Los bomberos de Australia pensaron que les estaban jugando una broma cuando alguien llamó a decirles que había un canguro en el techo de una casa. Quien se comunicó fue Paula Boon, voluntaria de una ONG que clamaba ayuda.
A pesar de lo poco creíble que sonaba la historia, los hombres llegaron y verificaron que no era ninguna mentira. “Fuimos allí con todo el equipo necesario, pero tan pronto como llegamos, saltó a unos arbustos”, explicó el bombero Patrick Buck.
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De la anécdota únicamente quedó esta fotografía del canguro, publicada por la joven que pidió ayuda:
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“Todavía no sabemos cómo llegó allí. Es un misterio", puntualizó Buck.