
Una mujer colombiana de 78 años fue hallada muerta con signos de violencia en su domicilio de Zizur Mayor, una localidad ubicada en Navarra, al norte de España. El hecho, ocurrido el martes 29 de julio, ha sido confirmado por el Ministerio de Igualdad como un nuevo caso de violencia de género, elevando a 23 el número de mujeres asesinadas por esta causa en lo corrido de 2025.
La víctima, que ya tenía nacionalidad española, presentaba un fuerte golpe en la cabeza y señales de haber sido manipulada tras su muerte. Fue su esposo, un hombre de 85 años diagnosticado con alzhéimer, quien llamó a los servicios de emergencia para informar del fallecimiento. Según declaró, ambos estaban "muertos".
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Las autoridades encontraron a la mujer tendida sobre la cama, con las manos sobre el regazo, en una posición que no coincidía con una muerte accidental, como indicó su esposo al asegurar que ella había caído camino al baño. Sin embargo, según reportaron medios locales, durante la inspección ocular, además, se hallaron toallas, almohadas ensangrentadas y otros elementos con rastros de sangre en un contenedor cercano al domicilio, lo que reforzó las sospechas de un posible asesinato.
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El alcalde de Zizur Mayor, Jon Gondán, señaló que la mujer padecía párkinson y el hombre alzhéimer, y que habitualmente eran asistidos por una cuidadora, aunque ese día no estaba programada su visita. “Desde la prudencia, condenamos de forma absoluta cualquier tipo de violencia contra las mujeres”, dijo el funcionario en declaraciones a EFE.
El caso fue asumido por la Policía Judicial de la Guardia Civil. En su intervención, los agentes observaron que el discurso del hombre era incoherente y que el entorno del crimen no coincidía con una caída accidental. Por ello, el juzgado de guardia en Pamplona judicializó el fallecimiento y el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 asumió el expediente.
Habló hermana de la víctima: "Estado de shock"
En medio de la conmoción que ha generado el caso, Ofa Bezunartea, hermana de la víctima, periodista y catedrática de periodismo, dio declaraciones a la agencia EFE. Desde su perspectiva, considera inapropiada la interpretación oficial de los hechos como un caso de violencia de género.
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Bezunartea aseguró estar “en estado de shock” por dos motivos: la pérdida de su hermana y la situación judicial de su cuñado, quien fue detenido. “La interpretación de que se trata de un caso de violencia de género es excesiva e imprudente”, afirmó.
Sobre la víctima, explicó que “padecía párkinson desde hace décadas” y que “la inestabilidad asociada a la enfermedad ha sido causa de numerosas caídas y a veces lesiones”. También se refirió al detenido, su cuñado, describiéndolo como un hombre que “ha sido prestigioso médico de familia durante décadas y especialista en psiquiatría, incansable y atento cuidador de su mujer”. “Los años han deteriorado su gran inteligencia y racionalidad”, lamentó. “El disgusto familiar no hace falta describirlo”, añadió la periodista.
En su intervención, Bezunartea hizo un llamado a los medios y a las instituciones para que no saquen conclusiones precipitadas: “Los hechos son que muere una mujer de 78 años en Zizur Mayor a consecuencia de un fuerte golpe en la cabeza y es su marido, de 85 años, quien comunica el fallecimiento al 112, tras lo cual actúan la Policía local y la Guardia Civil siguiendo los protocolos normales”.
Y continuó: “Ambos cuerpos policiales dan cuenta de los hechos narrados y añaden que el marido ha sido detenido y, una primera interpretación excesiva e imprudente: los hechos se investigan como violencia de género”.
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Bezunartea también criticó la cobertura de los medios de comunicación: “Hablan directamente de violencia machista” y cuestionó el uso de términos como “matar” o “asesinato”. Según ella, esto ocurre “sin que se haya realizado la autopsia del cadáver ni haya un atestado judicial”, lo que calificó como una “atribución directa de un crimen de violencia machista” cuando la investigación aún no ha concluido.
“Independientemente de las acciones legales que podamos acometer, es preciso que se rectifiquen las informaciones que se han dado sobre una cuestión objeto de investigación que se ha convertido directamente en la atribución de un crimen de violencia machista”, concluyó.
Esposo fue judicializado y el caso está bajo investigación
Pese a las reservas de la familia, el juez encargado del caso decretó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del hombre de 85 años, tras considerar que existen suficientes elementos que apuntan a un delito de asesinato. De esta forma lo confirmó el medio local Diaro de Navarra, la noche de este miércoles 30 de julio.
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Conforme con el medio mencionado, fue un magistrado del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Pamplona el que decretó el ingreso a prisión del hombre. En el reporte compartido, el togado resalta las “incoherencias” en el relato del acusado. El documento del registro dicta que el hombre llamó a Sos Navarra a las 10:08 a.m. para informar que su esposa había muerto. Sin embargo, a las 10:46, el médico que acudió al lugar alertó sobre contradicciones entre lo que decía el detenido y la escena del crimen.
La comitiva judicial desplazada al lugar tampoco encontró elementos que respaldaran la versión de un accidente. El cuerpo de la mujer, que estaba sobre la cama, presentaba una fractura facial, compatible “con un violento golpeo con un objeto contundente, producido probablemente en la cama”, según el auto judicial citado.
El hallazgo de objetos ensangrentados en un contenedor próximo al domicilio también contribuyó a descartar la hipótesis de un accidente doméstico. Las autoridades señalaron que el hombre no ha declarado ante la Guardia Civil ni ante el juzgado, y que su discurso se mantiene desorganizado.
Aunque el hombre está diagnosticado con alzhéimer, el juez considera que no hay una patología médica urgente que afecte su capacidad para enfrentar un proceso penal. “Las eventuales dudas que pueda generar la imputabilidad del arrestado por causa de su avanzada edad son inatendibles”, señaló el magistrado basándose en un informe médico.
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Por tanto, y dada la gravedad del delito imputado, el juez valoró el riesgo de fuga y la posible destrucción de pruebas como suficientes para ordenar su encarcelamiento mientras continúa la investigación. Con este caso, el número de mujeres asesinadas por violencia de género en España asciende a 23 en lo que va del año y a 1.317 desde 2003, según datos del Ministerio de Igualdad. Las autoridades insisten en que la investigación sigue abierta, a la espera de los resultados de la autopsia y otras diligencias forenses.
LAURA NATHALIA QUINTERO.
NOTICIAS CARACOL DIGITAL.