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Las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela se han intensificado en las últimas semanas en medio de un despliegue militar en el Caribe y nuevas acusaciones cruzadas entre Washington y Caracas. El Gobierno de Nicolás Maduro ha denunciado que la presencia de buques y aeronaves estadounidenses cerca de sus costas constituye una amenaza directa a su soberanía, mientras que la Casa Blanca insiste en que se trata de un operativo contra el narcotráfico.
Este martes 23 de septiembre Maduro anunció que evalúa declarar un “estado de conmoción exterior” ante lo que calificó como “agresiones” de Estados Unidos. Durante un acto en el palacio de Miraflores, el mandatario mostró una carpeta roja con el borrador del decreto y afirmó: “Ya pudiéramos decir está casi constituido el primer decreto (…) Estamos en preparación de sendos decretos para cualquier escenario que se presente. Venezuela saldrá adelante”.
Ese mismo día, cientos de civiles y militares armados marcharon en Caracas en respaldo a Maduro. Desde una tarima, los organizadores llamaron a mantener “en alto el fusil y la moral” en respuesta a lo que consideran burlas y provocaciones del presidente estadounidense Donald Trump. “No vamos a permitir que ningún imperio norteamericano invada nuestro país y estamos preparados para lo que ellos quieran (…) Nuestro presidente no está solo”, dijo a la AFP Dailyn Mota, una de las asistentes a la movilización.
Las tensiones se han multiplicado desde agosto, cuando Washington desplegó al menos ocho buques en el Caribe, entre ellos destructores y navíos de asalto anfibio, además de un submarino de propulsión nuclear clase Los Ángeles y aeronaves F-35B enviadas a Puerto Rico. La operación ha sido presentada por Estados Unidos como una estrategia para frenar el narcotráfico, mientras que Caracas lo interpreta como un intento de forzar la caída del Gobierno venezolano. Según el Departamento de Defensa, en las últimas semanas se destruyeron varias embarcaciones que partieron de las costas venezolanas, dejando al menos 14 muertos. El Gobierno de Maduro sostiene que se trató del “ajusticiamiento” de pescadores.
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Trump, por su parte, rechazó este lunes una carta en la que Maduro le proponía abrir un canal de diálogo y reiteró que está dispuesto a “utilizar todos los medios necesarios para frenar el tráfico ilegal de drogas provenientes del régimen de Venezuela”. La Casa Blanca recuerda que elevó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura del presidente venezolano, a quien acusa de encabezar el denominado “Cartel de los Soles”. Caracas niega estos señalamientos y asegura que su territorio no es un centro de producción de drogas. Ahora, en este escenario de choques diplomáticos y comunicados militares, el anuncio de la Marina estadounidense sobre pruebas con misiles balísticos intercontinentales en Florida ha añadido un nuevo elemento a la tensión.
El 23 de septiembre, la Marina de Estados Unidos confirmó que entre el 17 y el 21 de septiembre realizó cuatro lanzamientos de prueba de misiles Trident II D5 desde un submarino de la clase Ohio en la costa este de Florida. Los ensayos, explicó la institución en un comunicado, fueron “programados” y no respondieron a “ningún evento mundial en curso”.
“Un lanzamiento de prueba el domingo por la noche iluminó el cielo nocturno y fue visible desde Puerto Rico”, señaló la entidad a través de un comunicado, destacando la isla caribeña que se ha convertido en el centro del reciente despliegue aeronaval estadounidense. El medio internacional CNN destacó que la referencia al país no "parece casual", ya que Puerto Rico se encuentra a unos 700 kilómetros de Venezuela, mientras que los ensayos se realizaron a 1.500 kilómetros de la isla.
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Los misiles Trident II D5, diseñados en la década de 1980 y modernizados en 2017, son armas estratégicas lanzadas desde submarinos con capacidad de portar múltiples ojivas nucleares o termonucleares y un alcance de hasta 12.000 kilómetros, según el Center for Strategic and International Studies (CSIS). Aunque en esta ocasión se usaron proyectiles desarmados, la Marina subrayó que los ensayos buscaban “evaluar y garantizar la fiabilidad y precisión continuas del sistema”.
“El sistema de misiles balísticos lanzados desde submarinos de nuestra nación ha sido un componente crucial de nuestra seguridad nacional desde la década de 1960, y estos lanzamientos siguen demostrando la credibilidad y fiabilidad de nuestras capacidades de disuasión estratégica”, declaró el vicealmirante Johnny R. Wolfe, director de los Programas de Sistemas Estratégicos de la Armada, en la misma declaración oficial.
Wolfe añadió que “una disuasión estratégica creíble y eficaz es esencial para nuestra seguridad nacional y la de nuestros aliados” y que mantener la capacidad de respuesta del sistema “es fundamental para garantizar la paz a través de la fuerza”. Según el comunicado, con estos cuatro lanzamientos ya suman 197 pruebas exitosas del sistema Trident II D5.
La Marina precisó que antes de los ensayos se emitieron Avisos a los Aviadores (NOTAM) y Avisos a los Navegantes (NOTMAR) para delimitar áreas de exclusión aérea y marítima en el Atlántico. Los proyectiles cayeron en zonas amplias del océano, sin que hubiera riesgos para barcos o aeronaves. Las pruebas coincidieron con el ejercicio naval UNITAS 2025, que se realiza desde el 15 de septiembre en las costas de Florida, Carolina del Norte y Virginia, con la participación de buques de 25 países. CNN indicó que consultó al Departamento de Defensa si ambos eventos estaban relacionados, pero no obtuvo respuesta.
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El despliegue militar en Puerto Rico, que ha recibido cazas F-35 y buques de asalto como el USS Iwo Jima, también ha sido reforzado con un grupo anfibio de la Armada cuya preparación fue difundida el 24 de septiembre en un video del Comando Sur. En las imágenes, descritas por la agencia internacional de noticias EFE, se observa a infantes de marina realizando prácticas de tiro y ejercicios en zonas rurales de la isla.
Por lo pronto, el canciller venezolano Yván Gil pidió a los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) “ser la punta de lanza” contra lo que denominó la “locura” de Estados Unidos. "Tenemos la responsabilidad de ser la punta de lanza en una acción que detenga la locura que se pretende imponer en nuestros pueblos", manifestó Gil al intervenir en Nueva York en el XXVI Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), integrado por diez países, entre ellos Venezuela, Cuba, Nicaragua.
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En una transmisión del canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), el jefe de la diplomacia del país suramericano afirmó que "una élite que ha vivido toda su vida de la guerra" pretende "someter" a Venezuela, a América Latina y el Caribe con la presencia de buques militares y normalizar "una forma de hacer política que se basa en el chantaje, la presión, la amenaza".
LAURA NATHALIA QUINTERO ARIZA.
NOTICIAS CARACOL DIGITAL.