Del coletazo de este paro nacional no se salvó ni la Cancillería colombiana. La polémica respuesta del Ministerio de Relaciones Exteriores frente a los pronunciamientos que hicieron algunos países y organizaciones por la violencia registrada durante las manifestaciones sigue siendo objeto de críticas.
Cabe recordar que la semana pasada llegaron varias comunicaciones de instituciones y ONG internacionales que le pedían al gobierno Duque garantizar la protesta y el respeto de los derechos humanos por parte de la fuerza pública.
En respuesta a estas misivas, llamó la atención la carta enviada por la Cancillería a la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, en donde clasificaban sus argumentos como una “injerencia”.
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Lo que muchos pasaron por alto es que esa carta no fue enviada por la canciller Claudia Blum, sino por la vicecanciller, Andriana Mejía.
Noticias Caracol supo que la canciller Blum no fue consultada para dar esta respuesta.
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Muchos aseguran que detrás de todo esto lo que se mueve es un tema burocrático y una lucha de poderes para quedarse con ese ministerio.
Algunos se inclinan porque la vicecanciller Mejía escale de posición y otros aspiran a que sea el exministro Juan Carlos Pinzón.
Sin embargo, en lo que todos coinciden es que se debe recuperar la credibilidad y el prestigio que históricamente he tenido ese ministerio.
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