Colombia revisará el listado de miembros de las FARC que se acogen al proceso de paz para impedir que narcotraficantes accedan a beneficios previstos para guerrilleros, como ocurrió hace una década con la desmovilización de grupos paramilitares, dijo este lunes una fuente oficial.
"El gobierno (...) recibe de buena fe de parte del grupo armado (FARC) el listado de sus integrantes, pero en este caso, a diferencia del pasado, nos reservamos el derecho a revisar ese listado", anunció en rueda de prensa el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo.
El funcionario, negociador en los diálogos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) que permitieron sellar en noviembre un histórico acuerdo de paz para acabar medio siglo de conflicto, insistió en que si las autoridades detectan que alguien que aparece como miembro de la guerrilla no lo es, será entregado a la justicia ordinaria.
"Si tenemos información positiva de que un hombre ahí no es un miembro de las FARC, entonces el gobierno le dice a las FARC: 'Señores, esta persona no pertenece a su organización y no debe estar en ese listado'", apuntó.
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Ese es el caso de Segundo Villota, quien según la Fiscalía se había acreditado como miembro de las FARC para dilatar su proceso de extradición a Estados Unidos por narcotráfico, explicó Jaramillo.
"Insisto: el gobierno nunca aceptó ese nombre y así se lo hemos hecho saber a las FARC", enfatizó.
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Fiscalía informó días atrás que había sido enviado a prisión el patrullero de la Policía Manuel Riascos, porque según la investigación habría acreditado con informes fraudulentos la calidad de militante de las FARC de Villota, logrando así dilatar su proceso de extradición.
Situaciones similares se dieron durante la desmovilización de milicias irregulares de extrema derecha promovida por el gobierno de Alvaro Uribe entre 2003 y 2006. Entonces, traficantes de drogas se hicieron pasar por paramilitares para obtener los beneficios jurídicos establecidos en ese proceso y evitar así ser enviados a Estados Unidos.
Jaramillo celebró por otra parte que a la fecha 5.784 guerrilleros de un total de aproximadamente 6.300 estén ya ubicados en las 26 zonas previstas para su desarme y preparación para la vida civil, bajo supervisión de la ONU.
"Prácticamente está acabada la operación", dijo.
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