El presidente de Estados Unidos demostró que sabe cómo montar un buen show cuando sorprendió con su presencia a este grupo de turistas y estudiantes.
Entre gritos recibieron a Trump y Jack Cornish, de 10 años, aprovechó para tomarse una foto con el mandatario.
Lo que no pasó inadvertido fue un retrato que colgaba en la pared junto al presidente: nada más ni nada menos que Hillary Clinton, su exrival, cuando era primera dama.
Esta administración tardó más de lo normal en abrir las puertas de la Casa Blanca al público.
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