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La investigación por el fallecimiento de la niña Valeria Afanador sigue avanzando para resolver y establecer la línea del tiempo exacta de lo que pasó con la menor de 10 de años durante los 18 días en los que se desconoció su paradero tras desaparecer el pasado 12 de agosto del 2025 dentro de las instalaciones de su colegio Gimnasio Campestre Los Laureles Bilingüe, en Cajicá, Cundinamarca.
Aunque el reporte de Medicina Legal determinó que la causa de su muerte fue ahogamiento o sumersión en medio líquido, quedan varias preguntas sin resolver que los familiares presentan a las autoridades: ¿por qué no la encontraron antes?, ¿cómo cayó al río Frío, donde fue hallada?, ¿una tercera persona la sacó de su institución educativa?
Se debe recordar que el cuerpo sin vida de la niña fue hallado el viernes 29 de agosto flotando en el caudal que hace parte de la sabana de Bogotá y afluente derecho del río Bogotá, el cual, además, rodea el colegio por uno de sus costados. La alerta fue hecha por un habitante de la zona por el sector rural de Fagua, a unos 300 metros de la institución educativa, donde se le vio en registros de cámaras de seguridad antes de la pérdida de su rastro.
La llamada hecha al 123 indicaba que había una menor de edad sin vida dentro del río y usando la sudadera del mismo colegio. Horas después de la primera inspección del Cuerpo Técnico (CTI) de la Fiscalía General de la Nación se confirmó que la identidad concordaba con la de Valeria Afanador.
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Este 1 de septiembre el Instituto Nacional de Medicina Legal entregó a la Fiscalía un dictamen preliminar con las primeras conclusiones sobre las causas de la muerte y detalló, al respecto, que se encontró que la menor "aspiró e ingirió agua", además de habían residuos de pantano en su estómago y vías respiratorias, aspectos que, junto con cambios en la presencia de adipocira, un fenómeno en la grasa de los cadáveres que ocurre bajo condiciones especificas como la inmersión del cuerpo en agua, indicaban que la menor estuvo en contacto permanente con agua, en el pantano y con "material biológico en descomposición".
Este reporte explicaba que no se habían encontrado signos de "violencia física" en el cuerpo y que las prendas de vestir de la niña no tenían "desgarros ni cortes". Pese a esto, la familia y el abogado Julián Quintana, representante de los padres de Valeria, no descartan que exista la influencia de un tercero.
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Así lo precisó su padre, Manuel Afanador, tras conocer estos resultados preliminares del instituto: "Claramente conocemos tanto a nuestra hija que ella no salió sola y la idea es poder seguir indagando sobre esa línea para poder llegar a los culpables de este hecho. Hay que llegar a la causa raíz" y encontrar las respuestas de "qué pasó, si alguien la empujó, alguien la ahogó, si hay una tercera mano".
En diálogo con Noticias Caracol, Julián Quintana, detalló que la menor de edad, según el reporte completo entregado por Medicina Legal a la familia, "tenía dos heridas, escoriaciones que es una raspadura" en dos regiones de su cuerpo: una pequeña en el tórax y otra en la mano. El letrado precisó que ambas fueron "provocadas antes de qué muriera".
Quintana aclaró que, conforme con el informe de las autoridades, "no son mortales, pero la niña no las tenía" antes de su desaparición lo que las convierte en "relevantes para la investigación". Este canal conoció, además, fragmentos del documento de la entidad que precisa que se trató de dos "escoriaciones" en una de sus extremidades superiores, más específicamente de su mano izquierda.
Conforme con el archivo judicial, la primera estaba en un área de "1.5x1 centímetros ubicadas en dorso del 4 y 5 metacarpiano de mano izquierda". De igual forma, se describió otra lesión superficial en esta parte de su cuerpo de "1x1 centímetro ubicada en cara palmar y en falange distal de 5 dedo de la mano izquierda, se observa borramientos de pliegues cutáneo de manos asociados a proceso de descomposición".
En otro apartado del informe pericial de la necropsia se agregó que había dos hematomas en el tórax de la niña de 10 años. Estos son de "1x1 centímetros cada uno ubicados en músculo intercostal lateral", al respecto, se aclaró que no se observaron ni deformidades ni fracturas costales. Se debe destacar que en el documento se descartó la presencia de lesiones traumáticas o de señales de abuso sexual. Entre los hallazgos relevantes, se agregó que no se observaron desgarros, laceraciones, hematomas o "surcos" de presión en la zona del cuello o espalda.
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Noticias Caracol conoció que el análisis medico-forense estableció que la muerte de la menor se produjo de una manera "violenta por determinar". El abogado resaltó que estas heridas descubiertas ayudan a continuar la investigación de cómo se provocó el fallecimiento de Valeria y seguir indagando las diferentes hipótesis que podrían involucrar a otra persona, "tal vez cuando la sacaron o salió por la reja. O antes de morir que pegó con algo o alguien"
"Estamos hablando que la pudieron sustraer de la reja y que ejercieron, o que la empujaron, cayó o se raspó. Y por eso el informe Medicina Legal dice que muerte violenta por determinar y ese dato creo que es trascendental para la investigación", mencionó. En el documento presentado de la Fiscalía, el Instituto Nacional de Medicina Legal concluyó que los fenómenos cadavéricos observados en el cuerpo eran cercanos a la fecha de desaparición de la niña. Es decir, la “ventana de muerte”, entre el 12 de agosto y el 29 de agosto, coincidía con el intervalo post mortem registrado de los primeros días de la pérdida de su rastro.
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De esta forma se detalla: "Los fenómenos cadavéricos presentados en el cuerpo de la niña se aproximan a la fecha de desaparición del 12 de agosto. Es decir, la ventana de muerte -que obedece al momento en el cual fue vista con vida por última vez y el día en que es encontrada- y el intervalo post mortem -cambios de descomposición presentados en el cuerpo- son cercanos en fechas".
El letrado, que además fue director del CTI de la Fiscalía, en una primera declaración ante medios tras conocerse las causas hizo una precisión sobre la interpretación de la fecha exacta de la muerte e indicó que se trata de una "ventana aproximada, eso quiere decir que pueden existir algunos días donde la niña estuvo viva y posteriormente estuvo en el río. Por eso se habla de aproximación o fechas concordantes. Puede ser que un día pudo haber estado viva, dos días, no lo sabemos".
LAURA NATHALIA QUINTERO ARIZA.
NOTICIAS CARACOL DIGITAL.