El padre Francisco de Roux presentó el informe final de la Comisión de la Verdad, para que el que escucharon a más de 30 mil víctimas “que llegaron por miles, superando el miedo que aún se vive en algunos territorios”. Asimismo, oyeron a todos los expresidentes de la República vivos, miembros de la fuerza pública, exguerrilleros y otros actores del conflicto armado en Colombia.
Al evento no asistió el mandatario Iván Duque, pero sí su sucesor Gustavo Petro, acompañado de la vicepresidenta electa Francia Márquez, a quienes el líder de la Comisión de la Verdad agradeció su presencia.
De Roux hizo una cruda radiografía de lo que ha vivido Colombia en más de 50 años de conflicto armado.
El padre hizo un llamado “a sanar el cuerpo físico y simbólico, pluricultural y pluriétnico (…) cuerpo que no puede sobrevivir con el corazón infartado en el Chocó, los brazos gangrenados en Arauca, las piernas destruidas en Mapiripán, la cabeza cortada en El Salado, la vagina vulnerada en Tierralta, las cuencas de los ojos vacías en el Cauca, el estómago reventado en Tumaco, las vértebras trituradas en Guaviare, los hombres despedazados en el Urabá, el cuello degollado en el Catatumbo, el rostro quemado en Machuca, los pulmones perforados en las montañas de Antioquia y el alma indígena arrasada en el Vaupés”.
El presidente de la Comisión de la Verdad aseveró que “la inequidad, el racismo, el trato colonial, el patriarcado, la corrupción, el narcotráfico, la impunidad, el negacionismo, la seguridad que no da seguridad, esto es precisamente lo que hay cambiar por caminos pacíficos y democráticos”.
Agregó que como país “no podemos aceptar la alternativa de seguir acumulando vidas despedazadas, desaparecidas, excluidas y exiladas, no podemos postergar el día en que la paz sea definitivamente un deber y un derecho de obligatorio cumplimiento”.
De Roux agradeció “el apoyo al proceso de paz de la comunidad internacional frente a la indiferencia de grandes sectores de nuestra sociedad, que parecen no tener conciencia del sufrimiento de millones de compatriotas por causa de la guerra”.
Según el sacerdote, además del informe final de la Comisión de la Verdad habrá “una transmedia digital accesible en sus computadores y celulares desde cualquier parte del mundo y en la que quedan de manera pedagógica y fácil las narrativas y videos, productos pedagógicos que construimos en cumplimento de nuestra función”.
“Tenemos confianza en que el presidente Gustavo Petro y su vicepresidenta Francia Márquez, y la unidad social y política que él ha convocado, incorporará las recomendaciones en el diálogo democrático e institucional para hacer los cambios necesarios”.
Por último, cuestionó a todos los actores de la sociedad frente al conflicto armado.
“¿Por qué el país no se detuvo para exigir a la exguerrilla y al Estado parar la guerra política desde temprano y negociar desde el principio una paz integral? ¿Dónde estaba el Congreso, dónde los partidos políticos? ¿Cómo nos atrevimos a dejar que pasara y cómo nos podemos atrever a permitir que continúe?”, fueron algunas de las preguntas que planteó De Roux al presentar el informe final de la Comisión de la Verdad.
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