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Este lunes 6 de octubre comenzó en el Tribunal de Apelación de Nimes, en el sur de Francia, el nuevo juicio del caso Pelicot, uno de los procesos más impactantes sobre violencia sexual en ese país. En esta ocasión, el tribunal revisará la condena de Husamettin D., el único de los 51 hombres sentenciados que decidió recurrir el fallo dictado en diciembre pasado. El proceso se extenderá hasta el jueves y contará con la presencia de la víctima, Gisèle Pelicot, quien vuelve a enfrentarse a los tribunales casi un año después de haber conseguido justicia.
Husamettin D., de 44 años, fue condenado a nueve años de prisión por haber abusado a Gisèle Pelicot, tras ser drogada por su entonces esposo, Dominique Pelicot. Los jueces de Aviñón lo declararon culpable junto a medio centenar de hombres que participaron en los abusos. Sin embargo, Dogan —quien en el primer proceso compareció en libertad debido a problemas de salud— presentó un recurso para apelar la decisión y enfrentar un nuevo juicio, esta vez con la posibilidad de una pena de hasta 20 años de cárcel.
El caso ha vuelto a captar la atención internacional por la dimensión de los hechos y por la figura de Gisèle Pelicot, de 72 años, considerada un símbolo global contra la violencia sexual y la sumisión química. Durante casi una década, entre 2011 y 2020, su esposo la drogó con somníferos para agredida sexualmente y permitir que decenas de hombres hicieran lo mismo mientras ella permanecía inconsciente.
Los hechos se registraron en su casa en Mazan, un pequeño pueblo del sur de Francia de unos 6.000 habitantes. Dominique Pelicot documentaba todo en fotografías y videos, en los que se veía a la víctima completamente dormida, mientras los agresores posaban ante la cámara. Aquellas pruebas fueron determinantes para lograr las condenas. En diciembre, él fue sentenciado a la pena máxima de 20 años de prisión y aceptó el fallo.
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Ahora, el tribunal se centrará únicamente en revisar la apelación de Husamettin D. Su abogado, Jean-Marc Darrigade, insistió en que su cliente “nunca tuvo la intención de violar a nadie”. Según dijo a la agencia AFP, “él respeta completamente a Gisèle Pelicot” y considera que su recurso “no debe interpretarse como un nuevo ataque” hacia ella.
De acuerdo con la versión del acusado, conoció a Dominique Pelicot a través de internet en 2019. El exmarido de Gisèle le habría dicho que su esposa estaba de acuerdo y fingiría estar dormida. Esa noche, según el relato de Dogan, comenzó el acto sexual pero se dio cuenta de que algo no era normal al notar que la mujer roncaba. Asegura que abandonó el lugar rápidamente, aunque no avisó a las autoridades.
Durante la audiencia de apelación, el tribunal deberá analizar nuevamente los hechos ocurridos en la noche del 28 de junio de 2019, cuando se habría producido la agresión. La defensa sostiene que el hombre fue manipulado, mientras la parte civil insiste en que los videos demuestran que se trató de una violación. “Ella necesita que la justicia le diga: ‘Todas las violaciones que hemos visto, sí, son realmente violaciones’”, declaró Antoine Camus, uno de los abogados de Gisèle Pelicot.
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La víctima, reconocida por su cabello pelirrojo corto y sus gafas oscuras, asistirá personalmente al tribunal. Su presencia tiene un fuerte valor simbólico, pues busca “pasar página” después de años de proceso judicial, según su abogado. “Habría preferido quedarse donde está para concentrarse en su nueva vida y en su futuro”, explicó Camus a AFP. Sin embargo, decidió volver a los tribunales para cerrar definitivamente este capítulo.
El exmarido de Gisèle, Dominique Pelicot, también participará en el juicio como testigo. Su abogada, Béatrice Zavarro, aclaró que su cliente responderá únicamente a las preguntas relacionadas con el acusado que apeló la sentencia. “Es el juicio de Husamettin D. y únicamente su juicio, no es el caso Pelicot”, dijo la defensora a EFE.
Durante el primer juicio, Dominique Pelicot admitió parte de los hechos y pronunció una frase que resonó en la sala: “Soy un violador y todos los hombres de esta sala también”.
La historia de Gisèle Pelicot se conoció mundialmente luego de que renunciara a su derecho a un juicio a puerta cerrada. Su decisión permitió que el caso se hiciera público y que el debate sobre el consentimiento y la sumisión química adquiriera una dimensión global. “Gracias a todos vosotros tengo fuerzas para llevar esta lucha hasta el final”, dijo al salir del tribunal en 2024. “Esta lucha la dedico a todas las personas, mujeres y hombres que en el mundo son víctimas de violencia sexual. Mirad a vuestro alrededor, no estáis solos”, expresó entonces.
Se debe destacar que, aunque inicialmente 17 de los 51 condenados apelaron, solo uno mantuvo el recurso. Los demás desistieron por temor a recibir penas mayores o ante el impacto público del caso.
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Mientras tanto, la situación judicial de Dominique Pelicot sigue abierta. Además de su condena por violación y agresión sexual, enfrenta otras investigaciones. Las autoridades francesas lo indagan por un presunto asesinato cometido en 1991 y por tentativa de violación en 1999. En este último caso se halló ADN suyo en la víctima, aunque en el más antiguo las pruebas genéticas se perdieron. También su hija, Caroline Darian, lo denunció por violación, proceso que sigue en curso.
LAURA NATHALIA QUINTERO.
NOTICIAS CARACOL DIGITAL.