El pasado 13 de noviembre se cumplieron 39 años de la terrible tragedia que enterró al municipio de Armero, departamento del Tolima. En medio de la emergencia, provocada por la erupción del volcán Nevado del Ruiz, el mundo conoció por primera vez el nombre de Omayra Sánchez.>>> Le recomendamos leer: 39 años de la tragedia de Armero: imágenes del antes y después del desastre naturalLa pequeña tenía 13 años en ese entonces y, como muchos, quedó enterrada entre los escombros y el lodo. Solo se podía ver su rostro, el cual se convirtió en el símbolo de la catástrofe que cobró la vida de 25.000 personas.¿Qué le pasó a Omayra Sánchez en Armero?La niña, debido a la magnitud de la situación, estuvo tres días luchando por su vida, pues sus piernas quedaron atrapadas bajo los escombros de su vivienda. Murió el 16 de noviembre de 1985, esto, probablemente, a causa de hipotermia o gangrena.Medios internacionales cubrieron su historia y fue en aquel momento cuando el francés Frank Fournier tomó la imagen de Omayra Sánchez, esa icónica fotografía donde se ve a la menor de edad sujetar un palo, en medio del colapso de su casa.Aparece foto de Omayra SánchezPareciera que Armero quedó congelado en el tiempo y que no han transcurrido los 39 años que se conmemoran de su tragedia. En las últimas horas se ha hecho viral una fotografía de Omayra Sánchez, quien habría cumplido 52 años de edad en el 2024.La fotografía, pese a que fue publicada el pasado 28 de agosto en el portal cambioin.com, se ha tomado las redes sociales por estos días. La imagen fue compartida con el fin de conmemorar a la menor.La foto, la cual fue cedida por el Museo Memorial de Armero, muestra a la niña utilizar un traje típico, al parecer durante una presentación en su colegio. También se le ve luciendo una rosa gigante de color rojo en el cabello y sujetar varias velas en la mano izquierda.¿Qué pasó en Armero el 13 de noviembre de 1985?El volcán Nevado del Ruiz, tras pasar 69 años inactivo, hizo erupción en la noche del 13 de noviembre de 1985. Grandes cantidades de lodo y escombros descendieron rápidamente por el río Lagunilla, lo que provocó que se llevara con su paso a Armero y a sus habitantes.Muchos niños fueron rescatados, pero debido a que sus padres murieron en medio de la lamentable emergencia, fueron dados en adopción. Con el fin de reunir a las familias que fueron separadas por la tragedia, se creó la fundación Armando Armero, pero debido a que no hay muchos registros de los menores y la deficiencia en los protocolos de adopción, este proceso no ha sido sencillo.>>> Le puede interesar: Tragedia de Armero 39 años después: ¿cuántas personas murieron en el desastre natural?
Han pasado 39 años desde que la avalancha provocada por la erupción del Nevado del Ruiz sepultó la ciudad de Armero en 1985, dejando tras de sí más de 25.000 vidas perdidas y una población arrasada. Sin embargo, la tragedia no ha logrado borrar la identidad de los armeritas, quienes cada año se dan cita en el pueblo y en sus alrededores para recordar a los que ya no están y reafirmar su vínculo con la tierra que los vio nacer.Este año, como cada 13 de noviembre, la memoria de Armero se mantiene viva en la voz de sus sobrevivientes. Aunque el día de la conmemoración cayó en mitad de la semana, cientos de personas, entre armeritas, tolimenses y visitantes de otras partes del país, se reunieron para rendir homenaje a un pueblo que ya no existe físicamente, pero cuya historia sigue viva en los corazones de aquellos que lograron vivir.La avalancha de lodo y escombros arrasó con todo a su paso, dejando una estela de muerte y destrucción que borró del mapa lo que antes era un símbolo de prosperidad en la región. Casi cuatro décadas después, las voces de aquellos que lograron sobrevivir se siguen escuchando, buscando que la memoria de la tragedia no se apague.Armero, la tierra que vio nacer a toda una comunidadLibardo Osorio, quien vivió los horrores de esa noche fatídica, ha hecho del 13 de noviembre una cita inquebrantable. A pesar del paso de los años, no hay lugar ni momento en que el recuerdo de su pueblo no lo acompañe. "Esto le toca a cada familia, incentivar a los hijos, a los nietos, para que tengan el apego a una tierra que nos vio nacer, que nos dio vida, donde estudiamos y nos criamos", explicó a Noticias Caracol en vivo con una calma que solo el tiempo puede traer. El pueblo que dejó atrás ya no existe físicamente, pero él continúa visitando el lugar cada año, como una forma de rendir homenaje a los que perecieron, pero también para asegurarse de que el espíritu de Armero no muera.>>> Noticias Caracol le cuenta los 39 años de la tragedia de Armero: imágenes del antes y después del desastre naturalLas conversaciones entre los sobrevivientes de la tragedia siguen centradas en los recuerdos de la ciudad que desapareció en una noche. Jairo Trujillo, otro de los sobrevivientes, compartió cómo la vida en Armero era tranquila y próspera antes de la catástrofe. "Muchos amigos, muchos lugares inolvidables como donde trabajaba. Se nos fue todo y quedamos a la misericordia de Dios", dijo Trujillo con una mezcla de tristeza y resignación. Pero la memoria de Armero no es solo una cuestión de pérdida. También es un testimonio de la capacidad de los sobrevivientes para levantarse de las cenizas y seguir adelante. Los relatos de cómo cada uno logró salvarse, ya sea por un milagro, por la intervención de un vecino o por el simple azar, se repiten año tras año en cada encuentro.Parque en memoria de ArmeroCon el paso del tiempo, los sobrevivientes también han visto los esfuerzos por mantener viva la memoria del desastre, como la reciente iniciativa del gobierno del Tolima para construir el Parque Jardín de la Vida. Este lugar, con una inversión inicial de 600 millones de pesos, busca rendir homenaje a los 25.000 fallecidos y asegurar que la historia de Armero no se desvanezca con el paso del tiempo. Según Alexander Castro, Secretario de Cultura del Tolima, el parque es un intento por preservar una memoria "que ya no está en los mapas, pero que sigue latente en la memoria de los armeritas y de todos los colombianos".La iniciativa cuenta con el respaldo del Gobierno Nacional para llevar a cabo la creación de un museo a cielo abierto que permita a las nuevas generaciones conocer la magnitud de la tragedia y la resiliencia de quienes sobrevivieron. Además, uno de los símbolos más representativos de la tragedia, la cúpula de la iglesia de San Lorenzo, que fue arrastrada kilómetros por la avalancha, se conserva en el mismo lugar donde se encontraba la iglesia original. Este monumento es, para muchos, un recordatorio tangible de lo que Armero fue y de lo que nunca debe olvidarse.>>> Puede leer: El ‘milagro de Armero’: la historia no contada de la bebé que nació en el lodoAntes de la tragedia, Armero era un lugar lleno de vida. Con alrededor de 40.000 habitantes, el municipio se destacaba por su actividad agrícola y su infraestructura sencilla pero acogedora. Los residentes disfrutaban de un entorno familiar y una economía próspera basada en la agricultura. Las calles de Armero eran un reflejo de una comunidad unida, cuyo ritmo de vida estaba marcado por las estaciones del campo.A partir de septiembre de 1985, el volcán Nevado del Ruiz comenzó a dar señales de alarma: emisiones de ceniza, aumento de temperatura y pequeños estallidos. Sin embargo, las advertencias no fueron tomadas en cuenta a tiempo. El 13 de noviembre, el volcán entró en erupción a las 9:29 p.m. y, con ello, se desató una avalancha de lodo, agua, piedras y escombros que descendió rápidamente por los ríos Lagunilla, Chinchiná y Gualí. A las 11:30 p.m., Armero fue completamente sepultada por una capa de 350 millones de metros cúbicos de material volcánico.El lugar donde ocurrió la tragedia está abandonadoTras el desastre, la comunidad internacional envío ayuda humanitaria, pero la reconstrucción de Armero fue una tarea monumental. Si bien se intentó reubicar a los sobrevivientes, muchos de ellos terminaron en condiciones precarias en otras ciudades y el pueblo original fue completamente abandonado. En el sitio donde alguna vez se erguía la vibrante comunidad agrícola de Armero, se levantó un camposanto, con monumentos y placas conmemorativas en honor a las víctimas. Este espacio se ha convertido en un lugar de peregrinaje para aquellos que buscan recordar y rendir homenaje a los que perdieron la vida.Hoy, Armero-Guayabal, el nuevo municipio levantado a unos kilómetros del lugar original, lleva adelante el legado de los sobrevivientes. Aunque la reconstrucción ha avanzado, la región sigue enfrentando retos económicos y sociales. La agricultura, que antes era el motor de la economía, no ha logrado recuperar su antiguo esplendor, y muchos de los pobladores siguen luchando por una vida digna. Sin embargo, la memoria de lo sucedido en 1985 sigue viva, y la tragedia del pueblo es un recordatorio de la importancia de escuchar las señales de la naturaleza y actuar a tiempo ante las alertas.La tragedia sin precedentes ocurrió en horas de la noche y las primeras luces del día dejaban ver la dimensión del desastre que sacudió a Armero, solo se veía una inmensa capa de lodo. Días antes de la tragedia, expertos habían advertido el peligro de un posible deshielo que provocaría una avalancha. El silencio en el lugar del desastre era absoluto, hasta el canto de los pájaros se escuchaba triste, los tractores eran los únicos vehículos que se aventuraban a viajar en esa marea de lodo caliente para rescatar a vivos y muertos.La confusión era total, pese a las imágenes, el país aún no digería semejante catástrofe, comprender que una población tan densa ya no existía y que había sido borrada del mapa no era fácil. Ese trágico día de noviembre, fue difícil asimilar que debajo de una llanura de lodo estaba Armero, el municipio más rico del norte del Tolima.
Colombia ha enfrentado una serie de desastres naturales que han afectado a miles de familias en diversas regiones del país. Las lluvias torrenciales, que han sido particularmente intensas este mes, han provocado inundaciones, deslizamientos de tierra y daños materiales significativos. La situación ha llevado al gobierno a declarar el estado de desastre natural en varias zonas, incluyendo Bogotá, La Guajira y Chocó.Es por ello que, debido a las situaciones que se han presentado en el país, en noviembre se han vivido eventos naturales significativos, como la tragedia de Armero, ocurrida el 13 de noviembre de 1985, uno de los hechos que más impactó al país.>>> Vea: 39 años de la tragedia de Armero: imágenes del antes y después del desastre naturalEventos naturales en Colombia ocurridos en noviembreInundaciones en BogotáLa capital del país, Bogotá, ha sido una de las áreas más afectadas. Las intensas lluvias comenzaron el 6 de noviembre, un día que se registró como uno de los más lluviosos del año.La Autopista Norte, una de las principales vías de la ciudad, se inundó, atrapando a decenas de personas que tuvieron que ser evacuadas en lanchas improvisadas.El alcalde Carlos Fernando Galán ha liderado los esfuerzos de respuesta, instando a los ciudadanos a evitar tirar basura en los ríos y humedales para prevenir bloqueos en el sistema de alcantarillado.Crisis en ChocóEl departamento de Chocó ha sufrido gravemente debido a las inundaciones. Con el 85% de sus municipios afectados, más de 30.000 familias han sido damnificadas. Las imágenes compartidas en redes sociales muestran escenas devastadoras, con corrientes de agua arrastrando automóviles y casas. La situación es tan crítica que la gobernadora Nubia Carolina Córdoba ha declarado la calamidad pública por seis meses.Además, la presencia de la guerrilla del ELN en la región ha complicado la entrega de ayuda humanitaria.Emergencia en La GuajiraLa Guajira, una región desértica y empobrecida, también ha sido duramente golpeada por las lluvias. Más de 192.000 familias han sido afectadas por las inundaciones, especialmente en la Alta Guajira.La mala condición de las vías ha aumentado el riesgo de desabastecimiento de alimentos, agravando aún más la situación de vulnerabilidad de la población.Erupción del volcán Los AburridosEl 11 de noviembre de 2024, el volcán Los Aburridos, ubicado en el Urabá antioqueño, hizo erupción, sorprendiendo a los habitantes de los municipios de Necoclí, Turbo y San Pedro de Urabá.La erupción, que ocurrió alrededor de las 5:00 p.m., emitió grandes cantidades de lodo y gas metano, afectando varias vías y obligando a la evacuación de residentes cercanos. Aunque no se reportaron víctimas mortales, varios niños fueron hospitalizados por inhalación de humo.Perturbación tropical AL99La perturbación tropical AL99, formada a partir de una onda tropical en el mar Caribe central, ha generado condiciones climáticas adversas en la región. Con una probabilidad del 70% de convertirse en ciclón tropical, esta ha provocado lluvias persistentes y fuertes vientos en departamentos como La Guajira, Magdalena y el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Las autoridades han emitido alertas y están en constante monitoreo para mitigar los posibles impactos.Respuesta del Gobierno ante estos sucesos naturalesEl presidente Gustavo Petro ha declarado el estado de desastre natural para agilizar la respuesta y movilizar recursos hacia las zonas más afectadas. Esta medida permite al Gobierno reasignar presupuestos y coordinar esfuerzos a nivel nacional para enfrentar la crisis climática. La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) ha destinado fondos importantes para atender las necesidades urgentes en Chocó y otras regiones.De esa manera, el plan de respuesta del Gobierno incluye varias fases. La primera se centra en la atención inmediata y la distribución de recursos de emergencia, como kits de aseo, cocina y alimentos no perecederos. Las etapas posteriores se enfocarán en la recuperación y reconstrucción de infraestructuras dañadas. Se estima que solo en Chocó se requerirán cerca de 700.000 millones de pesos para estas labores.A su vez, la variabilidad climática ha exacerbado los impactos de las lluvias en Colombia, y se espera que el fenómeno de La Niña agrave aún más la situación en las próximas semanas. La directora del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), Ghisliane Echeverry, ha señalado que esta es la primera vez que se declara un estado de desastre natural debido a la variabilidad climática, lo que refleja un cambio en la forma en que se gestiona el riesgo en el país.Desastres naturales en noviembre de años anterioresAvalancha del volcán Nevado del Ruiz en Armero, TolimaEl 13 de noviembre de 1985, Colombia vivió uno de los desastres naturales más devastadores de su historia: la tragedia de Armero. La erupción del volcán Nevado del Ruiz provocó una avalancha de lodo que sepultó el municipio de Armero, en el departamento de Tolima, causando la muerte de más de 20.000 personas.Este evento trágico no solo dejó una profunda cicatriz en la memoria colectiva del país, sino que también impulsó cambios significativos en la gestión del riesgo y la preparación ante desastres naturales en Colombia.¿Por qué noviembre es un mes de tantos cambios climáticos?Noviembre es un mes caracterizado por cambios climáticos significativos en Colombia, especialmente en términos de lluvias. Esto se debe a varios factores:Noviembre marca la transición entre la temporada seca y la temporada de lluvias en muchas regiones de Colombia. Durante este mes, los patrones climáticos cambian, lo que puede resultar en precipitaciones intensas y eventos climáticos extremos. Fenómenos como La Niña y El Niño tienen un impacto considerable en el clima de Colombia. La Niña, en particular, puede intensificar las lluvias durante noviembre, aumentando la probabilidad de inundaciones y deslizamientos de tierra. Estos fenómenos alteran los patrones de viento y precipitación, contribuyendo a la variabilidad climática. El cambio climático también juega un papel crucial. El aumento de las temperaturas globales afecta los patrones de lluvia y puede hacer que los eventos climáticos extremos sean más frecuentes y severos. La deforestación y la urbanización descontrolada agravan estos efectos, ya que reducen la capacidad del suelo para absorber el agua, aumentando el riesgo de inundaciones.
La tragedia de Armero, el 13 de noviembre de 1985, acabó con la vida de al menos 25 mil personas, una catástrofe marcó para siempre la historia de Colombia y dejó una profunda huella en la vida de la actriz Bibiana Navas y su familia quienes se encontraban en una zona aledaña al desastre. La artista, conocida por trabajar en producciones como Pedro el escamoso y Paraíso Blanco, recordó esta experiencia en Se Dice de Mí en el 2023.“En un principio yo pensé que estaba cayendo granizo y resulta que caía era arena”, recordó Luz Amparo Molano, madre de la actriz, quien al principio no entendía qué era lo que estaba pasando.El día anterior a la tragedia, Bibiana y su familia pasaban una tarde común y corriente. Aunque una ‘lluvia’ inusual prendió las alarmas, jamás imaginaron lo que estaba por suceder.>>> El ‘milagro de Armero’: la historia no contada de la bebé que nació en el lodo"Esa tarde mi hermana Bibiana estaba en nuestra casa con muchos amigos del colegio ensayando una obra de teatro, yo recuerdo que como a eso de las 4:00 p.m. uno de ellos empezó a gritar que le estaba cayendo cemento y nos dimos cuenta de que había una lloviznita de una arena delgaditica”, aseguró Óscar Mauricio Navas, hermano de Bibiana.Una noche apocalíptica en ArmeroLas horas transcurrían con normalidad para ellos, pero los habitantes de Armero vivieron una completa pesadilla. “Nadie sabía realmente que era lo que iba a pasar, nunca nadie se imaginaba nada, pero esa noche de Armero y de todos esos pueblos aledaños fue como una noche muy apocalíptica”, comentó la actriz.Su abuelo fue el primero en familia en darse cuenta de la magnitud de la tragedia que ocurría muy cerca de ellos. "Recuerdo que mi abuelo tenía fincas, él se subió como por una montaña y se dio cuenta que todo eso estaba hecho en mar del lodo”, afirmó Bibiana Navas.>>> Emotivo reencuentro: médico que atendió tragedia de Armero abraza a la niña que trajo al mundoLa erupción del volcán Nevado del Ruiz generó una serie de lahares, es decir, un flujo de lodo y escombros volcánicos que arrasó con todo a su paso siguiendo el cauce del río Gualí. El abuelo de la actriz temió por los trabajadores que se encontraban allí.“Mi papá tenía una finca la orilla del río Gualí, para él fue muy traumático de pensar que sus trabajadores se hubieran ido ahí”, aseguró Luz Amparo Molano, madre de la actriz.Aun sin tener claro qué sucedía, los sonidos de la tragedia marcaron la noche de Bibiana Navas y su familia. "Yo no me podía dormir porque yo le decía a mamá ‘oiga, están gritando’ y ella me dijo ‘sí’ y se oían unos gritos a lo lejos, haz de cuenta un pueblo fantasma”, dijo la actriz.>>> Tragedia de Armero 39 años después: ¿cuántas personas murieron en el desastre natural?La familia se enteró por radio al otro día, cerca de las 10:00 a.m. que Armero había desaparecido. "Al otro día, toda Colombia se entera y todos nos enteramos de qué era lo que había pasado”, recordó Óscar Mauricio Navas.¿Qué pasó exactamente en Armero?Este 13 de noviembre se conmemoran 39 años de uno de los desastres naturales más impactantes en la historia de Colombia: la tragedia de Armero. Este evento, el segundo desastre volcánico más letal del siglo XX, dejó una marca profunda en la memoria del país, destruyendo cientos de familias.En noviembre de 1985, el volcán Nevado del Ruiz, tras 69 años de inactividad, erupcionó. El calor generado provocó el deshielo de los glaciares, desencadenando una avalancha de lodo y escombros que descendió rápidamente por el río Lagunilla, arrasando con el municipio de Armero, en el departamento del Tolima.A pesar de los años transcurridos, el dolor de las familias afectadas sigue vivo. Muchas madres aún buscan respuestas sobre el paradero de sus hijos, algunos de los cuales fueron dados en adopción a padres adoptivos en el extranjero y sin registros claros que contribuyan a su identificación.Reviva el capítulo completo de Se Dice De Mí aquí:
Por pura casualidad, dos mujeres que viven realidades opuestas se encontraron 34 años después de una separación que ninguna recuerda. Jenifer de la Rosa, periodista, reside en España, mientras que Ángela Rendón es una comerciante informal en Barrancabermeja. En 2020, Los Informantes conoció la historia de estas hermanas que estaban buscando a su madre, tras ser dadas en adopción después de la tragedia de la avalancha de Armero.Jenifer de la Rosa creció en una familia acomodada en Valladolid, una ciudad en el norte de España. Por otro lado, Ángela Rendón creció en Manizales, pero ahora vive en Barrancabermeja. Aunque sus vidas son opuestas, hay algo que las une: un hilo de sangre.>>>Tragedia de Armero 39 años después: ¿cuántas personas murieron en el desastre natural?Adopción de las hermanas después de la tragedia de ArmeroEl 13 de noviembre de 1985, Colombia vivió uno de los desastres naturales más catastróficos de su historia. La tragedia de Armero, ocasionada por la erupción del volcán Nevado del Ruiz, dejó más de 25 mil personas fallecidas, además de miles de heridos y desplazados. Ese mismo día, su madre, María Dorian Tapasco perdió a gran parte de su familia.María Dorian terminó en Manizales, donde entregó en adopción a sus dos hijas, cada una en un lugar diferente. Jennifer tenía tres semanas de nacida cuando su madre la entregó a una socorrista, mientras que Ángela tenía un año cuando fue dejada en una estación de Policía.>>>El ‘milagro de Armero’: la historia no contada de la bebé que nació en el lodo“La adopción mía fue triste. Llegó una señora a la estación de Policía diciendo que ‘le habían dejado una niña a cargo y que mi mamá no llegaba, que no tenía los medios adecuados para tenerme ahí’”, recordó Ángela.Pocos días después, Jennifer fue entregada a una casa de adopción, donde fue ofrecida a una pareja de españoles que no había podido tener hijos ni había tenido la suerte de poder adoptar en su país.>>>Emotivo reencuentro: médico que atendió tragedia de Armero abraza a la niña que trajo al mundo“En los pocos datos que les habían dado a mis padres, se decía que mi padre había fallecido en la avalancha y que mi madre me había dejado a cargo de una socorrista de la Cruz Roja que estaba en los servicios de auxilio…El ICBF fue el que determinó que yo era apta para ser adoptada”, mencionó Jennifer.¿Qué pasaba con los niños?Para ese entonces, cientos de cadáveres terminaron en fosas comunes, y miles de heridos fueron trasladados a hospitales en diferentes ciudades, perdiendo para siempre el rastro de sus seres queridos. La mayoría de los niños huérfanos fueron adoptados casi sin la vigilancia del Estado.“Mientras todos los periodistas estaban centrados en Omayra, se estaban robando niños ahí mismo, durante la tragedia… Se recibieron testimonios de personas que cogieron niños del barro, se los llevaron y los adoptaron”, afirmó Francisco González, director de la Fundación Armando Armero. González, quien creció en Armero y perdió a su padre y hermano en la tragedia, se propuso desde entonces no dejar morir nunca la memoria de su pueblo.>>>Historia de una madre segura de que hallará a su hijo desaparecido en ArmeroHace más de una década, creó la fundación y trabaja sin descanso para reunir a las familias que lo perdieron todo con la erupción del volcán. “Vendieron muchos niños, otros los adoptaron de manera exprés, por conductos regulares o irregulares… Mientras las madres estaban en los hospitales recuperándose de sus heridas, cuando salían al mes o dos meses, empezaban a buscar a sus hijos…En esa tristeza y esa lucha llevan 34 años buscando”, reveló.Reencuentro hermanas dadas en adopciónTras una intensa búsqueda para dar con el paradero de su madre, María Dorian, no pensaron que se encontrarían una a la otra. Ambas querían saber sobre su pasado, de dónde venían, y empezaron a construir el rompecabezas de sus vidas.>>>Un 'ángel' en Armero: la historia del médico que desafía la muerte y ayuda a los invisiblesÁngela quiso contar su historia en los medios de comunicación con la esperanza de que llegara a oídos de su madre. Un año después, Francisco González la contactó y le dijo que muy probablemente tenía una hermana.Jennifer había encontrado en internet la nota de prensa en la que su hermana buscaba a su madre, quien tenía el mismo nombre que la mujer que aparecía en los papeles de su adopción.>>>Esperanza, lo que Armero no le quitó a un padre que sueña con hallar a sus 3 hijas 32 años despuésTras una prueba de ADN, se confirmó que ambas sí eran hermanas y que tras la tragedia de Armero fueron separadas. Así lo confirmó Juan José Yunis, médico genetista, quien ha dedicado su vida a recoger muestras de ADN de centenares de sobrevivientes.Jennifer viajó a Colombia y selló el reencuentro con un anhelado abrazo. No obstante, ambas siguen luchando por saber qué pasó con su madre biológica. “Solo queremos saber cuáles son nuestros orígenes, qué fue lo que pasó, para poder estar tranquilas”, concluyó Jennifer.Reviva la historia de Los Informantes aquí:
La tragedia de Armero, ocurrida el 13 de noviembre de 1985, fue uno de los desastres naturales más devastadores en la historia de Colombia. Este evento catastrófico dejó más de 25 mil personas fallecidas, además de miles de heridos y desplazados. Los Informantes conoció la historia de un médico que, hace 39 años, ayudó a dar a luz a una mujer en medio del lodo.Consuelo Rodríguez fue aquella bebé que llegó al mundo entre el lodo, gracias a la rápida ayuda del joven médico Rodrigo Meléndez, quien encontró su vocación como voluntario durante el desastre natural de Armero.>>>El ‘milagro de Armero’: la historia no contada de la bebé que nació en el lodoLa vida del doctor Rodrigo MeléndezEl doctor Meléndez es toda una rareza en casi todos los aspectos de la vida. Ha tenido 5 matrimonios y su especialidad médica es única. Se cataloga a sí mismo como ‘callejólogo’, porque atiende a los invisibles, a los enfermos de la calle.Desde pequeño, sufrió graves complicaciones de salud; tuvo poliomielitis y, posteriormente, numerosas dificultades para caminar y problemas graves de movilidad en los brazos. Ahora batalla contra dos cánceres.>>>Emotivo reencuentro: médico que atendió tragedia de Armero abraza a la niña que trajo al mundoA pesar de sus limitaciones, Rodrigo estudió Medicina en la Universidad del Rosario, en Bogotá. “La habilidad quirúrgica mía no era fácil. Yo no podía voltear muy fácil las manos, o sea, la sutura y todo eso era complicado. Durante el tiempo de estudiante se fundó el hospital La Victoria, yo era el que atendía todos los partos y recibía todos los chiquitines”, mencionó el doctor en una entrevista con Los Informantes.Durante 25 años, el doctor Meléndez se dedicó a su profesión, a pesar de las muchas dificultades que ha enfrentado debido a su estado de salud. Próximamente, publicará un libro sobre su vida, titulado 'Dulce venganza', en referencia a su lucha contra el cáncer. Él continuará demostrando su vocación de servicio y su pasión por la labor social.>>>Tragedia de Armero 39 años después: ¿cuántas personas murieron en el desastre natural?¿Qué pasó en Armero?Una mañana, el doctor Rodrigo Meléndez escuchó por la radio una noticia que cambiaría su vida y la de muchas personas más. En la madrugada del 14 de noviembre de 1985, el reconocido periodista Yamid Amat anunció que Armero había desaparecido del mapa tras la erupción del volcán Nevado del Ruiz, luego de 69 años de inactividad.Tras la trágica noticia, el joven médico partió hacia el departamento de Tolima para unirse al equipo de atención de la emergencia. ”Uno sentía que estaba ante El Desierto del Sahara. Había una desolación total. Lo que uno alcanzaba a ver era cantidades de personas implorando ayuda...En compañía de otros tres médicos que me acompañaron en esta aventura comenzamos a tratar de organizar una serie de equipos de rescate...Yo llevaba unas ganas de ayudar grandísimas”.>>>Así es la inspiradora historia de hermanos siameses: "La discapacidad no nos impide ser felices"En medio del caos absoluto, sin recursos ni tecnología, el doctor y otros rescatistas intentaron lo imposible, enfrentando un dolor profundo. No fue hasta que un grito de auxilio se convirtió en el motor que impulsó a este doctor a seguir adelante en el rescate de los afectados.Mientras todo se derrumbaba a su alrededor, una mujer estaba a punto de dar a luz en medio de un lodazal. “Le dije a dos de las chicas que estaban conmigo como socorristas que tratáramos de armar un cambuche. Le rompí fuente y fue rápido el parto, salió la chiquita. Salió bien, afortunadamente...Fue una esperanza muy grande ver que en medio de la muerte renacía la vida”, dijo el doctor, quien recuerda que, entre los dos médicos presentes y la madre, se decidió el nombre de la bebé: Consuelo Rodríguez.>>>Un amor a prueba de todo: pareja enfrentó sus adicciones y las superó para ayudar a otrosAsí fue el milagroso reencuentroEn ese entonces, el país siguió sin aliento la tragedia de Armero a través de los medios de comunicación. Las imágenes del mar de lodo, las caras del drama, los valientes, las familias rotas y la desgracia quedaron grabadas en la memoria de los colombianos.El programa Los Informantes logró reunir al médico y a la paciente que vio nacer en medio de la catástrofe. Como un milagro, ambos se reencontraron casi cuatro décadas después de los hechos.El doctor Rodrigo Meléndez le contó a Consuelo todos los detalles de su parto. Para él, sellar el reencuentro con un abrazo fue la emoción del deber cumplido y para ella, un motivo de agradecimiento. Esta historia quedará perpetuada en sus memorias.Reviva la historia completa de Los Informantes aquí:
Armero, un lugar que resuena con historias de tragedia y resiliencia, es un destino turístico que ofrece una experiencia única y conmovedora. Situado en el departamento de Tolima, Colombia, este pueblo fue devastado por la erupción del volcán Nevado del Ruiz el 13 de noviembre de 1985.A 39 años de la tragedia, Armero se ha convertido en un sitio de memoria y aprendizaje. En esta guía, le contamos cómo llegar, qué ver y los costos asociados con un recorrido por este histórico lugar.Cómo llegar a Armero desde BogotáLa forma más común de llegar a Armero es desde Bogotá. Hay varias opciones de transporte:Bus: puede tomar uno desde la Terminal Salitre en Bogotá hasta Ibagué, Tolima, y luego un taxi hasta Armero. El costo total es de aproximadamente $16 a $22 USD (aproximadamente 71.000 a 100.000 pesos colombianos) y el viaje dura alrededor de 6 a 8 horas.Carro: si prefiere conducir, el viaje desde Bogotá a Armero dura aproximadamente 5 horas. El costo del combustible es de alrededor de $11 a $18USD (aproximadamente 50.000 a 80.000 pesos colombianos)Taxi: también puede optar por este medio de transporte directo desde Bogotá, aunque esta es la opción más cara, con un costo de entre $35 y $45 USD (aproximadamente 156.000 a 200.000 pesos colombianos)Desde IbaguéDesde Ibagué, la capital del Tolima, el viaje es más corto:Bus: hay transporte directo que lo llevan a Armero en aproximadamente 3 horas, con un costo de $5 a $7 USD (aproximadamente $22.000 a $31.000 COP)Carro: conducir desde Ibagué a Armero toma alrededor de 2 horas y 30 minutos, con un costo de combustible similar al de Bogotá.AlojamientoSi planea pasar la noche en la zona, hay varias opciones de alojamiento en los alrededores de Armero y en la cercana ciudad de Ibagué. Los precios de los hoteles varían, pero puede encontrar opciones desde $89.000 por noche.Qué ver en ArmeroMemorial de las víctimasEl memorial de las víctimas es el principal atractivo de Armero. Este sitio conmovedor incluye monumentos y placas conmemorativas que honran a las más de 20.000 personas que perdieron la vida en la tragedia. La entrada es gratuita, pero se recomienda hacer una donación para el mantenimiento del lugar.Ruinas de ArmeroPuede recorrer las calles y ver los restos de edificios y vehículos atrapados en el lodo. Caminando por las ruinas, se pueden observar los restos de casas y edificios que han sido lentamente reclamados por la naturaleza. Las lápidas y los monumentos dispersos por el área sirven como recordatorios silenciosos de la tragedia.Uno de los sitios más visitados es la tumba de Omaira Sánchez, una niña cuya lucha por sobrevivir fue transmitida en vivo y conmovió a todo el país.Se recomienda contratar un guía local para obtener una experiencia más enriquecedora. El costo de un guía es de aproximadamente $10 a $15 USD por persona (aproximadamente $44.000 a $67.000 COP)Algunos guías son sobrevivientes de la tragedia y ofrecen relatos personales que añaden una dimensión emocional al recorrido. Estos tours suelen durar entre 2 y 3 horas y cubren los puntos más importantes del sitio.Museo de la memoriaEl museo de la memoria, ubicado en las cercanías, ofrece exposiciones sobre la historia de Armero y la erupción del Nevado del Ruiz. La entrada al museo cuesta alrededor de $3 USD por persona (aproximadamente 13.000 pesos colombianos)Conmemoración de los 39 años de la tragediaEl 13 de noviembre de 2024, se conmemoraron 39 años de la tragedia de Armero. El Gobierno Nacional y varias entidades del Estado, lideradas por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, se reúnen con la comunidad de Armero para honrar la memoria de las víctimas.Durante la conmemoración, se realizan diversas actividades, incluyendo ceremonias, conciertos y presentaciones culturales, que resaltaron la importancia de recordar y aprender de este trágico evento.Además, no solo sirve para honrar a las víctimas, sino también para reflexionar sobre la importancia de la preparación ante desastres naturales. La tragedia de 1985 destacó la necesidad de sistemas de alerta temprana y una respuesta efectiva por parte del gobierno y las comunidades.>>> Vea también: Emotivo reencuentro: médico que atendió tragedia de Armero abraza a la niña que trajo al mundoConsejos para los visitantesLa mejor época para visitar Armero es durante la temporada seca, de diciembre a marzo, cuando las condiciones climáticas son más favorables para recorrer las ruinas y los sitios al aire libre.PrecaucionesRopa y calzado: use ropa cómoda y calzado adecuado para caminar por terrenos irregulares.Hidratación: lleve suficiente agua, especialmente si visita durante los meses más cálidos.Respeto: recuerde que Armero es un sitio de memoria y respeto. Mantenga una actitud respetuosa y evite comportamientos inapropiados.
El 13 de noviembre de 1985, Armero no solo perdió 22.000 de sus habitantes, sino que también fue testigo de una de las tragedias más grandes que afrontó Colombia. Antes de ese día fatídico, Armero era un próspero municipio del Tolima, ubicado en una de las regiones más fértiles de Colombia, donde el cultivo del café y la agricultura eran la base de su economía. Con 40.000 habitantes, Armero era una ciudad llena de vida, donde los niños jugaban en las calles y las familias compartían momentos en los parques y plazas del pueblo. El impacto de la tragedia de Armero no solo se sintió en la pérdida de vidas humanas, sino también en la destrucción de hogares, infraestructuras y medios de subsistencia. La comunidad internacional respondió con ayuda humanitaria, pero la magnitud del desastre dejó una marca indeleble en la memoria colectiva de Colombia.>>> Le puede interesar: El ‘milagro de Armero’: la historia no contada de la bebé que nació en el lodo¿Qué pasó en Armero?La tragedia de Armero, ocurrida el 13 de noviembre de 1985, es uno de los desastres naturales más devastadores en la historia de Colombia. Este evento fue causado por la erupción del volcán Nevado del Ruiz, que había estado inactivo durante 69 años. La erupción generó una serie de lahares, flujos de lodo y escombros volcánicos, que descendieron rápidamente por las laderas del volcán, arrasando con todo a su paso.La advertencia que nunca se escuchóEl desastre de Armero no fue un accidente impredecible ni una catástrofe natural sin precedentes. Fue una tragedia anunciada durante meses, incluso años. Desde 1984, científicos, expertos en vulcanología y hasta los habitantes más cercanos a la montaña comenzaban a notar señales alarmantes: un aumento en la temperatura del Nevado del Ruiz, la muerte de peces en las cuencas cercanas y pequeñas explosiones volcánicas que presagiaban lo que estaba por venir. Incluso, un informe histórico del coronel Joaquín Acosta, fechado en 1842, había señalado la recurrencia de este tipo de erupciones y las devastadoras avalanchas que solían seguirlas.En 1985, el volcán comenzó a emitir cenizas y, a pesar de las señales, el Gobierno nacional no tomó medidas. El alcalde de Armero, Ramón Rodríguez, junto con varios líderes locales, trató en vano de alertar sobre el peligro inminente. En septiembre de ese mismo año, la erupción del Nevado del Ruiz ya estaba en marcha, con una primera señal visible: el 11 de septiembre, el volcán comenzó a expulsar gases, vapor y cenizas. Y, pese a las múltiples advertencias, las autoridades se mostraron indiferentes ante los informes y las amenazas, lo que resultó en la descoordinación y falta de evacuación que terminaría en el desastre.¿Cómo era Armero antes de la tragedia?Antes de ser arrasada por la devastadora erupción del Nevado del Ruiz en 1985, Armero era uno de los municipios más prósperos del departamento de Tolima. La región, conocida por su gran actividad agrícola, era famosa por sus vastos cultivos de algodón y arroz, que le dieron el apodo de la ciudad blanca. Su economía florecía gracias al comercio y la producción agrícola, y la vida en el pueblo transcurría normal.Con aproximadamente 29.000 habitantes, Armero era un lugar lleno de vida. Sus calles reflejaban la actividad de una comunidad dedicada al trabajo en el campo. Las casas de este municipio eran amplias y se caracterizaban por sus grandes patios llenos de árboles frutales como mangos, guamas, mamoncillos y plátanos. La arquitectura del pueblo era sencilla pero acogedora, con viviendas dispuestas alrededor de espacios abiertos.La noche que lo cambió todo en ArmeroEl 13 de noviembre, las horas previas a la tragedia fueron inquietantes. A las 4:00 p.m., la caída de ceniza comenzó a cubrir la ciudad. A las 6:00 p.m., una ligera llovizna comenzó a caer sobre Armero, lo que ya era un presagio de lo que se avecinaba. A las 7:00 p.m., la Cruz Roja Regional empezó a considerar una posible evacuación, pero la falta de respuesta del gobierno central, junto con la demora en las decisiones, fueron factores que contribuyeron a la magnitud de la tragedia.La erupción del volcán ocurrió a las 9:29 p.m. y en ese mismo instante comenzó el deshielo de la corona de hielo de la montaña. Esto dio paso a una avalancha de agua, lodo, rocas y escombros que descendió rápidamente por los ríos Lagunilla, Chinchiná y Gualí, que inundaron todo a su paso. A las 11:30 p.m., los 350 millones de metros cúbicos de lodo y piedras arrasaron Armero, dejando al pueblo irreconocible. El pueblo desapareció bajo una capa de escombros, y miles de personas fueron sepultadas mientras dormían.El balance fue devastador: aproximadamente 23.000 muertos, casi el 94% de la población. Tan solo el 6% de los habitantes sobrevivió, y muchos de ellos quedaron atrapados en los escombros, siendo rescatados días después, algunos incluso semanas.>>> Esperanza, lo que Armero no le quitó a un padre que sueña con hallar a sus 3 hijas 32 años despuésLa vida después de la catástrofe que ocurrió en ArmeroDespués de la tragedia, la vida de los sobrevivientes cambió para siempre. Para muchos, la pérdida de seres queridos, casas y un futuro prometedor fue solo el inicio de una larga lucha por sobrevivir. Pero la reconstrucción del pueblo no solo implicó reconstruir viviendas. Fue una batalla constante por recuperar la memoria histórica de lo que fue Armero y por mantener vivo el nombre del pueblo, borrado casi por completo de los mapas.Uno de los esfuerzos más significativos fue el trabajo de la Fundación Armando Armero, dirigida por Francisco González. A lo largo de los años, la fundación ha trabajado incansablemente para recuperar a los niños que fueron separados de sus familias durante la tragedia y que fueron llevados, en muchos casos, a otros países sin saber su verdadero origen. La reconstrucción de Armero fue lenta y, en muchos casos, ineficaz. Las promesas de reubicar a los sobrevivientes en nuevas zonas no se cumplieron en su totalidad, y muchos de los desplazados terminaron viviendo en condiciones precarias en otras ciudades.Omayra Sánchez, el rostro de la despedida de ArmeroUna de las imágenes más desgarradoras de esa noche fue la de Omayra Sánchez, una niña de 13 años que se convirtió en el rostro humano de la tragedia. Omayra fue una de las muchas víctimas atrapadas bajo los escombros y el lodo. Durante horas, estuvo atrapada en un agujero de barro y agua, con las piernas inmovilizadas por el colapso de su hogar y las estructuras a su alrededor. Su situación fue cubierta por los medios de comunicación internacionales, y su imagen, emergiendo de los escombros, con el rostro lleno de sufrimiento y desesperación, se convirtió en un símbolo de la tragedia.A pesar de los esfuerzos desesperados de los rescatistas y de las condiciones extremas, Omayra no logró sobrevivir. La tragedia de su muerte, transmitida en vivo por los noticieros, conmocionó al mundo entero y puso de manifiesto la gravedad de la catástrofe en Armero. >>> Puede leer: Emotivo reencuentro: médico que atendió tragedia de Armero abraza a la niña que trajo al mundo¿Cómo está Armero en la actualidad?Hoy en día, Armero es un lugar que vive bajo el peso de su historia, marcado profundamente por la tragedia que le cambió la vida a sus habitantes y a toda Colombia. La antigua ubicación del municipio, donde alguna vez floreció una próspera comunidad agrícola, ha sido convertida en un sitio de memoria y reflexión. En este campo santo, se encuentran monumentos, placas conmemorativas y un sinfín de recuerdos que evocan las vidas perdidas en la avalancha del Nevado del Ruiz. Este lugar se ha transformado en un espacio sagrado al que acuden tanto turistas como familiares de las víctimas, quienes llegan a rendir homenaje y recordar a los que ya no están.Armero-Guayabal es el nuevo puebloEl pueblo original, destruido en su totalidad por la tragedia, ha dado paso a un nuevo asentamiento: Armero-Guayabal. Este nuevo municipio, ubicado a pocos kilómetros del lugar original, fue levantado con el esfuerzo incansable de los sobrevivientes y el apoyo del gobierno. Las cicatrices de la tragedia son profundas, y aunque la comunidad ha logrado rehacerse en muchos aspectos, sigue luchando por mejores condiciones de vida y por un desarrollo económico más sólido.En cuanto a infraestructura, Armero-Guayabal ha logrado avanzar significativamente. El nuevo pueblo cuenta con los servicios básicos necesarios, como escuelas, centros de salud y comercios. Y a pesar de los esfuerzos por revitalizar la agricultura, que siempre fue el motor económico de la región, la producción en menor escala de cultivos como el arroz y el algodón no ha logrado igualar la capacidad productiva que Armero tenía antes de la tragedia.
El 13 de noviembre de 1985, Armero quedó sepultado bajo toneladas de lodo tras la erupción del volcán Nevado del Ruiz. Más de 20 mil personas perdieron la vida en una de las peores tragedias naturales de Colombia, pero, en medio del horror y la devastación, una historia de vida logró abrirse paso: el nacimiento de una bebé en el corazón de la tragedia.>>> Los Informantes: La hija de la avalancha, las puntadas de Andrea Petro y una reina de la batataConsuelo Rodríguez fue aquella bebé que llegó al mundo entre el lodo, gracias a la rápida ayuda del entonces joven médico Rodrigo Meléndez. Casi cuatro décadas después, en un emotivo encuentro logrado por el programa Los Informantes, ambos se vieron y rememoraron aquel milagroso momento que los unirá para la eternidad.La historia del doctor Rodrigo MeléndezEl doctor Rodrigo Meléndez es una rareza en casi todos los aspectos de la vida. Desde su vida privada, con 5 matrimonios a cuestas, hasta su especialidad, pues dice que es ‘callejólogo’, en sus palabras: el médico que atiende los invisibles, los enfermos de la calle; del Bronx, de 5 huecos, de Idipron, entre otras.“Pues yo me siento muy bien. Las enfermedades que yo tengo han sido bendiciones, me han enseñado mucho más sobre la vida, mucho más de lo que he aprendido a través de mi carrera (…) Infortunadamente, digo, al comienzo tuve un polio, que me afectó 2 extremidades. Luego, tuve otra enfermedad llamada esclerosis lateral amiotrófica. Ha tratado esa enfermedad de llevarme a una silla de ruedas, pero he luchado y no me voy a dejar. Y, por último, los signos del zodiaco me persiguen y aparecen 2 situaciones de cáncer, pero que estamos también luchando con ellas”, comenta el doctor.>>> Habla Andrea Petro, hija del presidente: “Él dirige al país a través de Twitter, déjenlo”Pese a sus limitaciones, Rodrigo Meléndez entró a la Universidad del Rosario a estudiar Medicina y se graduó con honores.“Yo quería ser en un momento dado ginecólogo y obstetra y, durante el tiempo de estudiante, se fundó el Hospital La Victoria, entonces con mis compañeros nos repartíamos. Yo era el que atendía todos los partos y recibía todos los chiquitines y a ellos les fascinaba suturar. Era mucho más fácil con mis manos recibir los chiquitines, entonces yo era como la partera”, recordó en Los Informantes.En la madrugada del 14 de noviembre de 1985, Yamid Amat -el decano de los periodistas- con su gran olfato, anunció que Armero había desaparecido del mapa.>>> Un amor a prueba de todo: pareja enfrentó sus adicciones y las superó para ayudar a otrosTras la trágica noticia, el joven médico Rodrigo Meléndez partió hacia el departamento de Tolima para complementar el equipo de atención de la emergencia.Llegó hacia las 5:40 a.m. y “uno sentía que estaba ante El Desierto del Sahara. Había una desolación total. Y lo que uno alcanzaba a ver: cantidades de personas implorando ayuda”.En medio de un caos absoluto, sin recursos ni tecnología, el doctor y otros rescatistas intentaron hacer lo que podían, pero el dolor y la muerte los desbordaron. Sin embargo, se encontraron con una sorpresa.Mientras el mundo se derrumbaba a su alrededor, una vida estaba abriéndose paso entre el lodazal: una mujer estaba a punto de dar a luz.“Se quejaba mucho de sus dolores de parto. Me dijo que era, creo que el quinto o el sexto, no recuerdo bien. Entonces dije: 'esto va a ser muy rápido'. Le dije a 2 de las chicas que estaban conmigo como socorristas que tratáramos de armar un cambuche. Le rompí fuente y fue rápido el parto, salió la chiquita. Salió bien, afortunadamente, pero cuando la tuve en mis manos dije: “Dios, Rodrigo, ¿cómo le vamos a ligar el cordón umbilical?”. Y fue cuando dije, ‘no hay de más, los cordones de mis zapatos’”, así, como si tratara de una historia sacada de un libro, fue como llegó a la vida Consuelo Rodríguez.>>> Así es la inspiradora historia de hermanos siameses: "La discapacidad no nos impide ser felices"“Fue una esperanza muy grande ver que en medio de la muerte renacía la vida”, relata el doctor sin titubear, pues nunca, en su larga vida ejerciendo la Medicina, ha olvidado a Consuelo, ese parto que lo marcó.Así fue el reencuentroEn un estudio de Caracol Televisión, el doctor relató los detalles de ese inolvidable parto. “Saliste completica, pero comienza Cristo a padecer: ‘¿cómo voy a ligarle yo el cordón umbilical?’”, recordó, explicando cómo se ayudó con los cordones de sus zapatos. La placenta, agregó, fue enterrada en Armero, en un acto simbólico de esperanza en medio del caos.El reencuentro estuvo marcado por abrazos y lágrimas, 39 años después de un milagro en medio de las ruinas causadas por la avalancha en Armero.
39 años después de la tragedia de Armero, ocasionada por la erupción del volcán Nevado del Ruiz, el médico Rodrigo Meléndez y Consuelo Rodríguez, la bebé que ayudó a nacer tras ese fatídico 13 de noviembre de 1985, se volvieron a ver y el programa Los Informantes registró el reencuentro que fue sellado con un emotivo abrazo de agradecimiento mutuo.>>> Descubra la travesía de familia que sacó a sus hijos del colegio para recorrer ColombiaEl milagro del reencuentroAd portas de un aniversario más de la tragedia de Armero, el programa Los Informantes logró lo impensado: reunir al médico y la paciente que vio nacer entre el barro y el dolor. En un estudio de Caracol Televisión, después de la emoción y los abrazos, el doctor le contó a Consuelo los detalles del parto.“Saliste completica, pero comienza Cristo a padecer: ‘cómo voy a ligarle yo el cordón umbilical’ (...) Yo corté el cordón y con los de mis zapatos amarré. Se mochó con una navaja que tenían ahí, salió la placenta y luego pidieron que esa placenta se enterrara ahí mismo y esa placenta la enterramos ahí, para que quedara en la tierra, en Armero, donde era”, le contó el doctor a Consuelo, reafirmándole la historia que su mamá le narró por años.El ‘milagro de Armero’ confesó ante las cámaras de Los Informantes cuando se enteró que la estaban buscando para la entrevista tuvo muchos nervios, entre otras, porque su vida no ha sido. >>> Del otro lado del jardín: la historia real del escritor paisa que ayudó a su madre a morirMe dicen: “‘Consuelo, mire que la están buscando’. Y yo: ‘¿yo qué hice?’ o sea, yo me asusté porque yo no le he hecho nada a nadie”, contó.¿Qué pasó el día de su nacimiento?Es la última de 11 hijos y muchas veces le escuchó a su mamá contar lo que vivió esa madrugada del 14 de noviembre del 85.“Lo que hizo mi mamá fue coger a mis hermanos, ella embarazada de mí, salir a una loma. A mi mamá le faltaban como unos metros para llegar a la loma, pero no alcanzó”, comentó Consuelo sobre lo que le decía su mamá. Reveló, entre otras y con risas, que el nombre que escogieron el doctor y su progenitora para ponerle no le gustaba mucho.“Yo le decía: ‘ay, Consuelo no, mami, no me gusta ese nombre. Yo, cuando tenga mi mayoría de edad, me lo voy a cambiar”, pero luego pensó “no voy a ponerme a gastar plata”, entonces se quedó con ese nombre y la mayoría la conocen así o también como la “avalanchera”, la hija de la avalancha.En su relato dejó claro que, aunque su mamá, que murió a los 78 años en noviembre de 2020, nunca supo el nombre del doctor, recordaba que era “buen mozo”.>>> Un amor a prueba de todo: pareja enfrentó sus adicciones y las superó para ayudar a otrosConsuelo tuvo 4 hijos, uno murió en un lío de pandillas y ella se guerrea la vida en Bogotá.La hija del volcán y el médico callejero, un encuentro que les da vida a los dos. El azar los abrazó 39 años después.La historia del doctor Rodrigo MeléndezEl doctor Rodrigo Meléndez es una rareza en casi todos los aspectos de la vida. Desde su vida privada, con 5 matrimonios a cuestas, hasta su especialidad, pues dice que es ‘callejólogo’, es decir, el médico que atiende los invisibles, los enfermos de la calle; del Bronx, de 5 huecos, de Idipron, entre otras. De pequeño tuvo polio, luego esclerosis lateral amiotrófica y ahora batalla contra dos cánceres.El doctor Meléndez publicará pronto un libro sobre su vida, obra y, para algunos, milagros. Se llamará Dulce venganza, por la lucha que lleva contra el cáncer.El abrazo de gratitud de Consuelo fue para Rodrigo la emoción del deber cumplido.“Fue una esperanza muy grande ver que en medio de la muerte renacía la vida”, subrayó el médico sobre lo ocurrido en medio de la tragedia que enlutó a Colombia.