Sydney Loofe fue asesinada por una mujer que conoció en esta red social y un hombre de 51 años que quería cumplir una fantasía sexual.
Tinder ha cambiado la forma de conocer, relacionarse y hasta fijar encuentros sexuales entre los jóvenes. Con tan solo seis años en el mercado, la app tiene 26 millones de conexiones diarias en las que priman las interacciones sociales entre desconocidos, característica que ha sido usada por inescrupulosos para cometer crímenes.
Este es el caso de Aubrey Trail, un hombre de 51 años, y la joven Bailey Boswell, de 24. Ambos son señalados de asesinar y desmembrar a Sydney Loofe, también de 24.
Según las autoridades, Loofe y Boswell hicieron ‘Match’ a través de Tinder. Por este medio comenzaron a hablar de forma continua -se encontraron más de 140 mensajes en el celular de la víctima- y hasta concertaron una cita para conocerse.
Publicidad
Este encuentro a “ciegas” se llevó a cabo el 14 de noviembre de 2017. Loofe comentó a muchos de sus amigos que estaba emocionada porque por fin iba a verse con una mujer que conoció vía online. Tal fue el éxito que se concretó una segunda cita para el día siguiente.
Tras esa segunda reunión, no hubo ninguna señal de vida de Loofe, ni siquiera en su trabajo. Al no tener información de su paradero, la familia reportó inmediatamente la desaparición ante las autoridades de Lincoln, Nebraska.
Publicidad
Tres semanas después de la supuesta cita, el 4 de diciembre, la Policía encontró el cadáver de la joven descuartizado y empacado en varias bolsas de basura.
Las primeras investigaciones mostraron que la última actividad del celular de la víctima se produjo en un edificio que quedaba en Wilber, un pueblo cercano a Lincoln. En el sótano de ese lugar, en donde vivían Trail y Boswell, las autoridades encontraron que habían intentado lavar con lejía las paredes y pisos para ocultar rastros de sangre.
Además, se halló un video de seguridad, justo el día siguiente a la desaparición de Loofe, en el que aparecían Aubrey y Bailey comprando utensilios cortopunzantes en una tienda de herramientas en Wilber.
Con esas pistas, la Policía y otras agencias estatales señalaron a ambos de ser los principales sospechosos. Para ese momento, ellos habían escapado de Nebraska y se ocultaban en el estado de Missouri.
Publicidad
Desde allí, publicaron un video bastante sospechoso en el que aclaraban que no tenían relación con la desaparición y muerte de la joven.
En el mismo, Boswell aceptó que había conocido a la víctima a través de Tinder, pero que habían dejado de verse tras una segunda cita: “No he escuchado nada de ella desde entonces. Solo quiero que la familia sepa que me siento muy mal y no tengo nada que ver con esto”.
Publicidad
Luego de una larga búsqueda, las autoridades dieron con el paradero de los prófugos y los arrestaron. Tras la captura, Trail confesó todo.
El hombre aseguró que todo hacía parte de una fantasía sexual que él tenía -estar con dos mujeres al mismo tiempo- pero por error estrangularon a Loofe hasta la muerte. “No se supone que tenía que ser tan extremo. No significaba que ella iba a morir”, declaró el homicida.
Tras la muerte “accidental”, la mujer de 24 años ayudó a desmembrar el cuerpo y limpiar la escena del crimen, o por lo menos eso asegura el señalado asesino.
Ya habiendo aceptado los cargos, Boswell enfrenta una posible cadena perpetua o, incluso, la muerte. En el caso de Trail, este mismo pidió ser castigado con la pena capital: “Una vida por una vida, esa es la regla en mi mundo. Debo ser sometido a la muerte”.
Publicidad