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Un reto mortal terminó con la vida de María José Ardila en un bar de la ciudad de Cali cuando la joven de 23 años consumió una cantidad peligrosa de licor. La prueba consistía en ingerir grandes cantidades de alcohol en muy poco tiempo, siguiendo una secuencia extrema que incluye tomar shots, cerveza sin parar y hasta ocho tragos diferentes con pitillo, todo a cambio de premios como dinero en efectivo o bebidas gratis.
Aunque parece una dinámica divertida, es altamente riesgosa porque el consumo acelerado de licor puede provocar intoxicación severa, pérdida de conciencia y complicaciones graves como broncoaspiración y paro respiratorio. María José murió tras aceptar el desafío en una discoteca: se desmayó, vomitó inconsciente y estuvo varios minutos sin oxígeno, lo que le causó daño cerebral irreversible. La falta de protocolos de emergencia y atención médica en el lugar donde se encontraba agravó la situación.
En video quedó registrado el momento en el que la joven de 23 años se estaba comenzando a sentir mal e incluso dijo que uno de los shots que tomó “sabía horrible”.
Miguel Tolosa, toxicólogo, habló en Noticias Caracol sobre lo peligroso que puede ser llevar a cabo este tipo de retos: “No tiene ningún sentido, justificación ni raciocinio este tipo de retos. Es una práctica potencialmente mortal. No es la primera persona a la que le pasa eso. En el Hospital Infantil de San José hemos tenido muchos casos asociados a diferentes retos y al consumo de alcohol”.
El médico explicó que “el alcohol es la sustancia que más mata en el mundo, la sustancia psicoactiva que más produce fallecimientos por distintas causas y una es esta. El solo proponer el reto es un riesgo y más aún si no se cuenta con un equipo de emergencia. Es inaceptable”.
Sobre la combinación de tragos, el toxicólogo comentó que “cada trago viene con una concentración definida de alcohol. La OMS establece como una bebida estándar a aquella que contenga 14 grados, como una cerveza o un trago de whisky, pero cuando tomamos shots pequeños, con alta concentración de licor, el cuerpo genera una serie de picos de alcohol que hace que llegue rápidamente al cerebro y produce somnolencia, alteración de la consciencia y pérdida de la coordinación. A su vez, genera pérdida de reflejos protectores. A una persona borracha le es más difícil defenderse en situaciones como el vómito, que es una respuesta natural que tenemos ante una intoxicación, pero el alcohol hace que ese reflejo sea mucho más débil”.
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Además, señaló que la cantidad de alcohol que consumió María José Ardila “hace que el intestino se irrite fácilmente y un cerebro que no puede responder y no se puede defender, porque los mecanismos están abolidos, es una combinación perfecta para la muerte”.
Finalmente, sobre beber trago en pocos segundos, el toxicólogo sostuvo que esta práctica “eleva de una manera impresionante los niveles de alcohol. En toxicología, cuando tenemos un paciente que toma alcohol, ni siquiera lo descontaminamos porque la función de da muy rápido. Entre mayor cantidad de alcohol, la función es mayor. No es como otros medicamentos que el mismo intestino logra regular. Básicamente, el alcohol pasa derecho en todos los tejidos. Por ejemplo, en mujeres embarazadas, la misma cantidad de alcohol que se toma la mujer es la cantidad de volúmenes de alcohol que recibe el bebé. El alcohol penetra muy bien, es una sustancia que llega a todo el cuerpo de manera rápida. Influye la edad e incluso el género: las mujeres se emborrachan más rápido por varias razones como la encima que se encarga de metabolizar el alcohol, que es más poquita, entonces metaboliza menos. El corazón de la mujer es mucho más sensible al trago”.
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CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOL
X: RojasCamo
Correo: wcrojasb@caracoltv.com.co
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