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Imagine por un momento que, tras una jornada laboral intensa, un comerciante cuenta su caja al final del día y descubre que uno de los billetes de $100.000 que recibió es falso. No solo se trata de una pérdida económica importante, sino también de una sensación de impotencia que se instala de inmediato. Lo mismo ocurre con trabajadores que reciben pagos en efectivo, taxistas, vendedores ambulantes o cualquier persona que maneje dinero en su día a día. La frustración no es menor: ese billete que parecía legítimo, que pasó por manos confiables, resulta ser una estafa cuidadosamente elaborada. Y lo peor es que, en muchos casos, no hay forma de recuperar el dinero.
Este tipo de situaciones se ha vuelto cada vez más común en Colombia, especialmente con la proliferación de billetes falsos de alta denominación, como de $20.000, $50.000 y $100.000. En particular, los de 100 mil han sido objeto de una sofisticada red de falsificación que ha logrado engañar incluso a dispositivos de verificación tradicionales. ¿Qué está pasando y cómo protegerse? El Banco de la República ha recalcado en varias oportunidades cuál es la forma correcta de identificar si un billete es falso.
Durante los últimos meses, se ha intensificado la circulación de billetes falsos de $100.000 en Colombia. Lo que más preocupa es que muchos de estos ejemplares presentan un nivel de imitación tan alto que logran pasar desapercibidos en transacciones rápidas. Según reportes de comerciantes y consumidores, los billetes falsos han sido detectados en distintas regiones del país, desde Bogotá hasta Medellín, Bucaramanga y Cali.
Uno de los patrones más evidentes en esta modalidad de fraude es la repetición de seriales. A diferencia de los billetes legítimos, que tienen un número de serie único, los falsificados comparten el mismo código, lo que facilita su identificación si se revisa con atención. Entre los seriales reportados recientemente se encuentran:
Estos números han sido denunciados por comerciantes en redes sociales, quienes han compartido sus experiencias con billetes que, a simple vista, parecen auténticos. Algunos incluso han sido entregados en cajeros automáticos, lo que ha generado preocupación sobre la posible infiltración en canales formales de distribución.
Además de los seriales anteriormente mencionados, un comerciante denunció en TikTok que llegó a sus manos un ejemplar con serial AA98301728 que resultó ser falso. El usuario comparó ese billete con otro legítimo y se encontraron varias diferencias. Ante el aumento de denuncias, el Banco de la República ha emitido varias alertas y recomendaciones para identificar billetes falsos. La entidad ha sido enfática en señalar que cada billete legítimo debe tener un número de serie único, ubicado en la parte superior izquierda y en la inferior derecha. Si se detectan dos o más billetes con el mismo serial, se trata de una falsificación.
Además, el Banco ha desmentido la existencia de los llamados “billetes G5”, una categoría que ha circulado en redes sociales para referirse a falsificaciones supuestamente imposibles de detectar. Según la entidad, no existe ninguna serie oficial con ese nombre, y los billetes falsos detectados hasta ahora corresponden a imitaciones de baja calidad, aunque algunas logran engañar a dispositivos básicos como los marcadores químicos.
Para evitar ser víctima de esta modalidad de fraude, el Banco de la República recomienda aplicar cinco pasos sencillos de verificación:
Si una persona sospecha que ha recibido un billete falso, lo más importante es abstenerse de utilizarlo en cualquier tipo de transacción. Intentar pasarlo a otra persona no solo perpetúa el fraude, sino que puede acarrear consecuencias legales. En lugar de eso, lo recomendable es actuar con responsabilidad y seguir los canales adecuados.
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El primer paso es llevar el billete a una oficina del Banco de la República, donde podrá ser verificado por personal especializado. Esta entidad cuenta con los mecanismos necesarios para determinar si el billete es auténtico o no. Además, es fundamental reportar el caso a la Policía Nacional, ya que cada denuncia contribuye a la identificación de patrones de falsificación y al seguimiento de redes delictivas. Es importante no destruir el billete por cuenta propia. Aunque pueda parecer una solución rápida, conservarlo puede ser útil para investigaciones posteriores, especialmente si se trata de una serie que ha sido detectada en otros casos similares.
En situaciones en las que el billete haya sido entregado por un cajero automático, se debe acudir de inmediato a la entidad financiera correspondiente. Allí, el usuario podrá presentar una reclamación formal, y el banco estará obligado a revisar el caso y tomar las medidas necesarias. Este tipo de incidentes también debe ser reportado, ya que puede indicar fallos en los sistemas de verificación de las entidades bancarias.
En septiembre de 2025, las autoridades desmantelaron una red criminal conocida como Dinocash, dedicada a la producción y distribución de billetes falsos en Colombia y el exterior. En el operativo, se incautaron más de 7.800 millones de pesos colombianos falsos, además de dólares y euros. La organización utilizaba redes sociales para comercializar los billetes, y los enviaba bajo la fachada de “billetes didácticos” para evadir controles. Este caso demuestra que la falsificación de billetes no es un fenómeno aislado, sino parte de una estructura delictiva que opera con altos niveles de sofisticación. Por eso, la colaboración ciudadana y la denuncia oportuna son fundamentales para combatir este flagelo.
ÁNGELA URREA PARRA
NOTICIAS CARACOL