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Tras una semana de incertidumbre y tensiones políticas, el programa nocturno Jimmy Kimmel Live! volverá a la pantalla el martes 23 de septiembre. Así lo anunció este lunes The Walt Disney Company, la empresa matriz de la cadena ABC, poniendo fin a una suspensión que desató un acalorado debate sobre la libertad de expresión y la polarización en Estados Unidos.
La decisión de suspender el popular late show la semana pasada se tomó en medio de un clima de alta emotividad. El motivo fueron unos comentarios de Jimmy Kimmel sobre el trágico asesinato de Charlie Kirk, un influyente activista de derecha y aliado del expresidente Donald Trump. Kimmel insinuó en su monólogo que el movimiento MAGA (Make America Great Again) estaba intentando explotar políticamente la muerte de Kirk, lo que desató una ola de críticas y amenazas por parte de figuras políticas y organismos reguladores.
"Durante el fin de semana se registraron nuevos mínimos, con la pandilla MAGA tratando desesperadamente de caracterizar al joven que asesinó a Charlie Kirk como cualquier cosa menos uno de los suyos y haciendo todo lo posible para sacar provecho político de ello", dijo el presentador en su espacio televisivo.
"El miércoles pasado, tomamos la decisión de suspender la producción del programa para evitar agravar aún más una situación tensa en un momento emotivo para nuestro país. Es una decisión que tomamos porque consideramos que algunos de los comentarios eran inoportunos", señaló Disney en el comunicado. Y revelaron que "hemos pasado los últimos días en conversaciones profundas con Jimmy y, tras ellas, decidimos que el programa vuelva al aire el martes".
La cancelación del programa de Jimmy Kimmel fue una decisión sin precedentes, especialmente porque se produjo bajo la presión de un organismo gubernamental. Según la información disponible, el director de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr, amenazó directamente a ABC, la cadena que emite el programa.
"Podemos hacer esto por las buenas o por las malas. O estas compañías buscan la manera de cambiar la conducta, de actuar francamente respecto a Kimmel, o la FCC tendrá trabajo adicional por delante", advirtió Carr, quien fue nombrado por Donald Trump en 2017 y es conocido por su postura conservadora.
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La amenaza de Carr se percibió como un intento de intimidar a la cadena y censurar un programa de entretenimiento, lo que encendió las alarmas entre defensores de la libertad de prensa y la Primera Enmienda. La situación escaló cuando Nexstar, el mayor operador de canales afiliados de ABC en Estados Unidos, anunció que no transmitiría el programa, una medida que impulsó a ABC a sacarlo del aire "indefinidamente".
La decisión de suspender el programa fue celebrada públicamente por el presidente Donald Trump, quien ha mantenido una relación hostil con Jimmy Kimmel durante años. Trump llegó a decir que la cobertura negativa de su administración debería ser "ilegal", lo que avivó aún más el debate sobre el papel de la prensa en una democracia y los límites del poder gubernamental sobre los medios.
Jimmy Kimmel, de 57 años, es una de las figuras más conocidas y respetadas del panorama televisivo estadounidense. Con un estilo que combina el humor satírico con la crítica social y política, ha logrado consolidar una audiencia fiel a lo largo de más de dos décadas. Su programa, Jimmy Kimmel Live!, debutó en enero de 2003 y se ha convertido en una pieza fundamental del late night en Estados Unidos.
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A lo largo de sus 22 años al aire, Kimmel ha entrevistado a innumerables celebridades, políticos y figuras de la vida pública, y sus monólogos iniciales a menudo marcan la pauta del debate mediático del día siguiente. A diferencia de sus primeros años, cuando su humor era más irreverente y a menudo se centraba en la cultura pop, en la última década ha adoptado una postura más política y crítica, especialmente durante y después de la presidencia de Donald Trump.
El regreso de Jimmy Kimmel a la pantalla marca el fin de un capítulo tenso, pero también plantea preguntas sobre el futuro del periodismo de entretenimiento y la sátira política en Estados Unidos. El incidente ha dejado claro que incluso los humoristas y los programas de variedades no están exentos de la intensa polarización política que define al país, y ha subrayado la fragilidad de la libertad de expresión frente a las presiones del poder.
MARÍA PAULA GONZÁLEZ / *con información de AFP
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL