Sandra Ramírez, senadora por el partido Comunes y excombatiente de las extintas FARC, se disculpó por lo que dijo sobre las condiciones en las que supuestamente estaban los secuestrados.
“Tenían sus comodidades a medida de las condiciones: su camita, su cambuche, todo. Que había que tener una vigilancia, como se tiene una vigilancia, esas eran las cárceles de la guerra”, sostuvo hace horas en diálogo con Blu Radio.
Sandra Ramírez añadió que a un secuestrado “se le respetaba, porque como prisionero de guerra se le debía un respeto a su integridad física y moral”.
Sus palabras generaron el rechazo de quienes estuvieron en poder de las FARC, como el general Luis Mendieta, quien recordó que “los tratos siempre fueron crueles, inhumanos, degradantes, en jaulas, con cadenas, con candados, con limitaciones de comida, de medicinas y de las comodidades que en términos generales sí tienen en las cárceles de Colombia”.
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Ante la indignación que causaron sus palabras, Sandra Ramírez ofreció “excusas de corazón a las víctimas por mis desafortunadas declaraciones. No fue mi intención”.
“También quiero pedir excusas a las personas que se sintieron ofendidas y reiterar nuevamente mi compromiso con la paz, con las víctimas, con la reconciliación de la familia colombiana y trabajar incansablemente porque estos hechos dolorosísimos de la guerra nunca más vuelvan a ocurrir en nuestro país”, agregó.
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Según Sandra Ramírez, lo que dijo “en ningún momento fue para justificar ni para revictimizar a las víctimas de estos hechos cometidos por las extintas FARC”.
“Soy consciente de los gravísimos hechos y muy dolorosos que ocurrieron en la guerra. Por eso estamos compareciendo colectivamente ante la JEP”, sostuvo.