Mujer cuya hija desaparecieron paramilitares hace 13 años dice que se curó de cáncer tras perdonar

Paulina Mahecha, quien estará entre las 6.000 víctimas del conflicto que se reunirán con el papa, no pierde la esperanza de hallar a su ser querido.

La mujer perdió a su hija María Cristina Cobo, una enfermera que fue secuestrada, torturada y asesinada por los paramilitares en abril del 2005 en Guaviare. Desde ese día no para de buscar sus restos.

“Llevó 13 años, 5 meses y 6 días buscándola y no he podido encontrarla”, asegura.

El odio y el dolor causados por este terrible hecho, dice, le provocaron un cáncer. Asegura que se sanó de esa enfermedad por una profunda razón: porque que logró perdonar.

“Me tocó hacer un proceso conmigo misma. Un cura me dijo que debía perdonarme”, cuenta la mujer.

“He perdonado, no hubiera podido vivir así. Por eso estoy aquí”, agrega.

“De nada vale silenciar los fusiles si seguimos armados en nuestros... Otra víctima que se reunirá con Francisco es Fabio Torres, quien vivió la cruenta toma de las FARC a Mitú, Vaupés, el 1 de noviembre de 1998.

La acción armada le dejó a Torres graves consecuencias económicas y psicológicas. El miedo lo obligó a abandonar todo lo que tenía.

“Me tocó salir, llevábamos cuatro días de zozobra. No podía dormir, estaba destrozado y enfermo. Me tocó irme en un avión de la FAC”, narra el comerciante.

Ambos, Paulina y Fabio, están dispuestos a perdonar pero piden que el Estado los repare totalmente como víctimas. Además, el encuentro con el papa los llena de fe e ilusión.

“Esperamos que nos dé es voz de esperanza esa voz de reconciliación y tener presente lo que nos va a decir”, dice ella.

El acto de reconciliación, que presidirá Francisco en Villavicencio, será para muchos sobrevivientes del conflicto una catarsis que les podría ayudar a sanar las heridas que les dejo la barbarie de la guerra.

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