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En noviembre de 2024, dos mujeres colombianas fueron encontradas en Austria en condiciones que despertaron sospechas. No podían justificar su permanencia legal en el país y, tras una investigación, las autoridades austríacas descubrieron que estaban siendo víctimas de explotación sexual. Lo que parecía un caso aislado se convirtió en el hilo que desenredó una red criminal transnacional dedicada a la trata de personas, con raíces profundas en Colombia.
La historia de estas mujeres comenzó como muchas otras: con promesas de trabajo, estabilidad y una vida mejor en Europa. A través de redes sociales y conocidos en común, la organización criminal se acercaba a jóvenes vulnerables, ofreciéndoles oportunidades laborales en el extranjero. Lo que no sabían era que, al llegar, serían obligadas a pagar una deuda de más de 40.000 euros, impuesta por quienes las habían “ayudado” a cruzar el océano. Esa cifra se convertía en una cadena invisible que las ataba a una vida de explotación.
La estructura operaba desde Medellín y Bello, Antioquia, pero sus tentáculos alcanzaban Austria, Alemania, Suiza y España. La Policía Nacional de Colombia, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, Interpol, Europol y autoridades judiciales europeas, logró desarticular esta red tras nueve meses de investigación. El canal seguro “SIENA” permitió el intercambio de información clave entre países, y fue así como se identificaron 48 víctimas, la mayoría colombianas.
Los criminales no solo captaban a las mujeres, las obligaban a consumir sustancias psicoactivas, también organizaban su traslado y las sometían a condiciones de esclavitud moderna. Una vez en Europa, eran obligadas a prestar servicios sexuales, y los pagos eran recibidos directamente por los miembros de la red. Entre los capturados en Colombia figuran Daniela García Vanegas, alias “La Lesbi”; Weimar Esteban Vélez, alias “Esteban”; Carlos Arboleda Bolívar, alias “Liheney”; Nelson Álvarez, alias “Estiwar”; y Jorge Elkin Ríos, alias “Jorge”. Todos ellos fueron retenidos mediante notificación roja de Interpol y están a la espera de extradición.
La operación también permitió la captura de dos personas en España, vinculadas directamente con la red. El Grupo Investigativo Contra los Delitos Sexuales y la Familia de la DIJIN, junto con Europol, recolectó pruebas durante meses, logrando identificar a los actores clave de esta organización que lucraba con el sufrimiento ajeno.
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Según la Policía Nacional, "la desarticulación de esta red criminal representa un avance significativo en la protección de los derechos humanos, la lucha contra la trata de personas y la prevención de la explotación sexual. Gracias al trabajo conjunto de agencias nacionales e internacionales, se interrumpió el ciclo de violencia y explotación al que eran sometidas mujeres jóvenes bajo engaños laborales".
La Policía Nacional informó que los señalados delincuentes "fueron dejados a disposición de la Dirección de Asuntos Internacionales de la Fiscalía General de la Nación a la espera de que sean allegadas por vía diplomática la solicitud de extradición del país requirente" y que "la Policía Nacional reafirma su compromiso con la judicialización de estos delitos y la protección de las víctimas de trata de personas, trabajando de manera articulada con las autoridades del mundo para erradicar estas redes de crimen organizado".
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CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOL
X: RojasCamo
Correo: wcrojasb@caracoltv.com.co
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