El crimen de Cristian Stiven Reyes dejó atónitas a las autoridades. El joven soldado fue asesinado en abril de 2019 en Montenegro, víctima de un plan macabro orquestado por su propia esposa, conocida como alias La Diabla. Un hecho que marcó para siempre a su familia.Según contaron las hermanas de Cristian en El Rastro, el joven no tenía enemigos. Era reconocido como un hombre honesto, alegre, entregado a su vocación militar y al cuidado de sus dos pequeños hijos. “Mi hermano era una persona muy especial para mí. En todo resaltaba su honestidad y su alegría. Soñaba con ser soldado, le gustaba defender a las personas y era muy buen papá”, recordó una de ellas.Fuera de su vida militar, Cristian era padre de dos niños, de seis y tres años. Según sus familiares, cada vez que tenía un permiso lo dedicaba por completo a estar con ellos. “Cuando salía de permiso llegaba a la casa a ver a sus hijos, que eran la adoración de él”, agregó.La noche del crimenEl 23 de abril de 2019, en Montenegro, se escucharon varios disparos. Los vecinos dieron aviso a las autoridades. Al llegar al lugar, la Policía encontró a Cristian gravemente herido con al menos cinco impactos de bala, la mayoría en la cabeza y el tórax.Su hermana Yurimar Reyes fue la primera en reconocerlo. “Un vecino me dice: ‘Allá está su hermano’ Como mi hermano era enfermero en el Ejército, pensé que estaba auxiliando a algún herido, pero era a mi hermano al que le habían disparado y estaba herido”.Cristian fue trasladado al hospital, pero llegó sin signos vitales. La herida más grave estaba en la región temporal izquierda, a la altura del oído. La muerte del soldado dejó en la orfandad a sus dos hijos y enlutó a toda su familia.Primeros pasos en la investigaciónLo que parecía un homicidio aislado en un barrio de Montenegro comenzó a dar un giro cuando la investigación reveló las primeras hipótesis. Todo apuntaba a que el crimen podía estar relacionado con su labor militar, pues en la zona operaba una banda de microtráfico y sicariato conocida como Los Chukys o Los Killers.“Una de las hipótesis fue que por las funciones que desempeñaba Cristian como soldado profesional, la banda lo viera como una amenaza para el desarrollo de sus actividades ilícitas en el sector”, reveló el investigador del caso.Asimismo, la Policía comenzó a notar contradicciones en los testimonios de Diana Alejandra Gómez, esposa del soldado. Las hermanas de la víctima también aportaron detalles sobre la relación conflictiva entre la pareja: constantes discusiones, acusaciones de infidelidad por parte de Diana y problemas económicos.“Ella no trabajaba, se la pasaba esperando que llegara el sueldo de él para gastárselo. Mi hermano le decía que buscara trabajo y ella respondía que para eso se había conseguido un soldado que la mantuviera”, relató una de las hermanas.Además, testigos aseguraron que, en el momento del crimen, la mujer llegó al lugar de los hechos, le sacó el celular, la billetera y algunos documentos de los bolsillos. Luego, se inclinó hacia él y le dijo: “Ay, Cristian, mi amor, te amo”.Una cruda verdad salió a la luzLa investigación reveló más de 100 registros de llamadas entre Diana Gómez y miembros de Los Chukys antes y durante el homicidio. Aunque la mujer aseguró a las autoridades que no tenía un celular propio y que usaba el de su esposo, su versión fue descartada.Poco tiempo después, en el mismo barrio se registraron dos nuevos asesinatos: el de una vecina y el de un habitante de calle. Se presume que ambos fueron silenciados porque sabían quién estaba detrás del crimen de Cristian.Fue entonces cuando un testigo anónimo entregó a las autoridades el nombre de uno de los implicados: alias Quiroga, un joven de 17 años vinculado a la banda criminal. Tras su captura, confesó que fue la esposa del soldado quien suministró la información clave para ejecutar el asesinato.“Se ubican estratégicamente a la espera de que la esposa del soldado los llame y les diga: "Vea, ahí va saliendo, va vestido así, va en dirección hacia tal lado". Cuando estaban coordinando el homicidio, Diana les entrega una fotografía para que no haya un margen de error”, explicó uno de los investigadores sobre la manera en que se planeó el asesinato.Con la declaración y las pruebas, las autoridades concluyeron que Diana Gómez había sido la autora intelectual del asesinato de su esposo, al parecer, motivada por beneficios económicos. “Evidenciamos que Diana tenía un vínculo directo… ella simplemente coordinó con personas superiores para que se pudiera cometer el hecho, para no dejar una huella directa”, dijeron las autoridades.Esposa se llevó una sorpresaEn agosto de 2020, durante un operativo contra la estructura criminal, la Policía capturó a Diana Gómez, conocida como alias La Diabla, junto al sicario alias Nico, quien aceptó su responsabilidad y señaló directamente a Diana como la autora intelectual. En total, otros 19 integrantes de la organización también fueron detenidos.“Enterarme que fue Diana me dolió bastante porque era la mamá de mis sobrinos… nos dolió demasiado”, dijo una hermana. “Muy fuerte para nosotros que les quitó el papá a los niños”.El juicio se extendió por casi cinco años, retrasado por la pandemia y a la negativa de la acusada de aceptar los cargos.Para la familia y las autoridades, el móvil del homicidio fue económico. Cristian tenía un seguro de vida del Ejército, pero había dejado el 80% a su madre y solo el 20% a su esposa, pero la mujer no lo sabía y creía que obtendría la totalidad de los $100 millones. “Ella estuvo recibiendo la pensión durante casi 3 años, cuando la capturaron aún la seguía recibiendo”, dijo una de sus hermanas, y agregó: “Cuando se enteró, pegó un grito, y dijo: ‘¿Cómo me va a dejar el 20% si tengo a los niños. Es un desgraciado’”.Al parecer, la mujer estaba interesada en cobrar el millonario seguro y la pensión que recibiría tras la muerte del soldado, pero no contaba con la forma en que Cristian había dejado distribuido ese dinero en vida.Condena por el atroz crimenLa justicia condenó a Diana Gómez, alias La Diabla, a 35 años de prisión por el delito de homicidio agravado. Sin embargo, a pesar de las pruebas en su contra, nunca aceptó los cargos.En entrevista con El Rastro, Diana aseguró: “Es mentira, nunca entré en contacto con esa banda ni ordené nada. Ni siquiera tenía celular en ese momento”. La mujer se encuentra recluida en la cárcel de mujeres Villa Cristina en Armenia.La madre del soldado nunca superó la pérdida y falleció tiempo después, según su familia, por la tristeza que le dejó el asesinato de su hijo.
El 23 de abril de 2019, en un barrio de Montenegro, en Quindío, fue escenario de una tragedia que aún resuena entre sus habitantes. Cristian Steven Reyes, un joven soldado profesional, fue víctima de un ataque sicarial que no solo conmocionó a su familia, sino que destapó una red de intereses oscuros que lo rodeaban, incluso dentro de su círculo más cercano. El Rastro investigó el caso.Alrededor de las 10:30 de la noche, una serie de disparos estremeció a los vecinos del barrio. Una de las hermanas de Cristian salió corriendo a la calle y se encontró con una escena devastadora: el cuerpo de su hermano yacía en el suelo con múltiples impactos de bala.“Era mi hermano al que le habían disparado, el que estaba herido. Yo me tiré y lo abracé fuertemente...Él me movió la cabeza, estaba muy mal, no podía hablar”, contó su hermana a El Rastro.¿Qué ocurrió esa noche?Cristian fue hallado con múltiples impactos de bala, principalmente en la cabeza y el tórax. Aunque alcanzó a ser trasladado al hospital más cercano, llegó sin signos vitales: la gravedad de las heridas resultó fatal.Su familia lo recuerda como un hombre querido y ejemplar. “Mi hermano era una persona muy especial para mí, en todo lo resaltaba su honestidad y su alegría. Soñaba con ser soldado, le gustaba defender a las personas y era muy buen papá...En muchas ocasiones salvó vidas y curó”, relató una de sus hermanas.Cristian era padre de dos niños, de 6 y 3 años, quienes eran su mayor motor en la vida. Ambos nacieron fruto de la relación que sostuvo durante años con Diana Alejandra Gómez, su esposa. Sin embargo, según los familiares de la víctima, la pareja atravesaba dificultades que fueron deteriorando la relación.Incluso, aseguraron que días antes del crimen, Cristian le pidió el divorcio a su esposa, pero ella se negó. “Ella no trabaja, se la pasaba esperando que llegara el sueldo de él para gastárselo”, revelaron. Cuando él le pidió que buscara empleo, ella se negó, las hermanas dijeron que ella afirmó que “para eso se había conseguido un soldado profesional, para que la mantuviera”.Primeras hipótesis del asesinatoEn un principio, las autoridades creyeron que el crimen estaba relacionado con la presencia de bandas delincuenciales en el sector, dedicadas al microtráfico y al sicariato, conocidas como Los Chukys y Los Killers.“Una de las hipótesis fue que por las funciones que desempeñaba Cristian como soldado profesional, la banda lo viera como una amenaza para el desarrollo de sus actividades ilícitas en el sector”, dijo el investigador del caso.De hecho, en los meses siguientes se registraron otros dos homicidios en la misma zona con características similares. Según la investigación, era posible que dos personas —una vecina y un habitante de calle— conocieran la identidad del autor material del crimen.No obstante, el caso dio un giro inesperado cuando decidieron interrogar a la esposa del soldado, quien había tomado una actitud extraña frente al asesinato de su marido.Mientras los investigadores seguían la pista de las bandas de microtráfico, la Policía encontró un indicio clave: salieron a la luz cerca de 100 llamadas entre Diana Gómez y miembros de la organización criminal Los Chukys.Cruda confesión de sicarioUn informante anónimo también señaló a alias Quiroga, un joven de 17 años vinculado a la banda de Los Chukys. Las interceptaciones telefónicas confirmaron que el número de Diana había sostenido múltiples comunicaciones con integrantes del grupo criminal antes y durante el día del homicidio.Alias Quiroga fue capturado en Putumayo y decidió colaborar con la justicia. Confesó su participación en más de diez asesinatos, entre ellos el de Cristian. “Nos habla precisamente del homicidio del soldado como él lo conocía”, afirmaron las autoridades.En su declaración, el joven implicó directamente a la esposa del soldado, señalando que fue ella quien les suministró información clave para ejecutar el crimen. “Se ubican estratégicamente a la espera de que la esposa del soldado los llame y les diga: "Vea, ahí va saliendo, va vestido así, va en dirección hacia tal lado". Cuando estaban coordinando el homicidio, Diana les entrega una fotografía para que no haya un margen de error”, explicó uno de los investigadores sobre la manera en que se planeó el asesinato.Asimismo, el implicado declaró que participó como campanero, mientras alias Nico, también menor de edad, disparó a quemarropa contra el soldado. Según el relato, el sicario se acercó a Cristian y le dijo: “Esto le mandó hacer su mujer’”.¿Quería cobrar millonario seguro?Gracias a la declaración de alias Quiroga y al registro de llamadas entre Diana y miembros de Los Chukys, las autoridades llevaron a cabo un operativo para concretar las capturas. En agosto de 2020, la Policía desarticuló la banda, logrando la detención de 19 personas, incluida Diana Alejandra Gómez. El juicio en contra de ella se prolongó durante varios meses.Según la investigación, la Fiscalía determinó que detrás del crimen existía un móvil económico: Diana buscaba quedarse con un millonario seguro de vida y con la pensión que correspondía a Cristian por su servicio en el Ejército.De acuerdo con la familia de la víctima, Cristian había dejado el 80 % del seguro a su madre y solo el 20 % a su esposa, pero ella desconocía esa distribución y creía que recibiría la totalidad de los $100 millones. “Ella estuvo recibiendo la pensión durante casi tres años; cuando la capturaron, aún la seguía percibiendo”, relató una de sus hermanas.Diana Gómez no aceptó los cargos por homicidio agravado y fue condenada a 35 años de prisión como autora intelectual del asesinato de su esposo. Actualmente, permanece recluida en la cárcel Villa Cristina de Armenia.La mujer conocida como alias La Diabla, concedió una entrevista a El Rastro desde prisión, donde aseguró: “Es mentira. Nunca tuve contacto con esa banda, nunca hablé con ellos. Yo ni siquiera tenía celular, me lo habían robado meses antes”.Un mes después de la condena, la madre de Cristian falleció. “La partida de Cristian le quebró la salud hasta el final”, relataron sus familiares. Hoy, la familia enfrenta el dolor de dos pérdidas y la ausencia de un padre. Sus hijos, de 11 y 8 años, quedaron al cuidado de sus tías.
El término burundanga en Colombia es sinónimo de miedo, se refiere a cualquier sustancia capaz de anular la voluntad de una persona para cometer un robo, una agresión o, en el peor de los casos, un asesinato. Pero los delincuentes ya no usan la famosa escopolamina, sino que han cambiado su método con potentes medicamentos que consiguen con facilidad hasta en las droguerías del barrio. El número de víctimas aumenta y esto tiene muy preocupadas a las autoridades. Séptimo Día investigó este fenómeno.Samanta, una de las integrantes de una banda criminal que opera en Medellín, accedió a hablar y afirma que prefiere a los extranjeros. “Ellos no saben tanto de acá del tema, del vicio, de cuánto cuestan las cosas. Ellos es lo que uno le diga”, contó. Su estrategia de selección es sencilla: busca a personas "adineradas y así como que no sepan tanto de la movida".El anzuelo principal es Julián, el líder de la banda. Él se encarga de contactar a las víctimas a través de redes sociales y aplicaciones de citas. "Como uno sube fotos de mujeres el perfil, entonces ellos se dejan llevar por eso", dijo. El líder califica a sus víctimas como "tan estúpidas que les habla alguien y ahí mismo ya se sienten como halagados, ya le empiezan a hablar bonito”.Cuando la víctima acepta un encuentro, Julián elige un lugar estratégico, "donde la gente piensa que no los van a robar". Luego, envía a Samanta junto a Alberto, el taxista de la banda. La función de Alberto es simple: “Mi trabajo es transportarla a ella de un lugar a otro”.Así roban con burundanga en MedellínSamanta y Alberto, ambos con antecedentes penales, describen su método con una frialdad impactante. Una vez que Samanta llega al lugar, el plan se pone en marcha. “Nosotras en la discoteca permanecemos. Yo llego, ‘Hola, ¿cómo estás? ¿Qué haces? ¿Qué vamos a hacer? ¿Vamos a tomarnos algo? yo te invito’”. Según Samanta, con esta táctica, "ellos se sueltan más y ya uno sirve las dos copas y ya se hace como si estuviera tomando el vaso de él, pero se la lleva a él”.Aquí es donde entra en juego la sumisión química. Samanta confiesa usar diferentes tipos de drogas. “La percocet eso es droga para caballos, eso lo duerme totalmente, eso lo dopa. El rivotril sí lo pone como un poco más alterado. La xilacina sí le da mucho sueño. La chilindrina, eso sí los pone ahí mismo a dormir también”, reveló la mujer.Cuando se le preguntó dónde consiguen estas sustancias, la respuesta es contundente. Julián, el líder, asegura que “eso se consigue en el centro, farmacias clandestinas”. Alberto, por su parte, añade que existe corrupción. "La misma corrupción viene, las mismas droguerías. Eso a todo el mundo no se lo venden”.La forma en que Samanta introduce la droga es rápida. "Cuando le voy a dar una bebida. Yo lo manejo es como en un billete. Cierro el billete y ya lo meto entre los otros. Ya ahí no se ve", confesó. Una vez que la víctima ha consumido la droga, el efecto es instantáneo. "Ya viene prácticamente un niño", afirmó Alberto.Sin remordimientos por los robosUna vez que la víctima está drogada, Samanta la lleva a su hotel o Airbnb, dependiendo donde se estén hospedando. Es en ese momento realizan el robo: "Necesitamos quitar todo lo que son pertenencias y acabamos con él, todo lo que hay”, afirmó el taxista.Cuando algo sale mal, Julián, el líder de la banda, interviene. "Los manes se dan cuenta que están siendo drogados y eso empiezan a hacer un escándalo. Entonces toca estar ahí, mejor dicho, sacar pistola y sin mediar palabra", contó.“¿Usted alguna vez piensa en las familias de esas víctimas?”. La respuesta de Julián es contundente: "No, la verdad yo solo pienso en la mía porque cuando a uno lo han cogido, ellos no piensan en uno. A uno ya le toca tener el corazón frío. Si se arrepiente uno, ya mi Diosito lo castiga a uno”, concluyó.¿La escopolamina es cosa del pasado?¿Por qué la escopolamina ha caído en desuso? El médico Miguel Antonio Tolosa Rodríguez, experto en toxicología clínica, lo explicó: "La escopolamina produce un efecto de agitación. La persona puede alucinar, tornarse agresiva, lo cual no le conviene al victimario", afirmó. A esto se suman dos factores cruciales: su síntesis es costosa y complicada. Por si fuera poco, el mercado ofrece alternativas más económicas, potentes y fáciles de conseguir. "Hay sustancias que se consiguen en farmacias", agregó el experto.Un negocio ilícito con cifras alarmantesSegún cifras de la Policía Nacional, en la última década, se han registrado más de 21.000 casos de hurto mediante sumisión química. Esto se traduce en un promedio alarmante de seis personas robadas cada día en el país mediante este método. Los departamentos de Cundinamarca, Antioquia y Valle del Cauca encabezan la lista. Tan solo en Bogotá, entre 2024 y los primeros seis meses de 2025, se han reportado 848 casos. Las zonas de rumba más populares, como Chapinero, Teusaquillo, Usaquén y Kennedy, son las más afectadas, demostrando que los delincuentes se mueven donde la gente busca diversión y un momento de distracción.Los robos por sumisión química en la mayoría de los casos están relacionados con el consumo de alcohol y la rumba nocturna. Y en Medellín, víctimas, criminales y autoridades coinciden en que el turismo sexual es un caldo de cultivo para estas delincuentes que acechan como presa fácil a los extranjeros.
El municipio de Montenegro, en Quindío, fue el escenario de un triple homicidio que consternó a la población. El asesinato del soldado Cristian Steven Reyes a quemarropa en 2019, destapó una trama de traición, microtráfico y una tragedia que dejó a una familia destrozada. La investigación develó un atroz crimen orquestado por un cercano.Dar con el responsable se convirtió en una misión crucial para las autoridades, pues lo que en un principio parecía un homicidio aislado terminó destapando una trama mucho más oscura. El periodista Diego Guauque, de El Rastro, siguió de cerca el caso.Cristian era recordado por sus hermanas como un hombre íntegro, alegre y con vocación de servicio. “En muchas ocasiones salvó vidas y curó”, dijo su hermana Yurimar Reyes. No obstante, el 23 de abril de 2019, la vida de la familia de Cristian cambió para siempre, luego de que fuera brutalmente acribillado. “Era mi hermano al que le habían disparado, el que estaba herido. Yo me tiré y lo abracé fuertemente...Él me movió la cabeza, estaba muy mal, no podía hablar”, contó.Este joven soñador era padre de dos niños. “Mi hermano era una persona muy especial para mí, en todo lo resaltaba su honestidad y su alegría. Soñaba con ser soldado, le gustaba defender a las personas y era muy buen papá”, dijo una de sus hermanas.Cada vez que obtenía un permiso, Cristian regresaba a casa para estar con sus pequeños, de 6 y 3 años. Para sus hermanas, más que un hermano, era “como un papá”.El fatídico díaLos hechos ocurrieron el 23 de abril de 2019. Pasadas las 10:30 de la noche, los vecinos escucharon una serie de disparos y una de las hermanas de Cristian salió corriendo a la calle. Allí se encontró con una escena devastadora: él yacía tendido en el suelo con múltiples impactos de bala.Minutos después llegó Diana Alejandra Gómez, esposa del soldado. Según relatan las hermanas, lo primero que hizo fue sacarle el celular, la billetera y algunos papeles de los bolsillos. Luego, se inclinó hacia él y le dijo: “Ay, Cristian, mi amor, te amo”.Las autoridades confirmaron que Cristian recibió entre cuatro y cinco disparos, la mayoría en la cabeza y el tórax. Aunque fue trasladado de urgencia al hospital, llegó sin signos vitales.“Él no tenía enemigos, no tenía peleas con nadie, a él todo el mundo lo quería...Yo lo amaba mucho, era mi hermano y más que mi hermano era como un papá para nosotras”, reveló una de sus hermanas.Un lugar controlado por bandas delictivasEl asesinato del soldado no fue un hecho aislado. En menos de cinco meses, tres personas fueron ultimadas en el mismo barrio bajo un patrón idéntico: disparos a quemarropa en la noche y un sicario del que no había ningún rastro.Según los investigadores, ese barrio y sus alrededores estaban bajo el dominio de una peligrosa estructura delincuencial conocida como Los Chukys o Los Killers, dedicada al microtráfico y a asesinatos selectivos.“Una de las hipótesis fue que por las funciones que desempeñaba Cristian como soldado profesional, la banda lo viera como una amenaza para el desarrollo de sus actividades ilícitas en el sector”, dijo el investigador del caso.Giro en la investigaciónLa esposa de Cristian aseguró a las autoridades que había intentado desbloquear el celular de su esposo, pero que, durante el intento, el dispositivo terminó formateándose. Asimismo, las hermanas de la víctima afirmaron sobre un pasado tormentoso entre la pareja.Ambos se conocieron en el colegio y, con el tiempo, terminaron casándose. Sin embargo, según los familiares de Cristian, la convivencia comenzó a deteriorarse. Aseguran que Diana no trabajaba y que solía reclamarle constantemente por el dinero.“Ella no se la pasaba esperando que llegara el sueldo de él para gastárselo. Mi hermano cansado de eso le dijo que trabajara, y ella respondió que para eso se había conseguido un soldado profesional, para que la mantuviera”, relató una de sus hermanas.También afirmaron que, aunque Cristian nunca fue agresivo con ella, Diana sí lo maltrataba físicamente.No obstante, las sospechas contra la esposa tomaron fuerza cuando los investigadores revisaron los registros telefónicos. Descubrieron más de 100 llamadas y comunicaciones entre Diana y miembros de Los Chukys, justo antes y durante el día del homicidio.Además, un informante anónimo entregó pistas a las autoridades, quienes señalaron haber visto a un joven conocido como alias Quiroga, quien al momento del asesinato tenía 17 años y hacía parte de la banda Los Chukys.Alias Quiroga fue capturado en Puerto Leguízamo, Putumayo, hecho que reabrió la investigación. Durante su declaración, confesó varios homicidios a cambio de un preacuerdo con la Fiscalía. En su testimonio aseguró haber visto a Diana, la esposa del soldado, en el territorio controlado por Los Killers, en Montenegro.Según la declaración de alias Quiroga, estas fueron las últimas palabras que escuchó el soldado Cristian Reyes antes de ser asesinado a tiros: “Eso le mandó hacer su mujer”. Las autoridades confirmaron que el sujeto que disparó contra el soldado era menor de edad y conocido como alias Nico.Pruebas contundentes y capturasLa confesión de alias Quiroga y el hallazgo de constantes llamadas realizadas por Diana fueron claves en la investigación. Al parecer, la mujer mantenía comunicación con José Antonio Pinto, integrante de la organización. Con estas pruebas un juez ordenó la captura de varios miembros de Los Killers, así como la de Diana Alejandra Gómez, esposa de Cristian y conocida como alias La Diabla.La familia de Cristian aseguró que, días antes del crimen, él le había pedido el divorcio a Diana tras descubrirle una infidelidad con un compañero de trabajo. No obstante, la mujer se habría negado a separarse, pues, según los familiares de la víctima, de por medio estaba un millonario seguro de vida.“El seguro era del 100% y ella pensaba que todo le iba a quedar a ella. Eran 100 millones de pesos… pero mi hermano dejó el 80% a mi mamá y a ella solo el 20%. Cuando se enteró, pegó un grito”, relató una de las hermanas.El juicio se prolongó por casi cinco años. Finalmente, la Fiscalía le imputó a Diana Alejandra Gómez el delito de homicidio agravado, por el cual fue condenada a 35 años de prisión. Actualmente cumple su condena en la cárcel de mujeres Villa Cristina, en Armenia.El equipo de El Rastro solicitó una entrevista con la mujer, quien negó rotundamente haber participado en el crimen de su esposo. “Es mentira. Nunca tuve contacto con esa banda, nunca hablé con ellos. Yo ni siquiera tenía celular, me lo habían robado meses antes”, aseguró Diana Gómez.Los dos hijos de Cristian y Diana, hoy de 11 y 8 años, quedaron al cuidado de sus tías, quienes aseguran que han sido criados con amor, a pesar de la dolorosa ausencia de su padre. El asesinato de Cristian dejó a toda la familia marcada por una herida que aún no sana.
Leidy Johana Soto Muñoz, madre de 4 menores, desapareció en mayo de 2019, en Cali, Valle del Cauca, tras dejar a sus hijos solos en casa. Horas después, su familia comenzó una búsqueda desesperada al notar que no regresó y lo que encontró con el pasar de los días fue realmente trágico. El Rastro conoció los detalles de este terrible caso de feminicidio que dejó perpleja a una comunidad.Karol Soto, sobrina de Leidy Johana, al igual que toda su familia recuerdan a su tía como “una persona muy dedicada a sus hijos, para ella su todo eran sus hijos, velaba por ellos”. Por eso, desde el primer momento les pareció muy extraño que los hubiera dejado solos en casa.Una relación de añosDurante más de 15 años, Leidy había tenido una relación con John Alexander Zamora, padre de sus cuatro hijos. Ella, cuentan sus familiares, se dedicó al cuidado de su familia, pero con el paso del tiempo su aspecto físico cambió a tal punto que se le convirtió en un dolor de cabeza, pues decía que con cada embarazo estaba ganando peso considerablemente y por ello tomó la decisión de someterse a un bypass gástrico que terminó siendo el preámbulo de varios problemas con su pareja.Tanto la hermana de Leidy como su mamá relataron en El Rastro que, tras el último embarazo, la joven decidió separarse de John Alexander porque surgieron episodios de celos y control que no estaba dispuesta a tolerar. “Cuando ella decidió separarse de él, empezó a trabajar en oficios varios, quería vivir con los niños sola, pero aún no se le daban las cosas”, por lo que inicialmente sus hijos permanecían en casa de su hermana Marley, su hermano, Diego, o con su mamá, Rubiela Muñoz.Después de dos años de su separación y ya con la alegría de tener una vivienda para ella y sus cuatro hijos, Leidy encontró trabajo en una discoteca e incluso conoció a un hombre, Yesid López Medina, de 30 años, con quien inició una relación, aunque no quiso hacerla pública desde el primer momento.Las hipótesis de la desaparición de LeidyAunque todo marchaba bien para ella, el 22 de mayo de 2019 desapareció en extrañas circunstancias y la pregunta de sus seres queridos era una sola: ¿dónde está Leidy? “Teníamos toda la esperanza de que estuviera bien, de que de pronto se hubiera ido para algún lado o que de pronto estuviera con la expareja y no hubiera dicho”, comentó su hermano en El Rastro.Sin embargo, pese a que contactaron rápidamente a John Alexander, su exesposo, para preguntarle si tenía información de ella, este rápidamente negó cualquier contacto. La familia emprendió una búsqueda incansable tanto en las calles de la ciudad como en redes sociales y ahí empezaron a llegarles “pequeñas pistas” que los ilusionaban, pero nada concreto. A los 3 días de la desaparición, las autoridades fueron informadas e iniciaron una investigación.En medio de las pesquisas, los investigadores volvieron a tomar contacto con John Alexander y fue él quien les mencionó a Yesid López Medina: “Él decía que no sabía nada, que no tenía contacto con ella, que tenía días que no hablaba con ella, que por qué no verificaban con la pareja actual que tenía”, reveló Jhon Álvarez, del Gaula de Cali, en El Rastro. Así, empezaron a manejar dos hipótesis, una que señalaba a la expareja de Leidy y otra a su nueva relación.Pese a que el círculo cercano de Leidy no sabía de esa nueva relación, algunos familiares y amigos sí lo reconocieron y, de hecho, destacaron que Yesid López Medina fue uno de los más activos en la búsqueda de la joven madre desaparecida.Estremecedor mensajeUna noche, mientras esperaban por información sobre el paradero de su hermana, Marley recibió un mensaje anónimo que le advertía lo peor: "A su hermana la mataron y la tiraron al río Cauca". En ese momento, su familia contempló por primera vez la posibilidad de que estuviera muerta.Aunque no se supo exactamente quién envió este mensaje, paradójicamente al día siguiente de recibir el perturbador texto y a unos 300 kilómetros de Cali, Valle, un pescador encontró un cuerpo en el río Cauca. El cadáver estaba en avanzado estado de descomposición, por lo que no se podían determinar signos de violencia, pero los investigadores lograron identificar que se trataba de una mujer y que este llevaba aproximadamente una semana flotando en el río. Una vez lo trasladaron a Medicinal Legal, la familia de Leidy confirmó su identidad.“Cuando voy a verla, ella inclusive tenía la misma ropa con la que había salido de la casa. Me muestran una parte del vestido, una sandalia, porque la otra el río se la había arrancado, y yo digo: ‘sí, es ella’. Me mostraron también una joya que le sacaron del dedo”, reveló su hermano Diego, quien dice que son imágenes que quiere borrar de su cabeza.¿Quién era el responsable de la muerte?Tras encontrar el cuerpo, continuó la investigación para dar con el responsable del crimen y entre las pesquisas las autoridades encontraron el testimonio de una mujer que aseguraba que había visto a Leidy discutir con alguien y subirse a un taxi. Luego, identificaron el vehículo y descubrieron que era conducido por John Alexander Zamora, quien lo dejó abandonado en un taller.En el taxi se hallaron rastros de sangre y varias intervenciones telefónicas confirmaron que John se desplazó al Cauca tras la desaparición Leidy. Una vez identificado como responsable del crimen, fue capturado en Santander de Quilichao, Cauca - en donde se escondió por semanas - el 15 de octubre de 2019, 5 meses después del homicidio.Ante la evidencia de la Fiscalía, en enero de 2020 el sujeto aceptó su responsabilidad frente al crimen de su expareja y fue condenado a 35 años y 6 meses de prisión por el delito de feminicidio.La familia de Leidy carga con el dolor de la pérdida y lo único que espera es que John “se arrepienta, le pida perdón a Dios y a sus hijos porque hizo un daño muy grande”.
El periodismo de investigación en Colombia requiere de valentía y eso lo sabe bien Laura Hincapié, reconocida reportera del programa Séptimo Día, quien recientemente compartió en el podcast Presunta Pola uno de los momentos más angustiosos de su carrera: fue encerrada contra su voluntad en una veterinaria de Cali mientras realizaba una entrevista relacionada con un caso que recogía varias denuncias contra un supuesto veterinario. “Estoy contra mi voluntad y eso es un secuestro”, relató sobre el difícil episodio que vivió en el 2024.Laura Hincapié ha construido una carrera sólida a través de los años. Antes de llegar a la televisión, trabajó en el periódico El País de Cali y luego llegó a Séptimo Día, donde ha liderado investigaciones de gran relevancia, como el caso de un presunto falso veterinario en Cali, en la que tuvo que vivir un impactante momento.“Es lo más duro que me ha pasado como reportera, porque uno se mete en muchas situaciones y uno sabe que su trabajo tiene un riesgo, pero terminar encerrada en Cali a las 8 de la noche no estaba en mis planes”, relató.La historia detrás de la investigaciónTodo comenzó con denuncias ciudadanas que señalaban a un hombre llamado Miguel Ángel Parrado de llevar al menos cinco años haciéndose pasar por veterinario sin tener la formación ni los títulos requeridos. Junto con su hermana, al parecer administraban una clínica veterinaria en Cali donde realizaban procedimientos quirúrgicos sin tener los conocimientos adecuados. Las consecuencias, según las denuncias, era muy graves: varios animales murieron o sufrieron fuertes consecuencias.Laura tuvo una motivación adicional para investigar este caso: su perrita, Bela, la inspiró a tocar un tema que del que no había hablado antes. “Yo nunca había hecho nada de animales, de hecho, yo nunca había tenido una mascota, yo siento que no había desarrollado ese amor y no había entendido ese amor tan grande”, confesó.Lo que más sorprendió a la periodista fue la reincidencia del señalado. “Yo no entendía cómo le habían cerrado una veterinaria en Bogotá, se había ido a Cali y montó otra, le cerraron esa y montó otra en el mismo lugar donde le cerraron una, en el mismo local”, explicó.Eran varias las denuncias contra el hombre. Parrado, según la investigación de la Fiscalía, suplantaba la tarjeta profesional de verdaderos veterinarios. “Personas contaban que llevaron a sus perritos y él decía ‘hay que operarlos de urgencias’, solamente para cobrarte $800 mil pesos por una cirugía”, relató Laura.El día del encierro a periodista de Séptimo DíaLaura viajó a Cali con su equipo para grabar imágenes de la veterinaria. Aunque la idea era regresar al día siguiente con las autoridades, al ver al señalado en el lugar, decidió confrontarlo. “Él me dice ‘siga’, además está grabado porque el video que se hizo viral está todo, mi labor es hacer preguntas, yo tengo soportes de todas las denuncias”, explicó.Sin embargo, la situación se volvió violenta rápidamente. La hermana del acusado llegó alterada, comenzó a gritar y agredir al equipo.“Este señor coge el micrófono, lo rompe, se casi que, a pegarme a mí con el micrófono en la cabeza, pero él como que se detiene o un ángel me protegió y se van contra nosotros en una forma impresionante”, afirmó.“Nos encierran, eso fue tipificado como secuestro simple”, relató la comunicadora.En medio del caos, Laura intentó salir, pero otra mujer, al parecer la esposa del acusado, cerró la puerta. “Yo decía salgamos de aquí, pero cuando yo intento salir llega otra mujer y me cierran la puerta”, recordó.Una mujer que esperaba afuera con su mascota escuchó los gritos y alertó a los vecinos, quienes llamaron a la Policía para que acudiera al lugar. Mientras tanto, Laura logró recuperar su celular del piso y pedir ayuda.“Nos dicen que podemos salir si les entregamos el material que habíamos grabado y ahí yo me asusto mucho”, contó. Ese material era crucial para demostrar lo ocurrido y respaldar las denuncias.La intervención de la PolicíaCuando los agentes llegaron, el acusado se escondió. Las mujeres que lo acompañaban negaron que estuviera allí. Él se esconde debido a que no tiene los papeles de veterinario al día, explicó Laura. Al día siguiente, con el respaldo de las autoridades, el lugar fue cerrado.Pero el caso no terminó ahí. Laura recibió una denuncia por lesiones personales, mientras que su equipo denunció por daño en bien ajeno y secuestro simple. Los procesos judiciales siguen abiertos.Laura Hincapié no solo fue víctima de una agresión física, sino también de un intento de silenciar su trabajo.“Nos habían secuestrado y yo cómo iba a demostrar todo eso… grabamos cuando nos pegaron, dañaron los equipos”, relató.Además de su trabajo en televisión, Laura es autora del libro ‘Valentina, muerte y vida’, basado en el feminicidio de la DJ Valentina Trespalacios.
Leidy Johanna Soto, madre de cuatro hijos, desapareció misteriosamente en Cali, Valle del Cauca, el 22 de mayo de 2019. Días después, su cuerpo fue hallado en avanzado estado de descomposición flotando en el río Cauca, cerca de Chinchiná, Caldas. Desde entonces, las autoridades emprendieron una intensa búsqueda para dar con el responsable de este atroz crimen. El Rastro reconstruyó el caso. La mujer de 34 años salió de su casa y nunca regresó. "Los niños me llamaron como a las 11 y me dijeron: 'mi mamá nos dejó encerrados, nos preparó el desayuno, cogió las llaves y dijo que ya venía'", recordó Rubiela Muñoz, mamá de la víctima.El día de su desaparición, Leidy dejó a sus hijos solos en casa con la promesa de que regresaría pronto. Incluso, le dijo a su madre que antes del mediodía pasaría a verla para ayudarla a sacar unas citas médicas.Tiempo después, uno de sus hijos llamó a su abuela al ver que su madre no volvía. Fue entonces cuando la familia se alertó, pues Leidy no respondía el celular, y todos coincidían en que no era habitual que se ausentara sin avisar, mucho menos dejando a sus hijos solos. "Ella nunca desaparecía ni dejaba solos a sus hijos. Cuando me avisaron, todo fue un caos", contó Angélica Montero, tía de Leidy.¿Qué pasó con Leidy Johanna Soto?Las autoridades iniciaron la búsqueda de Leidy y, para ello, no solo recopilaron testimonios de vecinos, sino que también comenzaron a interrogar a su círculo más cercano. Uno de los primeros en ser contactados fue John Alexander, su expareja y padre de sus cuatro hijos, con quien compartió casi 18 años de relación.La relación comenzó a deteriorarse después de que Leidy se sometiera a una cirugía bariátrica. Con el cambio físico, ella empezó a recuperar su confianza y autoestima, lo que, según su familia, desencadenó una serie de episodios de celos por parte de John. La situación se volvió insostenible y, en 2017, Leidy decidió separarse de él.Sospechosos en la desapariciónTras la desaparición, John Alexander aseguró que hacía mucho tiempo no tenía contacto con Leidy y sugirió a la Policía que investigaran a su nueva pareja. Esta afirmación sorprendió a la familia, que no tenía conocimiento de que Leidy tenía un nuevo romance.Yesid López Medina, de 30 años, era la nueva pareja de Leidy, con quien llevaba cuatro meses de relación y estaba planeando mudarse con él. Desde el inicio de la investigación, las autoridades notaron que Yesid participaba activamente en la búsqueda, lo que en un principio no despertó sospechas.Desde entonces, tanto la expareja de Leidy como su nuevo novio se convirtieron en los principales sospechosos de su desaparición. Sin embargo, Yesid López declaró que siempre le resultó extraño que Leidy no lo presentara oficialmente a su familia. "Ella nunca me llevaba a la casa de su mamá y yo me preguntaba: '¿si soy su pareja, por qué me deja en la esquina?'”, relató y aseguró que Leidy le confesó que no hacía pública la relación por miedo a la reacción de John Alexander, su expareja."La tiraron al río”Una semana después de la desaparición, la hermana de Leidy recibió un mensaje anónimo que confirmaba lo peor: "A su hermana la mataron y la tiraron al río Cauca", se leía en el texto.Al día siguiente, un pescador alertó a las autoridades sobre el hallazgo del cuerpo de una mujer en el río Cauca. Debido al avanzado estado de descomposición, no fue posible identificarla de inmediato. El cuerpo fue trasladado a Medicina Legal, donde se solicitó la presencia de familiares de personas desaparecidas. Fue entonces cuando Diego, hermano de Leidy, confirmó que se trataba de ella. "Son imágenes que uno quisiera borrar de la cabeza. Tenía la misma ropa con la que había salido de la casa, un anillo y era de ella. Ya la habíamos encontrado".Taxi fue clave en la investigaciónUna testigo del barrio Naranjos le informó a las autoridades que el día de la desaparición vio a Leidy discutiendo con un taxista. La descripción física del hombre coincidía con la de John Alexander, su expareja. Al avanzar en la investigación, los agentes descubrieron que él había comenzado a trabajar como taxista utilizando una identidad falsa.En su declaración, Yesid López aseguró que, días antes de la muerte de Leidy, su exesposo había comenzado a comportarse de forma extraña. Incluso relató que en una ocasión un taxi intentó atropellarlo. “Ella me dijo: ‘Ese es Alexander’”, declaró Yesid.Ante esta versión, la Policía decidió rastrear el vehículo, que fue hallado abandonado en un taller mecánico. Tras realizar las pruebas forenses correspondientes, encontraron rastros de sangre en el interior, lo que reforzaba la hipótesis de que John Alexander estaba detrás del crimen.“El carro fue revisado para ver si tenía alguna falla. La persona que lo trajo no se identificó. Normalmente, el carro venía sucio y olía mal, pero ese día estaba limpio por dentro y por fuera, y olía bien. Recién lavado”, aseguró Angélica Villota, propietaria del taller. Esta fue justamente la pista que las autoridades siguieron y, al revisar el vehículo con elementos especiales, encontraron en él residuos de sangre, por lo que la expareja de Leidy fue identificada como responsable e iniciaron su búsqueda. Condena del responsablePara ese momento, John Alexander se escondía en una zona rural de Corinto, Cauca, un área de difícil acceso por la presencia de grupos armados ilegales. Sin embargo, tras la interceptación de una llamada, el 15 de octubre de 2019 (cinco meses después del homicidio de Leidy) fue capturado y señalado como el responsable de este atroz crimen.En enero de 2020, aceptó la responsabilidad de los hechos y fue condenado a 35 años y 6 meses de prisión por el delito de feminicidio. “Espero que se arrepienta, le pida perdón a Dios y a sus hijos porque hizo un daño muy grande”, dijo una familiar de la víctima.
La desaparición de una madre de cuatro menores en Cali, Valle del Cauca, alertó a toda una familia y a las autoridades de la zona. No era normal que Leidy Johanna Soto Muñoz dejara solos a sus hijos y que no avisara para dónde iba. Su familia guardó la esperanza por varias semanas de encontrarla con vida, pero días más tarde su cuerpo fue hallado flotando en un río a kilómetros de su hogar.La investigación, que empezó siendo por una desaparición y terminó siendo por un feminicidio, tuvo a dos principales sospechosos, ambos hombres que habían estado vinculados sentimentalmente con la víctima. Tras revelarse todos los detalles de lo ocurrido, la familia de Leidy y sus conocidos quedaron consternados con el responsable de su muerte.¿Cómo ocurrieron los hechos?La tragedia de Rubiela Muñoz y Diego Soto, madre y hermano de Leidy, inició el 22 de mayo de 2019, cuando la mujer salió de su casa y nunca más regresó. Leidy dejó a sus hijos solos en su casa, avisándoles que regresaba pronto, y a su mamá le avisó que antes del mediodía iría a verla para ayudarle a sacar unas citas médicas. "Los niños me llamaron como a las 11 y me dijeron: 'mi mamá nos dejó encerrados, nos preparó el desayuno, cogió las llaves y dijo que ya venía'", recuerda la mamá de la víctima.Toda la familia empezó a alertarse por el paradero de Leidy, de 34 años, quien no saba señales ni contestaba su celular. Todos coinciden en que no era común que ella desapareciera de esa manera y mucho menos que descuidara a sus hijos. En medio de la angustia, la familia decidió comunicarse con Jhon Alexander Samora Díaz, expareja y padre de los niños."Lo llamamos y me dijo: 'Doña Rubiela, ella no está conmigo, ¿qué pasaría? Pero no se preocupe que ella va a regresar'. Me dijo que no estaba acá en Cali, que estaba en Cauca", contó la mamá Leidy. Entonces la familia se organizó para buscarla en las calles, publicar fotos en redes sociales y, cuando pasaron las 72 horas respectivas, alertar a las autoridades. Las autoridades determinaron que el celular de Leidy estaba apagado y empezaron a indagar a familiares y vecinos.¿Quiénes eran los sospechosos?La policía comenzó a interrogar a su círculo cercano. Jhon Alexander, su expareja, aseguró no tener contacto con Leidy desde hacía días y sugirió que hablaran con su nueva pareja. "Que él no tenía contacto con ella, que llevaba días sin saber de ella. Que le preguntáramos a la pareja actual de ella", dijo Jhon Álvarez, investigador del Gaula. Hasta entonces, ni la familia ni los investigadores sabían que Leidy había iniciado una relación con Yesid López Medina, un hombre de 30 años que conoció en su trabajo.Yesid explicó que llevaban cuatro meses juntos y que planeaban mudarse juntos. A él también le parecía raro que Leidy nunca lo presentó con su familia. "Ella nunca me llevaba a la casa de su mamá y yo me preguntaba: '¿si soy su pareja por qué me deja en la esquina?'", señaló, pero aseguró que Leidy le dijo que no hacía oficial su relación por temor a la reacción de Jhon Alexander, su expareja, a quien describía como controlador y posesivo.Leidy y Jhon se conocieron en 2001. Tuvieron cuatro hijos y estuvieron juntos por casi 18 años. Pero tras someterse a una cirugía bariátrica, Leidy empezó a ganar confianza, a trabajar y a cambiar su rutina. “Ella empezó a ponerse bonita”, contó su tía Angélica. Esos cambios detonaron los celos de Jhon, según su entorno. La relación se volvió tensa, al punto que Leidy decidió separarse en 2017.El hallazgo del cuerpoSemanas después de su desaparición, la familia recibió un mensaje anónimo: “Mi vida, a su hermana la mataron y la tiraron al río Cauca”. Ese mismo día, un cuerpo fue encontrado flotando en el río, cerca de Chinchiná, Caldas. Aunque ya estaba en avanzado estado de descomposición, su hermano Diego logró identificarla por la ropa y un anillo. Era Leidy. "Son imágenes que uno quisiera borrar de la cabeza. Tenía la misma ropa con la que había salido de la casa, un anillo y era de ella. Ya la habíamos encontrado"."El cuerpo se encontraba en avanzado estado de descomposición, ya con parte de reducción esquelética en el cráneo y extremidades. Esto no permitía identificar signos de violencia causados por un factor humano", señalaron las autoridades que sacaron el cuerpo del agua. El hallazgo impulsó nuevas pistas. Una vecina del barrio Naranjos recordó haber visto a Leidy discutiendo con un taxista el día que desapareció. Las características del conductor coincidían con las de Jhon Alexander, quien —descubrieron los investigadores— había comenzado a trabajar como taxista bajo un nombre falso: Harold Gómez.En ese momento los cabos sueltos empezaron a atarse, pues Yesid López le contó a las autoridades que, días antes a la desaparición de Leidy, un taxi había intentado atropellarlos. “Ella me dijo: ‘Ese es Alexander’”, declaró. Las autoridades rastrearon el vehículo y encontraron rastros de sangre, lo que reforzó la hipótesis de que Jhon era el agresor.Captura y condena del responsableDesde el día de la desaparición de Leidy y durante varios meses después, Jhon Alexander se escondió de las autoridades en zona rural de Corinto, Cauca, lugar de difícil acceso para los uniformados que empezaban a construir un caso en su contra por el feminicidio de su expareja y madre de sus cuatro hijos. Finalmente, el 15 de octubre de 2019, salió de su escondite y llegó en estado de embriaguez a la casa de su hermano, en Santander de Quilichao, hasta donde las autoridades llegaron para capturarlo.Durante las audiencias iniciales se mostró indiferente y negó los cargos. Pero finalmente, en enero de 2020, aceptó su responsabilidad en el crimen. Fue condenado a 35 años y 6 meses de prisión por feminicidio. “Los celos fueron la motivación. Debido a que ella se sometió a una cirugía, mejoró su apariencia y él temía que ella atrajera a otro hombre”, declaró el jefe de la Sijín de Cali.Leidy buscaba una nueva vida para ella y sus hijos. Había salido de una relación opresiva, se esforzaba por ser independiente, por volver a sentirse bien en su piel. Pero esa determinación terminó siendo su condena. La asesinaron por atreverse a cambiar. Sus hijos quedaron huérfanos, su familia destrozada y su historia es ahora parte de una estadística nacional que crece cada año: la de mujeres asesinadas por sus exparejas.
A partir del martes 1 de julio de 2025, entrará en vigencia una nueva rotación del esquema de pico y placa en la ciudad de Cali, según lo establece el Decreto 4112.010.20.0398 de 2025, expedido por la Alcaldía. Esta medida, que busca mejorar la movilidad urbana y reducir los niveles de contaminación ambiental, se aplicará hasta el miércoles 31 de diciembre del mismo año.La Secretaría de Movilidad Distrital ha confirmado que la primera semana de implementación, del 1 al 4 de julio, será de carácter pedagógico. Durante estos días, los agentes de tránsito realizarán labores de sensibilización y educación vial, sin imponer sanciones económicas. No obstante, a partir del lunes 7 de julio, comenzarán a aplicarse las multas establecidas en el Código Nacional de Tránsito a quienes incumplan el pico y placa en la ciudad.¿Cómo quedó el pico y placa en Cali para el segundo semestre 2025?La rotación del pico y placa para vehículos particulares se organizará de acuerdo con el último dígito de la placa, distribuyéndose de la siguiente manera:Lunes: placas terminadas en 3 y 4Martes: placas terminadas en 5 y 6Miércoles: placas terminadas en 7 y 8Jueves: placas terminadas en 9 y 0Viernes: placas terminadas en 1 y 2El horario de restricción se mantiene sin modificaciones: de 6:00 a.m. a 7:00 p.m., de lunes a viernes. La medida no aplica los fines de semana ni los días festivos. La implementación del pico y placa responde a una estrategia integral de movilidad sostenible. Esta política pública tiene como propósito principal reducir la congestión vehicular, especialmente en las horas pico, y disminuir la emisión de gases contaminantes generados por el parque automotor. Además, se busca fomentar el uso de medios de transporte alternativos, como la bicicleta, el transporte público masivo y los vehículos eléctricos, que están exentos de la medida.Vehículos que no tienen pico y placa en CaliEl decreto establece una serie de excepciones para ciertos tipos de vehículos y condiciones particulares. Están exentos de la restricción:Vehículos eléctricos e híbridos.Vehículos de transporte público colectivo e individual.Motocicletas de cualquier cilindraje.Vehículos oficiales y diplomáticos.Vehículos conducidos por personas con discapacidad motriz, debidamente registrados ante la Secretaría de Movilidad.Vehículos de emergencia (ambulancias, bomberos, policía, defensa civil).Vehículos de medios de comunicación debidamente identificados.Vehículos que transportan alimentos perecederos, medicamentos o insumos médicos.“Se mantienen las mismas excepciones: los coches eléctricos e híbridos no están sujetos a la restricción, así como los vehículos de transporte público, motos, automóviles de uso oficial y aquellos manejados por personas con discapacidad motriz”, recalcó Gustavo Orozco, secretario de Movilidad Distrital.Multa por incumplir pico y placa CaliA partir del 7 de julio de 2025, quienes infrinjan la medida serán sancionados conforme al artículo 131 del Código Nacional de Tránsito. La multa por circular en horario restringido asciende a 15 salarios mínimos diarios legales vigentes (SMDLV), lo que equivale a aproximadamente $711.750, además de la inmovilización del vehículo.La Secretaría de Movilidad ha reiterado que no habrá contemplaciones una vez finalice la semana pedagógica, por lo que se recomienda a los ciudadanos consultar con anticipación el calendario de rotación y planificar sus desplazamientos. La Alcaldía de Santiago de Cali también enfatizó en que el pico y placa también incluye a los conductores que transiten entre el área urbana del Distrito y otras regiones del territorio nacional.ÁNGELA URREA PARRANOTICIAS CARACOL
La Policía de España informó que fue detenido un fugitivo buscado por las autoridades de Colombia al que señalan de haber matado a tiros en 2024, en Cali, Valle del Cauca, a un policía que lo sorprendió a la salida de un supermercado en el que había cometido un robo. Según informó este martes 24 de junio el Ministerio del Interior de ese país, fue Interpol quien los alertó a finales de abril de 2025 que el sospechoso había entrado a territorio español desde Colombia tras haber cometido el asesinato. El detenido, apodado Yeyeco, supuestamente tiroteó en varias ocasiones al agente cuando lo sorprendió robando en un supermercado en noviembre de 2024, hechos por los que afronta una petición de 33 años de cárcel, según la Policía.¿Cómo lo encontraron en Europa? La Policía comprobó que el fugitivo entró en España en abril pasado a través del aeropuerto de Madrid-Barajas.Aunque en un principio se perdió la pista de ‘Yeyeco’ tras el cruce de fronteras, “gracias al constante intercambio de información entre la Policía de España y Colombia, se pudo conocer la posible localización de algunos de sus familiares en la localidad de Figueres”, indicó el Ministerio.Fue así como “las pesquisas de los investigadores se centraron en ubicar el domicilio de los mismos. Estas gestiones realizadas por los agentes resultaron positivas y, el pasado viernes, se procedió a la detención de ‘Yeyeco’ cuando salía de su domicilio”, agregó el despacho.Sin embargo, no se dieron más detalles sobre el caso por el que el criminal pagaría 33 años en prisión.Según cifras reveladas por el diario El País de Cali, cinco policías fueron asesinados en el Valle del Cauca durante 2024. En la capital de ese departamento, durante el mismo periodo, se reportaron 946 homicidios.A principios de junio, en Cali y Jamundí, en el departamento del Valle, así como en Cauca, se registró una escalada terrorista que dejó por lo menos ocho muertos y más de 80 heridos. Entre los fallecidos había policías.EDITADO POR SANDRA SORIANO SORIANOCOORDINADORA DIGITAL NOTICIAS CARACOLsmsorian@caracoltv.com.co*CON INFORMACIÓN DE AGENCIA EFE
Durante la primera mitad del año 2025, es decir, hasta el próximo 30 de junio, la Alcaldía de Santiago de Cali mantendrá activa la medida del pico y placa como estrategia para reducir la congestión vehicular en la zona urbana con la rotación actual. Recuerde que esta se aplica sobre el Distrito Especial de Cali, comienza a las 6:00 de la mañana y termina a las 7:00 de la noche y se aplica dependiendo el último dígito de la placa. Pico y placa en Cali semana del 24 al 27 de junio Esta es la rotación de pico y placa para esta semana, tenga en cuenta que el lunes 23 de junio es día festivo por lo que no se tendrá en cuenta la medida: Martes 24 de junio: 5 y 6Miércoles 25 de junio: 7 y 8Jueves 26 de junio: 9 y 0Viernes: 3 y 4Lo que le pasaría si no acata la medida Es importante señalar, que las personas que no acaten la medida de pico y placa tendrán que acarrear una equivalencia económica de 15 salarios mínimos diarios legales vigentes, lo que para el año 2025 se traduce en aproximadamente 711,750.00 pesos colombianos. Esta es impuesta por los agentes de tránsito locales. No obstante, en caso de ser sancionado, usted también cuenta con mecanismos alternativos que le permiten reducir considerablemente el valor de la multa. Se trata de un curso pedagógico para infractores de la Secretaría de Movilidad que tendrá que hacer dentro de los cinco días hábiles siguientes a la expedición del comparendo y el cual le permitirá obtener un descuento del 50%. Esta es una forma en que las autoridades buscan educar a los conductores más allá de solo poner una sanción económica. Verifique si tiene algún comparendo pendienteSi usted tiene la duda de tener un comparendo, puede verificarlo a través de la página del Simit en la Federación Colombiana de Municipios. Existen dos formas para que le entreguen un comparendo, de manera física cuando el agente de tránsito le entrega una tirilla o de forma electrónica, cuando la notificación llega a la dirección que el implicado registró en el RUNT. ¿Quiénes están exentos a la norma?Hay diversas categorías de vehículos que están exentos de la medida de pico y placa, estos son algunos de ellos: Vehículos que hayan cumplido con el pago de la tasa por congestión Unidades de transporte adaptadas para personas con movilidad reducida o discapacidad. Carros de atención de emergencias,Automóviles eléctricos e híbridos tienen libre circulación Vehículos equipos oficiales con funciones diplomáticas o consularesCamiones con capacidad igual o superior a cinco toneladas. MotocicletasPor otra parte, hay que resaltar que en el segundo periodo del año en curso se cambiará la rotación de placas, por ello es recomendable que se mantenga informado a través de la redes sociales de la Alcaldía de Santiago de Cali. Angélica Yelithssa Morales C.NOTICIAS CARACOL
Varios feminicidios han conmocionado a Colombia en los últimos años. Cada vez son más las mujeres asesinadas por sus parejas, exparejas, amigos o conocidos, por el simple hecho de ser mujeres. En la mayoría de los casos, los feminicidas tenían una relación cercana con sus víctimas, lo que agrava las situaciones de violencia. El Rastro recopiló algunos de los casos más impactantes para visibilizar esta cruda realidad.Atroz feminicidio de joven embarazadaCindy Vanessa Piña Olaya fue brutalmente asesinada en Neiva cuando fue a visitar a sus tres hijos, quienes vivían con su expareja. Los hechos ocurrieron en marzo de 2020, cuando las autoridades fueron alertadas de la desaparición de la joven.El principal sospechoso fue su exnovio, Edisson Dussán, de 29 años y padre de sus hijos. La relación terminó luego de varios episodios de discusiones y conflictos que llevaron a Cindy Vanessa a tomar la decisión de separarse definitivamente.Desde entonces, la joven se trasladó a un municipio de Cundinamarca, donde inició una nueva relación con William Pacheco, con quien esperaba un bebé.Cuando Cindy Vanessa fue a visitar a sus hijos en Neiva, le confesó a la madre de una amiga que Edisson le había dicho: “la voy a matar y estoy haciendo un hueco para enterrarla”. Este testimonio fue clave y fue entregado a las autoridades tras la desaparición de la joven embarazada.“Llegamos acá y entrevistamos a su excompañero sentimental. Nos invita a su residencia y empezamos a preguntarle dónde se encontraba Cindy Piña. Sin más palabras, él dijo que la mató la noche anterior”, afirmó el subintendente José Escobar, a cargo de la investigación.El cuerpo de Cindy Vanessa fue sepultado en el patio de la casa de su expareja. Según la investigación, la causa de muerte fueron dos golpes con un objeto contundente.Edisson Dussán fue capturado y acusado del delito de feminicidio agravado. Tras llegar a un preacuerdo con la Fiscalía, confesó y aceptó los cargos, lo que permitió que su pena fuera reducida a 34 años y siete meses de prisión.El asesinato de Cindy Vanessa generó profunda indignación y rechazo en la comunidad, entre otras, porque la joven tenía tres meses de embarazo al momento del crimen. Hoy, el confeso feminicida cumple su condena en la cárcel Las Heliconias, en Florencia.Feminicidio de Michel Dayana el Día de las VelitasEl 7 de diciembre de 2023, lo que parecía una noche de velitas tranquila y familiar se convirtió en una pesadilla para la familia González. Michel Dayana, de 15 años, salió de su casa a comprar unas golosinas a pocos metros de distancia, pero nunca regresó. Desde entonces, se perdió su rastro.La música y la pólvora que protagonizaban el festejo decembrino en aquella noche en el barrio San Judas, en el suroriente de Cali, se confundía con la angustia de los familiares de la adolescente que no pararon de buscarla junto a la Patrulla Púrpura de la Policía Nacional y los equipos de Infancia, Adolescencia y Vigilancia.El líder de la investigación, José Manuel López, recolectó los videos de las cámaras de seguridad donde se pudieron rastrear los pasos de la adolescente la noche de los hechos.Al día siguiente, la Policía llegó a un taller de latonería y pintura cercano. El dueño del establecimiento declaró que, tras finalizar la jornada laboral la noche anterior, el lugar quedó bajo custodia del vigilante Harold Andrey Echeverry. Sin embargo, la mañana de la inspección, él no se encontraba en el lugar.Dentro del taller, los investigadores encontraron un macabro hallazgo: partes del cuerpo de la menor en unas canecas de pintura. El presunto responsable del atroz feminicidio era Harold Andrey, quien huyó en una motocicleta del taller hacia la ciudad de Villavicencio, donde fue capturado el 11 de diciembre de ese mismo año.“Empezó una discusión y ya. Me dio con un atornillador estrella y yo me defendí con una porra de latonería. Le pegué en la cabeza y ella cayó. Empezó a convulsionar, fue horrible”, testificó Harold Andrey Echeverry a El Rastro. Además, afirmó que la desmembró y escondió las extremidades en canecas de pintura.El 2 de febrero de 2024, el Juzgado Quinto Penal del Circuito de Cali lo condenó a 47 años de prisión por el delito de feminicidio agravado. Actualmente, paga su condena en la cárcel de Valledupar.Llamada delató al feminicida en GuainíaLa tranquilidad de la comunidad de Puerto Inírida, en el departamento de Guainía, se vio interrumpida por una desgarradora noticia: Ana Rosa García fue encontrada muerta en la cocina de la finca donde vivía. Los hechos ocurrieron el 8 de junio de 2020, en plena pandemia.Ana Rosa García, una joven de 24 años oriunda de Venezuela, había llegado a la región en busca de mejores oportunidades laborales. Cuando no se presentó a trabajar, como solía hacerlo, su jefe, Gloria Marina Burgos, envió a un empleado a buscarla. Fue entonces cuando se descubrió el macabro hallazgo.La necropsia reveló que la joven murió por asfixia mecánica. Al no encontrar signos de violencia o ingreso forzado en la vivienda, las autoridades señalaron que el agresor, presuntamente, era alguien conocido por la víctima.En un principio, las autoridades tenía a dos sospechosos: Javier García, el novio de Ana Rosa y vigilante de la zona, y otro hombre que también fue visto hablando con ella el día del crimen.Sin embargo, al revisar el registro de llamadas y mensajes del celular de Ana Rosa, las autoridades detectaron un número que estuvo presente en la zona antes, durante y después del crimen. El número estaba registrado a nombre de Alexander Matiz, exnovio de la joven.Además, el testimonio de una amiga cercana confirmó que Matiz había estado acosando a Ana Rosa tras la ruptura de su relación. Las autoridades lograron capturarlo en una comunidad indígena, donde fue encontrado escondido debajo de una cama.En un principio, Alexander Matiz negó ser el autor del crimen, pero terminó confesando al enfrentarse a las pruebas contundentes en su contra. Aceptó los cargos y fue condenado a más de 19 años de prisión. Actualmente, cumple su condena en la única cárcel de Inírida.
Después de años sin una semana de la moda propia, Cali vuelve a consolidarse como epicentro del diseño, la inclusión y la creatividad con la cuarta edición de Distrito Moda + Pasarela de Inclusión Colombia 2025, una plataforma que no solo transforma la ciudad, sino que proyecta al Valle del Cauca como motor de una industria diversa, creativa y global.Del 25 al 28 de junio, la capital del Valle se convertirá en una verdadera ciudadela de moda, con más de 40 pasarelas, una Gala Vogue, fiestas temáticas, experiencias sensoriales, espacios académicos, lanzamientos de colecciones, zonas comerciales y un poderoso desfile inaugural en la Catedral de Palmira.“Cali llevaba siete años sin semana de la moda después de Cali Exposhow. Nadie la retomó, así que lo hicimos nosotros”, cuenta para Noticias Caracol, Guio de Colombia, presidente de la Cámara de la Moda Colombiana – Capítulo Valle del Cauca, entidad organizadora del evento. “Entendimos que como región tenemos un ecosistema creativo inmenso: somos la región con más diseñadores, top models y marcas relevantes del país. Había que devolverle a Cali ese liderazgo”, asegura el presidente. Las novedades para esta cuarta ediciónEste año, el concepto curatorial del evento es 'En Movimiento', una declaración que atraviesa todo el proyecto desde lo estético hasta lo político. Se trata de mover estructuras, sacudir imaginarios y mostrar que la moda puede ser tan poderosa como transformadora.Y esa transformación comienza desde lo alto. El evento abrirá el 25 de junio con una pasarela en la Catedral de Palmira protagonizada por la icónica diseñadora española Agatha Ruiz de la Prada, en compañía de la colombiana Lina Cantillo, en un homenaje al color, la arquitectura y el poder simbólico de la moda.Lo que diferencia a Distrito Moda, según Guio de Colombia, es su escala, su impacto y su apuesta por la diversidad. “Somos la semana de la moda más grande de Latinoamérica en número de diseñadores: más de 118, de ocho países distintos. Además, tenemos alfombras rojas, dos galas icónicas, una con Vogue y otra con ¡Hola!, zonas de experiencia y un público de más de 25.000 personas”.También destaca la Pasarela de Inclusión Colombia, un espacio en el que participan modelos plus size, con discapacidades cognitivas y físicas, comunidad LGBTIQ+, afrodescendientes y personas con historias de vida que rompen con los moldes tradicionales del modelaje. “La inclusión no es un acto simbólico: es transversal. Desde los modelos hasta los diseñadores y las convocatorias, todo el proyecto está pensado desde una mirada colaborativa, diferencial y profundamente humana”, indica Guio de Colombia. Cali Distrito Moda se ha convertido en un proyecto de city marketing, que integra moda, economía, identidad y cultura. Durante dos meses, la ciudad entera se alista para el gran evento con una programación que incluye:DM Weekend (del 30 de mayo al 1 de junio), una jornada de descuentos, lanzamientos y showrooms en centros comerciales y tiendas.Cali Moda Gourmet (del 4 al 24 de junio), una experiencia multisensorial que une moda y gastronomía con 20 diseñadores y 20 restaurantes locales.Una toma universitaria en instituciones como la Icesi, Javeriana, San Buenaventura y la Fundación Academia de Dibujo Profesional, donde se forman nuevos talentos.El estreno de la película “Cali, Distrito Moda”, dirigida por Jeff López, en la sala Premiere de Cinemark en Pacific Center.“La narrativa de este evento es convertir a Cali en un escenario global, con colecciones de última tendencia, musicalización en vivo, modelos internacionales, fiestas, arte y educación. Todo eso desde una identidad local: somos color, somos emoción y eso se refleja en nuestras puestas en escena”, afirma Guio.Los invitados especiales de este añoEste año, las grandes protagonistas también brillan fuera de la pasarela. La Miss Universe Colombia 2023, Camila Avella, será la imagen oficial del evento, mientras que Daniela Ospina, empresaria e influencer, y Ariadna Gutiérrez, top model y ex virreina universal, aportarán su presencia como referentes del universo del estilo de vida y del glamour internacional. Gutiérrez, además, será la host principal de la esperada Gala Vogue.La sostenibilidad también tiene un lugar central. Diseñadores como Alejandro Crocker, Manuela Álvarez, Tejido Rebanca y Francisco Sepúlveda presentarán colecciones que promueven el trabajo artesanal, los procesos amigables con el medio ambiente y el respeto por las comunidades.“Solo llevamos tres ediciones, pero el crecimiento ha sido sobrenatural”, dice Guio. “Ya hacemos parte del circuito nacional junto a Bogotá Fashion Week y Colombiamoda, y nuestro sueño es posicionar a Distrito Moda + Pasarela de Inclusión como una de las semanas de la moda más importantes del mundo”.Y con una ciudad movilizada, diseñadores de ocho países, más de 400 modelos, y un enfoque que une belleza, inclusión, sostenibilidad e identidad, ese sueño está cada vez más cerca de hacerse realidad.LAURA CAMILA RAMOS CONDE NOTICIAS CARACOL
“No todo el mundo puede mentalmente y físicamente sobrevivir a esto, pero ahí vamos”, comentó Daniel Alejandro Salinas, más conocido en el mundo artístico como Exotic DJ, sobre el tiroteo ocurrido en un motel de la vía Cali-Jamundí, Valle del Cauca, el 3 de noviembre de 2024, que casi le cuesta la vida.El DJ resultó gravemente herido al ser tiroteado en una fiesta privada que se llevó a cabo en el motel Rey de Corazones. Él reapareció en su canal de Youtube, acompañado de su hermana Elizabeth Salinas, para contar cómo avanza en su recuperación y lo que ocurrió el día en el que, según contó, estuvo muerto 20 minutos.Un día antes de ese hecho, su hermana dijo que tuvo “un ataque de ansiedad” y a la mañana siguiente, mientras ella se encontraba en Estados Unidos, recibió una llamada de su papá contándole lo que había pasado con Exotic DJ. “Yo nunca sentí que él se fuera a morir”, afirmó, añadiendo que lo vio en sueños y él dijo “yo estoy bien”.“Sentía que se me estaba derritiendo todo por dentro”Al responder las preguntas de los seguidores, Exotic DJ confesó que “caigo al segundo tiro desmayado”. Dijo recordar “los impactos. Los dos primeros y ya no me acuerdo nada más porque me desmayé, yo creo que por del dolor, eso duele mucho, eso quema mucho, yo me desmayé del dolor, estoy seguro. Seis quemonazos, pero acá (el abdomen) sentía que se me estaba derritiendo todo por dentro”.El joven reveló que recibió cuatro tiros en el abdomen y dos en la pierna, uno de esos impactó en una vena principal, por lo que estuvieron a punto de amputarle la extremidad, pero un médico, que resultó ser amigo de la familia, logró salvarla.El DJ dijo que también recordaba al hombre “que me disparó, a los 3 segundos le dispararon nueve tiros en la cabeza. Allá la reacción de cuando alguien hace mal, todo el mundo anda armado, entonces apenas me disparó como que la reacción de alguien fue dispararle al man”.Exotic DJ detalló cómo fue todo antes del ataque. “La energía estaba superoscura cuando llegué al show. Era el remate de Arcángel oficial. Yo me imaginé como que otro panorama, pero no, cuando llegué todo el mundo como en cada palco así todo oscuro, nadie en la pista bailando, me monté y empecé a tocar, nadie bailaba, la energía era superoscura y tú sabes que un DJ tiene que como que transmitir su energía y como que subir la energía, no se le subía ni con la canción más pegada”.De repente, “cuando fui a voltear a ver, se me paró un man a bailarme ahí y ese man fue el que me dio los tiros. El man tiró sus pasos ahí todo. A mí y después a una vieja también le cayeron tiros, pero el man estaba reloco y después ahí lo sacaron y le vaciaron nueve tiros en la cabeza”, describió.El artista vio el video del atentado en su contra y confesó que “me puse a llorar. Ya después analizaba yo, cómo no me tiro más para allá, aunque después dije ‘si me agacho mucho me hubieran dado en la cabeza’”.“Dani llegó muerto y duró muerto 20 minutos”Eso dijo la hermana del joven. Sin embargo, un médico no se detuvo en la reanimación y logró salvarlo para luego llevarlo a cirugía.Estuvo en coma inducido durante un mes y Exotic DJ manifestó que durante ese tiempo “lo que escuchaba era ‘Dani, no es tu momento’”. Afirma que era la voz de su hermana. Durante su recuperación contó que le hicieron “reconstrucción intestinal, reconstrucción de fémur, me repararon los riñones, los pulmones se me llenaron de agua. Una pólvora cayó en la vejiga, pero se pudo recuperar” y los últimos exámenes mostraron que estaba bien.Aunque dijo que “me veo bien, todavía no camino”. “Voy poco a poco, saben que esto fue difícil. (…) No todo el mundo puede mental y físicamente sobrevivir a esto, pero ahí vamos”, agregó, señalando que aún estará alejado de la música y que espera estar dando sus primeros pasos en un mes.Subrayó que “me siento mejor que antes, más estable, pude superar la drogadicción, el alcoholismo, pude superar muchas cosas con esto que pasó, que ya no me hacen falta”.POR SANDRA SORIANO SORIANOPERIODISTA DIGITAL NOTICIAS CARACOLsmsorian@caracoltv.com.co