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Un carro bomba mató a un alto general ruso en el sur de Moscú este lunes 22 de diciembre mientras los funcionarios informaban de un "lento progreso" en las conversaciones con Estados Unidos sobre cómo poner fin a la guerra en Ucrania. (Lea también: Incertidumbre de familias de mercenarios colombianos desaparecidos en Ucrania: "Nadie nos da razón")
Los principales negociadores de Rusia y Ucrania estuvieron en Miami durante el fin de semana para reuniones por separado con funcionarios estadounidenses que buscan romper el estancamiento en un acuerdo para poner fin a casi cuatro años de combates, provocados por la ofensiva total de Moscú contra su vecino en 2022.
Kiev no ha hecho comentarios sobre la explosión, la última de una serie de incidentes similares, pero los investigadores rusos dijeron que sospechaban que estaba "vinculada" a las "fuerzas especiales ucranianas".
El ataque tenía las características de otros asesinatos de generales y figuras proguerra que se han reivindicado o se cree ampliamente que fueron orquestados por Ucrania.
El teniente general Fanil Sarvarov, de 56 años, jefe del departamento de entrenamiento del Estado Mayor ruso, murió cuando la bomba, que había sido colocada debajo de su carro estacionado, detonó en un barrio residencial del sur de Moscú.
Los reporteros de la AFP en el lugar vieron una camioneta Kia blanca destrozada, con las puertas y la luneta trasera destrozadas. El chasis estaba retorcido y carbonizado por la explosión.
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Las fuerzas de seguridad habían acordonado el lugar y los investigadores revisaban los escombros.
Testigos presenciales reportaron un fuerte estallido. "No nos lo esperábamos en absoluto. Creíamos que estábamos a salvo y de repente esto ocurre justo al lado", declaró a la AFP Tatiana, una residente local de 74 años.
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"Las ventanas vibraron, se notaba que había habido una explosión", dijo Grigory, de 70 años, que no quiso dar su apellido. "Tenemos que abordarlo con más calma. Es el coste de la guerra", añadió.
El Comité de Investigación de Rusia, encargado de investigar los principales delitos, afirmó estar "trabajando en varias líneas de investigación sobre el asesinato. Una de ellas implica la posible organización del crimen por parte de los servicios especiales ucranianos".
Sarvarov luchó en las campañas del ejército ruso en el Cáucaso Norte, incluida Chechenia en la década de 1990, según su biografía oficial en el sitio web del Ministerio de Defensa.
También había sido una de las figuras que supervisaba las fuerzas rusas en Siria en 2015-16.
El Kremlin indicó que Vladimir Putin había sido informado sobre el asesinato del lunes, que ocurrió después de tres días de conversaciones en Miami mientras Estados Unidos intensifica sus esfuerzos para mediar el fin de la guerra de casi cuatro años.
El negociador ucraniano Rustem Umerov y el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, elogiaron el domingo 21 de diciembre el "progreso" en las negociaciones.
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El enviado ruso, Kirill Dmitriev, también se reunió con el equipo estadounidense, que incluía a Jared Kushner, yerno del presidente estadounidense Donald Trump.
Witkoff también había calificado esas reuniones de "productivas y constructivas", pero el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Ryabkov, dijo que solo "se observa un progreso lento" en las conversaciones, informaron los medios estatales.
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Un plan inicial de 28 puntos para poner fin a la guerra presentado por el presidente Donald Trump se adhirió a las demandas centrales de Moscú, lo que provocó pánico en Kiev y las capitales europeas.
Desde entonces, Ucrania y sus aliados han estado trabajando para perfeccionar el plan, aunque Kiev dice que todavía se le pide que haga concesiones masivas, como entregar toda la región oriental del Donbass a Rusia.
Moscú se ha mostrado irritado por la intervención de Europa, que intenta negociar un acuerdo exclusivamente con Trump.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha expresado su escepticismo sobre si Rusia realmente quiere poner fin a la guerra, que ha matado a decenas de miles y diezmado el este y el sur de Ucrania. (Lea también: EE. UU. afirma que Ucrania “aceptó el acuerdo de paz”, pero Zelenski dice que “queda mucho trabajo”)
Desde que Moscú envió tropas a Ucrania en febrero de 2022, Kiev ha sido culpada de varios ataques contra oficiales militares rusos y figuras pro-Kremlin en Rusia y en partes de Ucrania ocupadas por Rusia. Sarvarov se convirtió en el cuarto.
El caso más sonado tuvo como objetivo al teniente general ruso Igor Kirílov, quien fue asesinado el 17 de diciembre de 2024 en un atentado con bomba cuando salía de su domicilio.
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En su condición de jefe de defensa radiológica, química y biológica de Rusia, cargo que desempeñaba desde 2017, ofrecía regularmente comparecencias de prensa, en las que acusaba repetidamente al Ejército ucraniano de emplear armas químicas en el conflicto en Ucrania.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia detuvo a un ciudadano de Uzbekistán, que confesó haber sido reclutado por los servicios secretos de Ucrania, tras lo cual ocultó una bomba en un patinete eléctrico, que detonó junto a la entrada del edificio donde vivía Kirílov.
El teniente general ruso Yaroslav Moskalik, subjefe del mando de operaciones del Estado Mayor desde 2021, murió el 25 de abril de este año al acercarse a un automóvil (Volkswagen Golf) que fue detonado de manera remota un artefacto explosivo.
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Los servicios de seguridad rusos informaron de la detención de uno de los presuntos autores del atentado contra Moskalik, que fue identificado como Ignat Kuzi, de 42 años, y quien posteriormente confesó su participación en los hechos por encargo de los servicios secretos ucranianos.
El capitán de navío Valeri Trankovski, subcomandante de la 41 Brigada de buques portamisiles de la Flota del Mar Negro, murió el 13 de noviembre de 2024 tras la explosión de su automóvil en Sebastópol, principal puerto en la anexionada península de Crimea.
Los servicios de inteligencia ucraniana reivindicaron el atentado al acusar al capitán de criminal de guerra, responsable del lanzamiento de misiles de crucero Kalibr contra el territorio de Ucrania.
Mejor suerte corrió el mayor general Yuri Afanásievski, exdirector de Aduana en la anexionada región ucraniana de Lugansk, que resultó gravemente herido en su casa junto a su hijo tras la detonación de un artefacto explosivo en un teléfono móvil que le habían regalado.
A raíz del incidente fue detenida una residente local, que fue la que le entregó el teléfono al general. La inteligencia ucraniana también se responsabilizó de organizar el atentado.
A raíz de la muerte de Kirílov, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó dicho atentado de "fallo grave" de los servicios de seguridad, tras lo que la policía rusa dice haber abortado varios atentados ucranianos en territorio ruso contra altos cargos de las Fuerzas Armadas.
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EDITADO POR SANDRA SORIANO SORIANO
COORDINADORA DIGITAL NOTICIAS CARACOL
smsorian@caracoltv.com.co
*CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS AFP/EFE