Cuando tenía 37 años, el colombiano Javier Chávez fue diagnosticado con leucemia. Para sobrevivir recibió un trasplante de médula ósea y su donante fue una musulmana que vivía en Estados Unidos. Él no descansó hasta conocer a la persona que le salvó la vida, pese a que la legislación no le permitía saber su identidad. Un conmovedor encuentro que quedó marcado para siempre en el corazón de ambos. Séptimo Día registró este caso en el 2018.>>> Perros guía, héroes de cuatro patas que transforman vidas: "Es mi ángel de la guarda"11 de abril de 2013 fue el peor día de la vida de la docente bogotana Ángela Sanabria, pues se enteró que su esposo podría morir en cuestión de meses.“Ingresamos a la sala, el diagnóstico de la doctora pues fue decirnos que Javier tenía cáncer de sangre. Yo recuerdo que en ese momento yo me desmayé”, aseguró la mujer.Ella se refiere al diagnóstico que recibió su esposo Javier Chávez. Un dictaminen devastador para él y su familia. “Cuando te dicen cáncer, inmediatamente tú dices es muerte”, afirmó Javier.El hombre se sometió a tratamiento de quimioterapia, pero su cuerpo no respondía del todo bien. Los médicos indicaron que un trasplante de médula ósea sellaría el proceso que llevaban a cabo, pero no sería fácil y comenzó la búsqueda.>>> 6 hermanos fueron separados por adopción hace 32 años y 4 lograron conmovedor reencuentroEncontrar un donante idéntico era todo un reto, pero un hermano tanto de padre y madre era quien podría tener la mayor probabilidad. Por esto, todas las esperanzas estaban en el hermano de Javier, quien posiblemente podría donarle. Inmediatamente Alexander se sometió a todos los exámenes, pero la oportunidad se desvaneció.“Nos dicen que no soy incompatible y fue como un golpe más para el desarrollo de la salud de mi hermano”, afirmó Alexander, tras el inesperado resultado de las pruebas.Así las cosas, la familia y los médicos sabían que debían encontrar cuanto antes a un donante compatible. Debido a la situación, las esperanzas y el ánimo de Javier se apagaban."Él nos dice ‘yo no me quiero hacer trasplante, yo no quiero sufrir más, ya he sufrido con estas quimioterapias, no hagamos nada’”, recordó su esposa.>>> Milagroso trasplante de médula ósea salva la vida de una niña: “Él es mi ángel”En ese momento, su vida ahora dependía de un donante anónimo en algún lugar del planeta. Una espera contrarreloj mientras su cuerpo se debilitaba cada vez más. Pasaron los días, semanas y los meses y no había una noticia alentadora.Una donación que salvó una vidaUna mujer de una cultura y un país diferente sería el último recurso que tendría para sobrevivir. En julio de 2013, Hannen Odeh, una bibliotecaria musulmana, de 29 años, quien vivía en Phoenix, Estados Unidos, se enteraba que ella era compatible con un paciente anónimo que necesitaba parte de su médula.“Me sentí muy emocionada, muy contenta. Solo sabía que era un hombre de 37 años que tenía una forma de leucemia y eso era todo lo que sabía”, aseguró Hannen, quien aceptó hacer la donación.En octubre de 2013 Javier recibió el trasplante en Bogotá. El proceso fue todo un éxito y su vida dejó de correr peligro. Él sintió que renació, pero quería saber la identidad de la mujer que lo salvó.En Colombia, la identidad de los donantes de órganos y médula ósea se mantiene confidencial, pero esta es una historia que reta esa norma.A pesar de las reglas, Javier buscó contactarla para poder expresarle su agradecimiento. Los médicos le indicaron que en su caso había una excepción ya que la donante era extranjera. Sin embargo, en medio de esa búsqueda, su salud le dio un golpe inesperado.Javier sufrió un infarto cerebral. “Posiblemente un coagulo que se generó en la parte izquierda del cerebro afectó la comunicación verbal”, recordó Chávez.Tras el ataque, tuvo que aprender a hablar desde cero. Su mayor motivación para realizar las terapias era poder hacerle una carta a su donante en algún momento. En septiembre de 2015 lo logró.Hannen Odeh recibió el correo electrónico. En julio de 2017 por fin hablaron por Skype. Tras dos años de conocerse por redes sociales y videollamadas, finalmente, donante y receptor se verían en persona.Tras cinco años del trasplante, Javier viajó a Estados Unidos para conocer a la mujer que le salvó la vida con su donación y darle un anhelado abrazo de agradecimiento. El encuentro fue muy emotivo, pues ambos sintieron que cerraron un ciclo, aunque, tenían una conexión muy profunda.Javier Chávez se convirtió en el primer receptor de médula ósea en Colombia que conoció a su donante.Vea el capítulo completo de Séptimo Día aquí:
Un paciente insulinodependiente aseguró que volvió a nacer hace dos meses, cuando le hicieron un trasplante de páncreas y riñón en la Fundación Cardioinfantil, de Bogotá. Este es un hito para medicina en Colombia y una esperanza para las personas que esperan un procedimiento como este.>>> Vea más: Hombre con primer trasplante de ojo completo en el mundo dice sentirse "normal otra vez"Edwin Alejandro Amaya tiene 42 años de edad, es padre de un adolescente de 13 y hace dos décadas, cada vez que consumía alimentos, tenía que aplicarse insulina debido a que ha enfrentado una diabetes durante casi la mitad de su vida.Edwin contó en Noticias Caracol en vivo que su condición “era un poco desgastante porque la bomba pita en cualquier lugar y a veces no deja dormir”.¿Cómo llegó el trasplante para Edwin?La diabetes para Edwin se había complicado e incluso era necesaria una diálisis. Sin embargo, la esperanza, representada en un donante, llegó.Luis Barrera, cirujano de trasplante de la Cardioinfantil, explicó que “una familia decidió donar los órganos de una persona que entró en muerte encefálica; se hicieron las pruebas de compatibilidad y encontramos que era compatible”.Trasplante duró seis horasLa operación fue compleja: por primera vez, en la Fundación Cardioinfantil realizaron un trasplante de páncreas y riñón que le devolvió la calidad de vida al ciudadano bogotano.“Fueron aproximadamente seis horas en las cuales, en la cavidad abdominal, colocamos el nuevo páncreas y el riñón se conectó a la vejiga para que él pueda orinar nuevamente”, explicó el médico.Edwin representa a los casi 3.700 pacientes que en 2023 estaban en lista de espera para una donación en Colombia.“Me han dado ganas de soñar y hacer cosas que no había podido hacer”, sostuvo el paciente.¿Cuántos hospitales hacen trasplantes en Colombia?En Colombia, 29 instituciones de salud realizan trasplantes de órganos. De estas, tan solo cinco realizan trasplante de páncreas. Este es todo un hito para la medicina moderna.>>> Le puede interesar: Milagroso trasplante de médula ósea salva la vida de una niña: “Él es mi ángel”
El primer hombre trasplantado con un riñón de cerdo modificado genéticamente recibió el alta en Boston, Estados Unidos, dos semanas después de la intervención, informó The New York Times.Al menos 30 muertes asociadas al consumo fentanilo ocurrieron en Colombia en 10 años, revela informeRichard Slayman fue intervenido el pasado 16 de marzo por los cirujanos del Hospital General de Massachusetts en una operación que duró cuatro horas.Según el reporte de sus doctores, el riñón que recibió Slayman "produce orina, elimina los productos de desecho de la sangre, equilibra los fluidos corporales y realiza otras funciones clave".El resultado es un hito importante para la medicina y facilita la búsqueda de órganos para los pacientes, según expresó en un comunicado el centro médico tras la operación.Los experimentos de trasplantes de órganos de cerdos modificados habían fracasado hasta antes de la intervención de Slayman. Dos pacientes recibieron corazones, pero fallecieron poco tiempo después.Murió segundo paciente con trasplante de corazón de cerdo: solo vivió 6 semanas luego de la cirugía"Este momento -salir del hospital con uno de los certificados de buena salud más limpios que he tenido en mucho tiempo- es uno que deseé que llegara durante muchos años. Ahora es una realidad y uno de los más felices de mi vida", dijo Slayman en un comunicado.En el escrito, el hombre también agradeció a sus médicos y a las personas que lo han acompañado y se han interesado por su historia."Especialmente a los pacientes que esperan un trasplante de riñón. Hoy marca un nuevo comienzo no sólo para mí, sino también para ellos", ahondó.Aún es incierto si el organismo de Slayman acabará rechazando el órgano trasplantado y expertos aseguran que, para que los xenotrasplantes (trasplantes entre especies diferentes) estén ampliamente disponibles, se necesita llevar a cabo más operaciones similares y estudios clínicos.Ojo con la tendencia en redes sobre cuidado de la piel en menores de 14 años: ¿peligrosa obsesión?
Este 27 de febrero se celebra el Día Mundial de los Trasplantes, una fecha para recordar la importancia de este tipo de procedimientos y a miles de personas que están esperando este tratamiento para tener una segunda oportunidad."La insulina no sirve para bajar de peso": mal uso del medicamento es rechazado por expertosSolamente en Colombia hay unas 4.000 personas en lista de espera para un trasplante, la mayoría necesita un riñón, pero también hígado, corazón, pulmón y tejidos como córneas.Este es un número considerable, teniendo en cuenta que al año se realizan en los quirófanos del país unos mil trasplantes.En este artículo le ayudamos a despejar todas las dudas y mitos que rodean este procedimiento, que da segundas oportunidades a los pacientes.¿Influye la edad o el género para hacer un trasplante?“El rango de edad de los donantes respecto a quién va a recibir ese órgano es importante. En general, en las personas jóvenes o niños preferimos órganos de personas con una edad muy similar, dado que la expectativa de vida que se tiene es muy diferente. Si vamos a trasplantar en niños, preferimos que el órgano sea de una edad muy cercana a la que tiene el paciente”, indicó el médico Fabio Varón.¿Los pacientes de más de 70 años pueden recibir trasplantes?“Siempre se está evaluando cuál es el riesgo del trasplante y cuál, el beneficio. Hay órganos como pulmón y corazón que las personas deben tener menos de 60 o 65 años. En ocasiones se pueden trasplantar pacientes con mayor edad, pero se debe evaluar cada caso de forma individual”, complementó el especialista.¿Qué enfermedades impiden que una persona pueda ser trasplantada?“La hipertensión arterial, la diabetes, son enfermedades que se tratan, se estabilizan y el paciente puede ser trasplantado. Las personas que sufren VIH pueden ser trasplantadas cuando cumplen ciertos requisitos y un control claro de la enfermedad”, sostuvo el especialista.El paciente Óscar Ríos esperó 12 meses para recibir un nuevo pulmón: “Volver uno a caminar sin sentir fatiga es algo inexplicable. Es algo que uno lleva adentro siempre, es algo muy bonito, un regalo de Dios, una nueva vida”.Él pide a la gente que tome conciencia: “Si hay un órgano de uno que sirva para salvar a una persona, no dudar en donarlo”.¿Cómo eliminar las ojeras? Todo lo que debe saber sobre sus causas, tipos y tratamientos
En Colombia, la cifra de pacientes que necesitan un órgano crece cada día. Hay una fila de 3.328 personas esperando un riñón. Como el tiempo es el principal enemigo y la posibilidad de que Mario Giraldo llegara a los primeros lugares de la fila eran lejanísimos, su novia decidió donarle uno de los suyos. Tener la suerte de tener un amor grande y generoso.“Cuando conoces a alguien así, lleno de vida, sí, contento, radiante, pero la diálisis lo que hace es poco a poco lo va deteriorando. Entonces yo decía ‘yo no lo quiero ver así, como que yo no voy a esperar a que se vaya deteriorando poco a poco y yo no voy a hacer nada”. Jackeline Valencia tiene 26 años, nació en Calibío, Cauca, es digitadora, auxiliar administrativa, tiene un solo riñón, un corazón grande y una generosidad sin límites."Él decía, 'Dios me abandonó, es que Dios se olvidó de mí, yo prefiero morirme’. Entonces yo le dije a él ‘si yo soy compatible contigo, yo estoy dispuesta a donarte tu riñón’ y él decía ‘no, es que yo no quiero trasplante’”. Mario Giraldo tiene 34 años, es de Cali y ya se siente bien. Recuperó la ilusión y las ganas de vivir, gracias al riñón, que antes era de Jackie y que ahora funciona en su propio cuerpo sano, como si hubiera sido suyo siempre. Volvió a nacer hace tres meses, está como nuevo después de haber estado muy cerca del final. “Ya estaba en la fase terminal, o sea, yo ya no tenía opción de que por lo menos decir una diálisis me va a recuperar los riñones, no, ya estaba ya en lo último aquí. Ya apagué y vámonos”.Se enamoraron mientras trabajaban juntos en la misma empresa. “Yo entré a trabajar como cajera y él era conductor. Entonces empezamos a ir a desayunar juntos, a molestar por aquí, a molestar por allá”. Se fueron a vivir juntos y las cosas estaban marchando bien hasta que se instaló en Mario una maluquera general que derivó en exámenes de todo tipo, miedo y mucha incertidumbre y terminó luego en el quirófano. “Vámonos para la clínica porque pues eso no es normal de que tenga la presión tan alta, cuando me dicen que no, que Junior tienen que hacerle diálisis, te digo que yo nunca me esperé escuchar tal cosa y además un hombre tan joven. Lo que hice fue ponerme a llorar”. “Me dijeron usted tiene una urgencia dialítica, pero pues yo no sabía que era eso, me dijo ‘sus riñones no están funcionando bien’”.“No había nada más que hacer, él tenía que entrar a diálisis porque si no le podía dar un infarto”. El diagnóstico de Junior, como le dicen todos, era definitivo. Sin embargo, Jackeline Valencia rompió los esquemas, decidió dar un paso valiente y donarle un riñón a Mario Giraldo.
El corazón de Paula Medina le funcionaba a media marcha y se le fue apagando lentamente en una agonía que duró dos años hasta que simplemente dejó de funcionar, pero ella tenía todavía mucha vida por vivir y muchas cosas por hacer. Una donante generosa le dejó un corazón fuerte y grande y Paula volvió a sentir en su pecho los latidos un nuevo corazón que la impulsa para disfrutar cada minuto de su nueva vida y de una segunda oportunidad.Cuando Paula Medina supo que le tenían que hacer un trasplante de corazón, creyó que no iba a sobrevivir, pues su hermana menor había fallecido después de una cirugía idéntica a la que necesitaba, pero consciente de las opciones que tenía y en especial por sus enormes ganas de vivir, recibió un nuevo corazón con éxito. Es tan fuerte que ya nada ni nadie la detiene.
Angely Zúñiga padecía una grave enfermedad que afectaba su médula ósea y su vida dependía de un donante.