011, que tuvo una magnitud 9, provocando posteriormente un tsunami que dejó 15.894 muertos y 2.557 desaparecidos. Además, causó una emergencia nuclear en la central de Fukushima, que sufrió daños en sus sistemas de refrigeración. O el caso de Alaska en Estados Unidos, el 28 marzo de 1964, que alcanzó los 9,2 y dejó 131 muertos, además de graves daños en edificios e infraestructuras. Generó un tsunami con olas que alcanzaron hasta los 52 metros de altura.
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Sin embargo estos sucesos no se comparan al terremoto más fuerte que se ha registrado en la historia de la humanidad. De acuerdo con los datos de del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), el sismo más fuerte sucedió en Valdivia, Chile, el 22 mayo de 1960.
Este terremoto tuvo una intensidad de 9,5 de magnitud, y se estima que, según los científicos, en términos de energía liberada, fue 20.000 veces más potente que la bomba lanzada sobre Hiroshima al final de la Segunda Guerra Mundial, provocando una destrucción masiva con más de 2.000 personas muertas, millones de damnificados y daños severos en los caminos y edificaciones de Valdivia, y de otras ciudades de la región. Además, Valdivia se hundió 4 metros bajo el nivel del mar y provocó la erupción del volcán Puyehue. Este sismo fue tan fuerte que llegó a generar tsunamis que alcanzaron Hawái y Japón, ubicadas a miles de kilómetros de distancia.
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ANDRÉS ADAMES
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