En los últimos 25 años, Venezuela ha vivido dos procesos constituyentes, uno en 1999, promovido por Hugo Chávez, y otro en 2017, impulsado por Nicolás Maduro. Analistas consultados por Noticias Caracol coinciden en que en este último proceso el chavismo diluyó al parlamento y apeló a asociaciones populares para mantenerse en el poder.
La constituyente del 2017 sirvió como plataforma para perpetuar al chavismo en el poder, de acuerdo con analistas. Contó con 545 asambleístas. Fueron 364 por votación territorial, 173 por sectores sociales y 8 por comunidades indígenas.
Por sectores fueron 79 trabajadores, 28 pensionados, 24 estudiantes, 24 de consejos comunales, 8 campesinos, 5 empresarios y 5 personas en condición de discapacidad.
Dicen que su elección se dio bajo un sistema arbitrario, con instituciones debilitadas y donde se privilegiaron los candidatos de corte oficialista.
"No fue exactamente una elección, sino una selección en donde no había claridad sobre cómo estaban conformadas estas bases. Era una fórmula para poder seleccionar a un número importante de personas para armar una asamblea, limitar y desaparecer el parlamento en Venezuela", señaló en Noticias Caracol Ahora Víctor Mijares, politólogo venezolano.
Para los analistas, la constituyente sirvió además para reemplazar el parlamento que en su mayoría era de oposición.
"Lo que se buscaba con esta constituyente era crear una nueva Asamblea Nacional y sacar de circulación la asamblea electa en el 2015”, explicó Alejandro Martínez Ubieda, vicepresidente de diálogo ciudadano colombo-venezolano.
Dicen los expertos que el trabajo no se concentró en escribir o redactar una nueva constitución. De hecho, como resultado de esos tres años de sesiones, nunca hubo un texto o borrador que modificara la Constitución venezolana de 1999 que promovió el fallecido presidente Hugo Chávez y que sirvió para legalizar la reelección indefinida.
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