El tercer grupo de víctimas del conflicto colombiano se reunió con delegados del Gobierno y la guerrilla. Esta delegación de víctimas está compuesta por cuatro hombres y ocho mujeres, entre ellas Emilse Hernández, Nancy Yamila Galárraga, Martha Luz de Ujueta y Erika Paola Jaimes. También figuran Alan Jara, gobernador del departamento del Meta (centro) y que permaneció ocho años secuestrado por la guerrilla, al igual que el general Luis Herlindo Mendieta, quien estuvo cautivo casi doce años, y Aida Avella, del partido de izquierdas Unión Patriótica, que fue víctima de un atentado atribuido a paramilitares en 1996.
De los doce integrantes de este colectivo, cuatro aparecen en el registro de víctimas de las FARC, una del Estado, cinco de grupos paramilitares, una de fuerzas conjuntas del Estado y paramilitares y otra que sufrió violencia por parte de ambos grupos armados ilegales, la guerrilla y los paramilitares.
La ONU y la Universidad Nacional son los encargados de realizar la selección de las 60 víctimas que participarán en el actual punto de discusión, el cuarto de la agenda, referido al reconocimiento y reparación a los afectados por el conflicto armado, de acuerdo con el mandato que recibieron de las partes negociadoras por su carácter independiente.
En esta nueva delegación se incluyen "voces nuevas, como las del sector ganadero o uniformados que sufrieron privación de libertad", según los responsables de su composición.
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El pasado 16 de agosto, el primer grupo de víctimas se sentó frente a las dos delegaciones y abrió esta experiencia sin precedente en todo el proceso, que fue calificada como "fundamental" para la llegada a buen puerto de las negociaciones que siguen el Gobierno y las FARC en la capital cubana desde noviembre de 2012.
El segundo colectivo se caracterizó por el marcado protagonismo de nueve mujeres, entre las que hubo víctimas de violencia sexual, de secuestro y de desplazamiento, además de madres de desaparecidos de manera forzosa. En más de cinco décadas el conflicto colombiano ha dejado más de 6,5 millones de víctimas, con 220.000 muertos, unos 25.000 desaparecidos, 5,7 millones de desplazados y 27.000 secuestrados, según datos del Centro de Memoria Histórica de Colombia
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