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Estados Unidos y Trinidad y Tobago anunciaron ejercicios militares conjuntos frente a las costas de Venezuela, poco después de que Nicolás Maduro pidiera "¡No crazy war, please!" ante el despliegue norteamericano en la región.
Este movimiento de Estados Unidos se suma a las acciones que ya ha realizado ese país desde agosto, cuando movilizó destructores, un submarino y barcos con fuerzas especiales en aguas internacionales del Caribe, con el supuesto propósito de combatir el tráfico de drogas. Estas operaciones de las fuerzas estadounidenses han dejado, hasta ahora, 37 muertos en nueve bombardeos a presuntas lanchas que transportaban drogas en aguas internacionales del Caribe y el Pacífico.
"¡No crazy war!, No a la guerra loca, ¡No crazy war!", "Venezuela quiere paz", dijo Maduro este jueves a propósito de la ofensiva de Estados Unidos y las advertencias que ese país viene realizando.
Datos del sitio web de seguimiento del tráfico aéreo Flightradar24 mostraron el jueves un bombardero B-1B acercándose a la costa venezolana, antes de virar hacia el norte. En declaraciones a la prensa, Donald Trump negó el envío de estas aeronaves a Venezuela, aunque no escondió su descontento con las autoridades del país, a quienes acusa de vínculos con el narcotráfico. "Han vaciado sus prisiones en nuestro país", afirmó.
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El presidente Trump añadió que “no vamos a pedir necesariamente una declaración de guerra" al Congreso, a quien corresponde constitucionalmente esta competencia. "Simplemente vamos a matar a gente que viene a nuestro país", añadió.
El buque de guerra USS Gravely "llevará a cabo entrenamientos conjuntos con la Fuerza de Defensa de Trinidad y Tobago", indicó el ministerio de Exteriores del país insular en un comunicado. La embarcación partirá el jueves 30 de octubre.
"La presencia de las fuerzas militares estadounidenses en Trinidad y Tobago pone de relieve el compromiso de Estados Unidos con la seguridad regional y la cooperación en el Caribe", añadió el comunicado.
En tanto, Venezuela ha denunciado al nuevo gobierno trinitense de servir a los intereses de Washington. La primera ministra Kamla Persad Bissessar ha expresado su apoyo a Trump y a sus operaciones en el Caribe.
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En los bombardeos estadounidenses murieron presuntamente dos trinitenses, aunque las autoridades no lo confirmaron aún. Tampoco ha desmentido las denuncias de familiares.
Expertos han cuestionado la legalidad de estos ataques contra sospechosos que no han sido interceptados ni interrogados. Tanto Venezuela como Colombia, también enfrentada a Washington por esta cuestión, han tachado los ataques de "ejecuciones extrajudiciales".
Trump, por otro lado, acusa a Maduro de encabezar una supuesta banda del narcotráfico, lo que el mandatario niega. Incluso, el mandatario norteamericano autorizó la semana pasada operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela.
"Podrán meter no sé cuántos cuerpos adscritos a la CIA en operaciones encubiertas desde cualquier flanco de la nación y cualquier intento fracasará", dijo el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino.
Ante el despliegue estadounidense, Maduro abrió el registro en la reserva militar y ordenó la realización de ejercicios militares casi a diario. Este jueves se realizó uno de madrugada en 73 puntos de las costas venezolanas y el miércoles aseguró que su Fuerza Armada dispone de 5.000 misiles antiaéreos portátiles de fabricación rusa Igla-S.
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"Gracias al presidente Putin, gracias a Rusia, gracias a China y gracias a muchos amigos en el mundo, Venezuela tiene un equipamiento para garantizar la paz", dijo el jueves en un acto con sindicalistas afines al gobierno.
Fue en ese evento donde lanzó su pedido de paz en un "inglés tarzaneado", una forma para referirse a su manejo limitado del idioma. "Peace, yes peace, forever, peace forever, ¡No crazy war!, No a la guerra loca, ¡No crazy war!", señaló.
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AFP