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La Casa Blanca, bajo la administración del presidente Donald Trump, anunció la implementación de una tasa única de 100.000 dólares para las solicitudes de nuevas visas H-1B. Este fuerte aumento en los costos de las visas para trabajadores especializados, que entró en vigor un domingo, generó confusión y ha sido percibido como una medida restrictiva.
El visado H-1B permite a trabajadores extranjeros con cualificaciones específicas (tales como científicos, ingenieros y programadores informáticos) trabajar en Estados Unidos, inicialmente por tres años, prorrogables a seis. Estados Unidos otorga 85.000 visas H-1B cada año a través de un sistema de lotería.
Según un comunicado explicativo de la Casa Blanca, la proclamación de Trump afecta la aprobación de peticiones de visa H-1B de extranjeros que actualmente están fuera de EE.UU. que no estén acompañadas del pago. Sin embargo, la medida permite exenciones caso por caso si son de interés nacional. La proclamación exige además que los Departamentos de Trabajo y de Seguridad Nacional publiquen una guía conjunta sobre verificación, imposición, controles y penalizaciones relacionadas con las nuevas restricciones.
Ante la confusión generada, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, emitió una serie de aclaraciones. Enfatizó que la medida "no es una tasa anual" sino "una tasa única que aplica solo a la petición". La tasa de $100.000 aplica solo a nuevas visas y no a renovaciones.
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Los actuales portadores de la visa H-1B no están afectados por esta nueva tarifa. Leavitt aclaró específicamente que aquellos que ya poseen visas H-1B y están fuera del país "NO tendrán que pagar 100.000 dólares para volver a entrar", y su capacidad para salir y regresar al país no se ve impactada por la proclamación. La tasa aplicará por primera vez en el próximo ciclo de lotería de este tipo de permiso.
El anuncio de la nueva tarifa ha truncado los sueños de miles de estudiantes. Por ejemplo, Sudhanva Kashyap, un estudiante de ingeniería aeroespacial de 21 años residente en Bangalore, vio arruinados sus planes de ingresar a una universidad de primer nivel como Stanford y luego acceder al mercado laboral estadounidense con la visa H-1B. Comentó que antes, cuando la tarifa era más baja, "era más fácil convertir la visa de estudiante en una H-1B".
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Muchos jóvenesestán considerando ahora alternativas. Shashwath VS, un estudiante de ingeniería química, opinó que la nueva tarifa es demasiado alta para que las empresas patrocinen a candidatos extranjeros y afirmó que explorará otros países. Mencionó que muchos podrían intentar irse a países como Alemania, Países Bajos y el Reino Unido. Sahil, un gerente que vivió en EE.UU. con una visa H-1B durante casi siete años, declaró que "una de cada dos o tres personas en el sector tecnológico sueña con establecerse en Estados Unidos".
La restricción impacta principalmente a la India, cuyos ciudadanos concentran más del 70 % o alrededor de tres cuartas partes de los beneficiarios de este programa, el cual está dirigido a profesionales calificados, especialmente en el sector tecnológico. De hecho, los estudiantes indios representan dos tercios de los beneficiarios de estos permisos de trabajo. En 2024, había 422.335 estudiantes indios en Estados Unidos, lo que representó un aumento del 11,8% respecto al año anterior.
La confusión y el temor fueron inmediatos: un grupo de pasajeros indios de un vuelo que salía de San Francisco hacia Emiratos pidieron desembarcar al enterarse de la tasa de los visados por temor a no poder volver, lo que provocó un retraso de tres horas en el vuelo.
En el sector empresarial, la Asociación India de la Industria de Tecnología de la Información Nasscom expresó su preocupación, señalando que la "continuidad empresarial" en las empresas tecnológicas será perturbada. Las empresas estadounidenses que contratan a estos trabajadores están intentando comprender las implicaciones del anuncio, y aconsejaron a sus empleados no salir del país hasta que se aclaren los detalles de la nueva política.
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EFE Y AFP