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La operación policial lanzada el martes en Río de Janeiro, la más letal de la historia de la ciudad brasileña, dejó 132 muertos, entre ellos cuatro agentes, informó este miércoles a EFE y AFP la Defensoría Pública regional.
Esta institución encargada de ofrecer asistencia legal gratuita divulgó la nueva cifra de fallecidos, después de que habitantes de los barrios afectados se lanzaran a buscar a sus familiares desaparecidos y empezaran a juntar decenas de cuerpos en una plaza.
No hubo corroboración inmediata de la cifra por parte de otras fuentes.
Funcionarios del organismo acompañan desde la madrugada de este miércoles las búsquedas en la favela de la Penha, uno de los focos de la operación, y están presentes en los institutos forenses responsables por la identificación de los cadáveres, según un comunicado.
Asimismo, la Defensoría Pública afirmó que recabó testimonios de habitantes y familiares de los fallecidos para "contribuir a la necesaria respuesta institucional ante la violencia estatal nunca vista".
Por otra parte, el gobernador del estado de Río de Janeiro, Cláudio Castro, dijo este miércoles durante una rueda de prensa que, por ahora, le constan 58 muertos, aunque reconoció que la cifra "seguro" cambiará.
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"Exceptuando la vida de los policías (fallecidos), el resto fue un éxito", afirmó Castro, un político de derecha, durante una rueda de prensa en la que también calificó la operación de "duro golpe al crimen organizado".
El gobernador informó que, más allá de los cuatro agentes muertos, los otros fallecidos confirmados hasta ahora por las autoridades eran "criminales" del Comando Vermelho, la poderosa banda cuyo liderazgo se buscaba desarticular.
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En apoyo a esa afirmación, apuntó como "indicios" de su pertenencia al grupo el hecho de que muchos fueran abatidos en un área de bosque próxima a las favelas de la Penha y del Alemão, los focos de la operación. "No creo que hubiese alguien paseando en el bosque en un día de enfrentamiento", dijo, antes de señalar que si hay "errores en la clasificación" de los muertos estos serán "residuales".
Castro se solidarizó apenas con las familias de los policías fallecidos y afirmó que ellas fueron las únicas "verdaderas víctimas".
Frente a las críticas recibidas por parte de la izquierda y de algunos ministros del Ejecutivo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el gobernador dijo que no entrará en una "batalla política" o "polarización".
Los cadáveres encontrados por los familiares, todos de hombres, quedaron tendidos uno al lado del otro en el suelo de una plaza de la Penha, a la vista de los vecinos, como pudo comprobar EFE.
El Gobierno regional afirmó en un comunicado que los sospechosos fueron abatidos tras "reaccionar" a las acciones de los agentes.
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En el complejo Penha -uno de los dos barrios obreros densamente poblados atacados en el norte de Río de Janeiro- los residentes lloraron ante una fila de al menos 50 cadáveres la madrugada del miércoles 29 de octubre.
Una mujer gritó mientras se inclinaba sobre el cuerpo de una de las víctimas, que yacían alineadas, cubiertas con sudarios improvisados, algunos manchados de sangre.
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“El Estado vino a masacrar, no fue una operación (policial). Vinieron directamente a matar, a quitar vidas”, dijo a la AFP una mujer que no quiso dar su nombre, mientras tocaba el rostro de otra víctima.
Los residentes, indignados, acusaron a la policía de ejecuciones extrajudiciales. “Hay personas que han sido ejecutadas, muchas de ellas con disparos en la nuca, por la espalda. Esto no puede considerarse seguridad pública”, dijo Raúl Santiago, un residente y activista de 36 años.
El abogado Albino Pereira Neto, que representa a tres familias que perdieron parientes, dijo a la AFP que algunos de los cuerpos presentaban "marcas de quemaduras" y que algunos de los fallecidos habían sido atados. Algunos fueron "asesinados a sangre fría", dijo.
La operación policial buscaba ejecutar 100 órdenes de prisión contra miembros del Comando Vermelho, una de las dos facciones criminales más poderosas de Brasil, en dos complejos de favelas, las de la Penha y del Alemão.
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Durante las acciones realizadas con el apoyo de 2.500 agentes y decenas de vehículos blindados, fueron arrestados 81 sospechosos y se requisaron 93 fusiles y media tonelada de drogas, según el último comunicado del Gobierno regional.
Los miembros de la banda respondieron a la operación con bloqueos en varias vías de la zona norte de Río, lo que llevó a interrupciones en el tránsito de un centenar de líneas de autobuses y al cierre de decenas de escuelas y centros de salud.
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Este miércoles, la ciudad amaneció sin nuevos bloqueos después de la jornada de caos, si bien la mayoría de comercios y escuelas de los barrios afectados se mantienen cerrados.
En 2024, aproximadamente 700 personas murieron durante operaciones policiales en Río de Janeiro, casi dos por día.
EDITADO POR SANDRA SORIANO SORIANO
COORDINADORA DIGITAL NOTICIAS CARACOL
smsorian@caracoltv.com.co
*CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS EFE/AFP