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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este viernes en Washington que practicó el fútbol, garantizó que lo hizo bien y matizó que aunque no alcanzó el nivel de Cristiano Ronaldo o Lionel Messi, amó hacerlo. "Créame o no, jugué fútbol soccer. Lo jugué bien, no diría que era Cristiano Ronaldo o Lionel Messi, pero amé jugarlo", declaró el mandatario estadounidense al lado del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, a la prensa presente en el lugar.
El sorteo de la edición XXIII de la Copa del Mundo, en la que también serán locales Estados Unidos, Canadá y México, tuvo como escenario el Kennedy Center de la capital estadounidense. Trump compareció ante la prensa y a continuación fue galardonado con el primer premio FIFA de la Paz.
"Es un honor ser sede de este Mundial, es un gran honor. Este evento se ha vuelto más grande de lo que pensábamos, estamos estableciendo un récord en cuanto a venta de entradas, lo cual nunca se ha visto antes en ningún deporte", dijo Trump.
En cuanto a las facilidades de visas para los aficionados latinoamericanos que quieran ir al Mundial, aseguró: "les facilitaremos todo. Estamos trabajando en ello en este momento y haremos un proceso sencillo".
El Mundial de Fútbol 2026 propició este viernes que los líderes de Estados Unidos, Donald Trump; de México, Claudia Sheinbaum; y de Canadá, Mark Carney, acercaran posturas tras un año marcado por amenazas y la imposición de aranceles por parte del republicano contra sus vecinos. Los mandatarios de los tres países anfitriones del torneo deportivo aparecieron juntos por primera vez en público durante la ceremonia del sorteo de grupos, celebrada en el Centro Kennedy de Washington, un teatro que Trump convirtió en un espacio de promoción de su movimiento político.
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Pese a la tensión entre Washington y sus socios, Trump, Sheinbaum —quienes se veían por primera vez— y Carney mostraron sintonía y un ambiente distendido a lo largo de todo el evento.
Al clima relajado exhibido por Trump pudo contribuir el hecho de que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, lo agasajara con un galardón creado especialmente para él, el 'Premio FIFA de la Paz', acompañado de una ceremonia diseñada para convertirlo en el gran protagonista.
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Trump, Sheinbaum y Carney fueron invitados a subir juntos al escenario para extraer del bombo las bolas correspondientes a sus países, una imagen histórica que evocó la 'Cumbre de los Tres Amigos', que en su día reunía a los líderes norteamericanos y que no parece que vaya a celebrarse durante el mandato del republicano.
El líder estadounidense bromeó con rebautizar el fútbol americano para evitar confusiones con el fútbol (llamado "soccer" en EE.UU.), mientras que Sheinbaum reivindicó que su país juega a la pelota desde tiempos precolombinos.
Tras las intervenciones, los tres se sentaron en el palco presidencial del Centro Kennedy para seguir el resto de la ceremonia, con la mandataria mexicana ubicada entre Trump y Carney.
El líder estadounidense estaba acompañado por la primera dama, Melania, y Carney por su esposa, pero el marido de Sheinbaum permaneció en México.
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Las cámaras de televisión captaron en diversos momentos a los tres líderes conversando y riendo de manera distendida. Al final del evento, Trump se levantó para bailar el "YMCA" de Village People, himno de su campaña, mientras sus colegas lo observaban sonrientes desde sus asientos.
EFE