Nicolás Maduro ordenó cerrar la frontera con Colombia a raíz de un ataque a una patrulla venezolana que dejó tres heridos.
El jefe de Estado culpó de la acción a paramilitares colombianos implicados en el narcotráfico y emprendió una ofensiva para sanear la frontera del millonario contrabando de mercancías, principalmente de gasolina, y que es estimulado por las diferencias abismales de precios entre países.
Desde el 19 de agosto fueron deportados 1.532 colombianos y 18.377 regresaron a su país por miedo a ser expulsados, según cifras de la ONU.