Un caso aberrante descubrióla Fiscalíaen dos fundaciones para la rehabilitación de adictos a las drogas y el alcohol en Ipiales, Nariño. Para los investigadores de este caso, las instituciones en donde se llevaron a cabo los operativos eran centros de tortura.
Agentes del CTI Nariño capturaron a los propietarios de las sedes y a algunos de sus empleados, a quienes las autoridades los señalan de cometer, presuntamente, tratos inhumanos a más de 97 personas que se encontraban en procesos de rehabilitación.
Según las investigaciones, los hechos se habrían presentado desde el 24 de enero del 2020 hasta el pasado 23 de noviembre.
Los cotejos de la Fiscalía refieren que estas fundaciones no contaban con los permisos necesarios para su funcionamiento y manejo de personas vulnerables y, de acuerdo con el ente acusador, las denuncias recibidas citaban lo siguiente:
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"Les propinaban golpizas a los pacientes con tablas de madera, les aplicaban choques eléctricos con pistolas taser en varias partes del cuerpo, los encerraban de manera prolongada, los obligaban a ingerir alimentos descompuestos y tomar su orina como bebida, consumir alimentos cocinados con jabón o detergente y los sometían a métodos de asfixia y ahogamiento".
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“Tampoco el personal que trabajaba en las fundaciones tendría la preparación como terapeutas, psicólogos o psiquiatras", indicó el director Seccional de Fiscalías en Nariño, Leonardo Vergara.
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La Fiscalíainformó que, además, los familiares de los pacientes internados en estas fundaciones les enviaban dinero, alimentos y elementos de aseo que nunca les llegaban. Los capturados fueron judicializados y un juez les dictó medida de aseguramiento.
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