Perdidos durante 40 días en la Amazonía colombiana, los cuatro niños rescatados en Guaviare sobrevivieron comiendo semillas, raíces y plantas que sabían que eran comestibles gracias a su crianza, afirmaron líderes indígenas. Y fue en parte debido al conocimiento local de los adultos aborígenes involucrados en la búsqueda junto con las tropas colombianas que finalmente fueron encontrados con vida.
“La supervivencia de los niños es una muestra del conocimiento y relación con el medio natural que se enseña desde el vientre materno”, según la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de Colombia (OPIAC).
Los cuatro hermanos sobrevivieron a un accidente de avioneta el 1 de mayo que acabó con la vida del piloto, su madre y un tercer adulto. La familia de los menores de edad se aferró a la esperanza de que la familiaridad de los hermanos con la jungla los ayudaría.
Los "niños del monte", como los llamaba su abuelo, sobrevivieron comiendo harina de yuca que estaba a bordo del avión siniestrado y hurgando en los paquetes de socorro arrojados por los helicópteros de búsqueda.
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Pero también comían semillas, frutos, raíces y plantas que identificaban como comestibles dada su crianza en la región amazónica, dijo a la AFP Luis Acosta, de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).
'Fuerza espiritual'
Acosta, quien participó en las operaciones de búsqueda, afirmó que los niños rescatados en Guaviare estaban infundidos de "fuerza espiritual".
Esa es una percepción compartida entre los líderes indígenas, y Acosta señaló que se apostará un tutor afuera del Hospital Militar, donde son atendidos los cuatro hermanitos, para acompañarlos "espiritualmente".
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"Tenemos una conexión particular con la naturaleza", dijo a la AFP Javier Betancourt, otro dirigente de la ONIC. “El mundo necesita este tipo de relación especial con la naturaleza, para favorecer a los indígenas que viven en la selva y la cuidan”, añadió.
Durante la búsqueda, los soldados trabajaron codo con codo con los rastreadores indígenas durante 20 días.
El presidente Gustavo Petro elogió lo que llamó un "encuentro de saberes indígenas y militares" que, aseguró, mostró respeto por la selva.
Helicópteros del Ejército transmitieron grabaciones de la abuela de los niños diciéndoles en idioma indígena que se quedaran en un lugar hasta que los rescatistas los alcanzaran.
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“Fue el presidente Petro quien nos unió”, dijo Acosta a medios locales, refiriéndose a soldados y expertos indígenas. "En una reunión inicial, ocho días antes de que comenzara nuestra búsqueda, el presidente nos dijo que teníamos que ir con el Ejército porque el Ejército no podía hacerlo solo", agregó.
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Un combo ganador
Más de 80 voluntarios de territorios indígenas de los departamentos de Caquetá, Putumayo, Meta y Amazonas se sumaron a un centenar de soldados en lo que se denominó la Operación Esperanza, que llevó a los niños rescatados en Guaviare, una noticia que emocionó a todo Colombia.
Fue una unión de fuerzas inusual. En muchos de los territorios indígenas de Colombia, grupos armados al margen de la ley deambulan y coaccionan fácilmente a los pueblos originarios, quienes protegen sus tierras con armas rudimentarias. Las relaciones entre las comunidades indígenas y las fuerzas armadas también son tensas. Pero en el departamento de Guaviare, los rescatistas de grupos separados dejaron de lado sus diferencias para trabajar juntos.
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Mientras los soldados planeaban los detalles operativos, los buscadores nativos realizaban rituales para comunicarse con los "espíritus" de la selva usando mambe, una pasta hecha de hoja de coca y ceniza, así como chirrinchi, una bebida fermentada.
Usando machetes, los rescatistas talaron árboles y los marcaron con pintura en aerosol para guiar a los niños. También se utilizó el conocimiento medicinal indígena para adaptarse a las difíciles condiciones de la selva, tratando rasguños, astillas, picaduras de insectos, agotamiento y dolor físico.
Los indígenas han "trabajado bajo la lluvia, en las tormentas y en muchas situaciones difíciles, pero siempre con la esperanza y la fe espiritual de que (los niños) se podían encontrar", dijo Acosta.
Todo condujo al descubrimiento de los niños rescatados en Guaviare
por parte de un rastreador indígena en un área que aún no había sido explorada.